Muchos estamos convencidos de que fue un crimen político: el 22 de julio el régimen de los Castro acabó con la vida de Oswaldo Payá, el líder de la disidencia cubana, y de su compañero Harold Cepero, responsable de las juventudes del movimiento MCL que Payá dirigía.
No es creíble la versión oficial del gobierno de la Isla, porque resulta excesivamente improbable que un turismo de alta gama frene en una carretera recta con buena visibilidad, a medio día, y tras recorrer 63 metros patinando de costado termine impactando contra un árbol, y que ese golpe cause la muerte (se supone que instantánea) de los dos ocupantes de los asientos traseros, mientras que a los 2 que iban delante no les pasó prácticamente nada.
Las autoridades castristas no dejaron a los periodistas acercarse al lugar (las fotos del coche aplastado en un lateral y en el techo pudieron ser un montaje, y no muestran ningún árbol cercano), y no permitieron ver los cuerpos de las víctimas ni revisar los informes de las autopsias. La viuda de Payá se quejó de no haber tenido acceso a las pruebas periciales: no le dejaron ver el carro siniestrado ni hablar con los testigos.
La familia y los allegados de Payá exculpan a los activistas políticos europeos implicados en el supuesto accidente, y están convencidos de que Oswaldo murió asesinado; afirman que recibieron de ellos un SMS diciendo que les estaban siguiendo (se supone que otro vehículo) y que les habían "embestido". El conductor del coche, el español Ángel Carromero, fue detenido, y días después hizo una declaración ratificando la versión oficial cubana y negando la presencia de otros autos. Fue condenado a 4 años de cárcel. Hace poco se ha permitido su traslado a España. El sueco Aron Modig, copiloto en el vehículo siniestrado, dijo recordar borrosamente el accidente y que se despertó en el Hospital: es muy raro ese sueño y esa amnesia, ya que no sufrió ningún traumatismo grave. Tras pasar una semana incomunicado, declaró a favor de la versión oficial cubana (para poder salir de Cuba), diciendo que efectivamente iban muy deprisa y que chocaron contra el árbol. Pero meses después, en Suecia, dijo que no recordaba nada del accidente porque iba dormido. Es plausible pensar que ambos (Carromero y Modig) fueron drogados, y que después del accidente fueron sometidos a tratamientos médicos y psicológicos, de los que parecen ser especialistas los carceleros cubanos.
Oswaldo Payá, que había recibido el premio Sájarov que concede la Unión Europea por su defensa de los Derechos Humanos y su lucha por la transición pacífica a la democracia, era el líder indiscutible de la disidencia cubana. La policía política de Raúl Castro le tenía continuamente vigilado y le seguía a todas partes. Payá había sido amenazado de muerte bastantes veces, y unas semanas antes una sospechosa furgoneta había embestido su coche provocando otro accidente, del que salió ileso. Si el Gobierno de los Castro no hubiera sido el culpable de las muertes de esos dos disidentes podrían y tendrían que haber dejado muy claro lo que pasó: pero la opacidad fue total, y no permitieron que nadie independiente interviniera en la investigación, sin duda porque no querían que se descubriera la verdad.Hoy se cumplen 6 meses desde el asesinato de Oswaldo Payá y de Harold Cepero. La ocasión merece nuestra oración, nuestro emotivo recuerdo; y es un buen momento para comprometernos más en la lucha por la justicia y la democracia, en Cuba y en todo el mundo.
- Enlace a la Nota Oficial emitida por el Ministerio del Interior Cubano 5 días tras el accidente:
http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/07/27/nota-oficial-del-ministerio-del-interior/
- Declaraciones de Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá:
http://baracuteycubano.blogspot.com.es/2012/08/cuba-un-desconocido-vehiculo-de-marca.html
- Declaraciones de Rosa Payá, hija de Oswaldo Paya (texto y voz):
http://www.goear.com/listen/0cd1b0a/mcl-angel-carromero-rosa-paya
Este artículo ha sido publicado hoy en el periódico FARO de VIGO:
http://www.farodevigo.es/cartas/2013/01/22/seis-meses-asesinato-cuba/744627.html?utm_medium=rss
ACTUALIZACIÓN MARZO 2013:
Se confirma esta hipótesis: Angel Carromero reconoce que hizo su declaración bajo amenazas de muerte, que otro coche les embistio, y que no recuerda nada porque le drogaron. Leer en: http://www.elconfidencial.com/espana/2013/03/06/carromero-cambio-su-declaracion-inicial-por-amenazas-de-muerte-116324/
Blog personal de un Ciudadano Vigués. Médico traumatólogo; Defensor de los DDHH, de todas las libertades y de la justicia (que muchas veces brilla por su ausencia). Harto de los políticos falsos y corruptos... Pero con ganas de arreglar los problemas: y el primer paso para arreglarlos es conocerlos. Busco colaborar con personas dignas, y evitar que ciudadanos engañados apoyen a personas falsas y vituperables. Crítico, y con ganas de que triunfe la verdad y de que todos -todos- seamos felices.
martes, 22 de enero de 2013
domingo, 20 de enero de 2013
Elogio de la reducción de jornada.
"...es imposible que no siga aumentando el número de desempleados si no reducimos la cantidad de trabajo que hacemos cada uno."
Cuando trabajemos menos, habrá trabajo para todos: la sociedad tendrá más armonía y optimismo, y se facilitará a cada individuo la consecución de la felicidad, pues tendremos más tiempo para dedicarnos a menesteres más gratificantes. La educación no estará dirigida entonces a ser mejores que los demás a toda costa para alcanzar un puesto de trabajo de alto nivel (con la consecuente frustración para todos los que no lo alcanzan), sino a saber disfrutar del ocio, de las artes, del deporte, de las fiestas, de la naturaleza, de la música, de las relaciones interpersonales, de la cultura... La sociedad volverá a valorar el concepto de crear, de progresar y de realizarse en los planos personal y relacional.
Quizá algunos piensen: "Eso es una locura, ya vivo al límite, no puedo ganar menos, no puedo trabajar menos: con lo que se gana en un "mini-job" no me llega ni para pagar el alquiler de mi piso!". Pues habrá que mentalizarse y buscar la solución para asumir esos cambios, incluyendo la bajada de los alquileres y de los precios de muchas cosas. Porque para solucionar el problema del paro y del progresivo deterioro de nuestra sociedad va a ser imprescindible reducir la jornada laboral. Es la única alternativa: es imposible que no siga aumentando el número de desempleados si no reducimos la cantidad de trabajo que hacemos cada uno. Sirve pensar que con el pleno empleo los trabajadores tendremos que pagar menos impuestos, porque ya no hará falta pagar un subsidio a los millones de parados que tenemos ahora mismo.
El progreso y los avances científicos nos obligan a ir en esa dirección. Hoy en día se pueden producir muchos más "bienes" que hace años empleando mucho menos personal. Con la implantación de la reducción de jornada se podrán dedicar más medios humanos a sanidad, educación y a otros servicios, y reducirlos en los sectores primario y secundario. La burocracia será superada por la tecnología informática y de comunicaciones. La sociedad debe ser reorganizada en esa dirección, y ese cambio lo deben liderar nuevos Gobiernos constituidos por los mejores ciudadanos (todo lo contrario de lo que pasa ahora). Se programará la cantidad total de trabajo a hacer (esto es, el conjunto de tareas y el total de bienes que haya que producir para el consumo) y el trabajo necesario para conseguirlo se tendrá que repartir entre todos los ciudadanos útiles. No habrá excedentes. Podremos cuidar mejor el planeta.
Es posible que surja entonces el problema de aquellos que no sepan qué hacer con su tiempo libre. Dicen que eso les pasa a los orientales, a los chinos y japoneses sobre todo. Es lamentable. Pero es una enfermedad que se puede curar. Aplicaremos el tratamiento. Los inadaptados serán atendidos por expertos que les ayuden a integrarse en la nueva sociedad del ocio. Y crearemos empresas que se dediquen a ayudarnos a disfrutar del tiempo libre, y a aumentar nuestra educación y nuestra cultura, campos que servirán para el desarrollo personal: no se valorará tanto la posesión de dinero como la de cultura. Y la gente lo pasará tan bien que perderán las ganas de pelearse y de actuar con violencia: y la paz se impondrá.
Esperamos que nuevos Aliados nos liberen. |
Es necesario trabajar para vivir. Pero algo funciona mal en este mundo
cuando lo que la mayoría de los mortales hace es vivir para trabajar.
A trabajadores y a parados nos une algo: una parte de la población trabaja en exceso, lo que les hace de alguna manera infelices; y la otra parte de la población no tiene empleo, y eso también les hace infelices.
Como ya
apuntó el filósofo ingles Bertrand Russell en su obra Elogio de la Ociosidad (1932) hace
falta una revolución social que nos lleve a reducir el trabajo al mínimo. Y
a dejar de considerar que ciertos trabajos son virtuosos o de mayor categoría,
y otros deben ser considerados bajos, de mala reputación. Todo trabajo manual,
de servicio o de organización, debe estar bien valorado y remunerado,
premiándose el esfuerzo y la calidad, pero con un ajuste progresivo que impida
que se generen grandes diferencias materiales. Hay que acabar también con los
especuladores y gentes que no producen nada, parásitos del trabajo de los demás.A trabajadores y a parados nos une algo: una parte de la población trabaja en exceso, lo que les hace de alguna manera infelices; y la otra parte de la población no tiene empleo, y eso también les hace infelices.
Cuando trabajemos menos, habrá trabajo para todos: la sociedad tendrá más armonía y optimismo, y se facilitará a cada individuo la consecución de la felicidad, pues tendremos más tiempo para dedicarnos a menesteres más gratificantes. La educación no estará dirigida entonces a ser mejores que los demás a toda costa para alcanzar un puesto de trabajo de alto nivel (con la consecuente frustración para todos los que no lo alcanzan), sino a saber disfrutar del ocio, de las artes, del deporte, de las fiestas, de la naturaleza, de la música, de las relaciones interpersonales, de la cultura... La sociedad volverá a valorar el concepto de crear, de progresar y de realizarse en los planos personal y relacional.
Quizá algunos piensen: "Eso es una locura, ya vivo al límite, no puedo ganar menos, no puedo trabajar menos: con lo que se gana en un "mini-job" no me llega ni para pagar el alquiler de mi piso!". Pues habrá que mentalizarse y buscar la solución para asumir esos cambios, incluyendo la bajada de los alquileres y de los precios de muchas cosas. Porque para solucionar el problema del paro y del progresivo deterioro de nuestra sociedad va a ser imprescindible reducir la jornada laboral. Es la única alternativa: es imposible que no siga aumentando el número de desempleados si no reducimos la cantidad de trabajo que hacemos cada uno. Sirve pensar que con el pleno empleo los trabajadores tendremos que pagar menos impuestos, porque ya no hará falta pagar un subsidio a los millones de parados que tenemos ahora mismo.
El progreso y los avances científicos nos obligan a ir en esa dirección. Hoy en día se pueden producir muchos más "bienes" que hace años empleando mucho menos personal. Con la implantación de la reducción de jornada se podrán dedicar más medios humanos a sanidad, educación y a otros servicios, y reducirlos en los sectores primario y secundario. La burocracia será superada por la tecnología informática y de comunicaciones. La sociedad debe ser reorganizada en esa dirección, y ese cambio lo deben liderar nuevos Gobiernos constituidos por los mejores ciudadanos (todo lo contrario de lo que pasa ahora). Se programará la cantidad total de trabajo a hacer (esto es, el conjunto de tareas y el total de bienes que haya que producir para el consumo) y el trabajo necesario para conseguirlo se tendrá que repartir entre todos los ciudadanos útiles. No habrá excedentes. Podremos cuidar mejor el planeta.
Es posible que surja entonces el problema de aquellos que no sepan qué hacer con su tiempo libre. Dicen que eso les pasa a los orientales, a los chinos y japoneses sobre todo. Es lamentable. Pero es una enfermedad que se puede curar. Aplicaremos el tratamiento. Los inadaptados serán atendidos por expertos que les ayuden a integrarse en la nueva sociedad del ocio. Y crearemos empresas que se dediquen a ayudarnos a disfrutar del tiempo libre, y a aumentar nuestra educación y nuestra cultura, campos que servirán para el desarrollo personal: no se valorará tanto la posesión de dinero como la de cultura. Y la gente lo pasará tan bien que perderán las ganas de pelearse y de actuar con violencia: y la paz se impondrá.
domingo, 13 de enero de 2013
Vigo, la ciudad donde se ponen más multas de tráfico.
"Vigo recauda 10 millones de euros al año en multas de tráfico, mientras que Coruña y Santiago juntas recaudan 4 millones".
Sobre las multas de tráfico.
Al Alcalde de Vigo, don Abel Caballero:
Cuando atiendo a pacientes que han tropezado en un bache o zanja paseando por una calle de Vigo, y me dicen que van a denunciar al Ayuntamiento, trato de disuadirles explicándoles que tenían que haber caminado con más atención. Pero si cinco personas me cuentan que han tropezado y caído en el mismo sitio, entonces tengo claro que la responsabilidad es del Ayuntamiento.
Muchos nos sentimos afortunados por vivir en Vigo, pero desgraciados por el hecho de que nuestra ciudad sea, dentro de Galicia, donde los ciudadanos pagamos más en impuestos municipales; y no percibimos que las prestaciones repercutidas sean acordes con lo que se nos exige aportar.
Ahora acabamos de enterarnos de que el Concello que usted preside es el que más recauda por multas de tráfico: unos 10 millones de euros cada año. Resulta una media, por cada ciudadano vigués, de 30€; mientras que en Coruña (donde sólo recaudan 2 millones al año) tocarían a 8€. Demasiadas multas y demasiado caras. Y resulta razonable pensar que si son tantos los multados, gran parte de la culpa es del Ayuntamiento.
Los gobernantes (también los de Vigo) tienen el deber de tratar de facilitar la vida a los ciudadanos. Para eso cobran impuestos y tasas, administran el dinero público para organizar los servicios comunes, y promulgan leyes y reglamentos. Quienes incumplen las normas y leyes deben ser recriminados y castigados; y en algunos casos se les deben imponer multas, para evitar que vuelvan a incumplir la ley. La finalidad del Gobierno Municipal es buscar la calidad de vida y el progreso, la comodidad y la seguridad de los ciudadanos.
Todos tenemos que cumplir las leyes. Pero las leyes tienen que ser justas y razonables. Los gobernantes deben facilitar el tráfico, la circulación y el aparcamiento de coches: pero podría pensarse que a los de Vigo le interesa más dificultarlo para poder seguir poniendo multas.
Limitar la velocidad y poner radares en vías sin peligro, en las que no hay accidentes, no aumenta la seguridad, sino que nos complica la vida y demuestra afán recaudatorio. Tener el servicio de Grúa Municipal más caro de España (130€ en Vigo, frente a 50€ en Santiago o 100€ en Madrid) es un abuso que desangra aún más a muchos vigueses en esta época de crisis. Pagar 3 millones al año a la empresa privada SCI (Servicios de Colaboración Integral S.L.) para que gestione el cobro de multas en Vigo (recibiendo además comisiones), cuando el Concello cuenta con un Departamento de Recaudación propio que podría ocuparse de hacerlo, supone despilfarrar el dinero público y atentar contra los principios (sobre el servicio público) que defiende el partido socialista al que usted pertenece. No mejorar el transporte urbano ni facilitar el aparcamiento público a los vigueses (casi siempre inexistente, o difícil y caro) demuestra incompetencia o desprecio a la ciudadanía. Multar a quien sin interrumpir el tráfico se detiene en doble fila para bajar o subir a un pasajero, o a quien tiene que parar el coche para dejar o recoger a sus hijos en el colegio, es aprovecharse de las necesidades de los vigueses para sacarles los cuartos, en vez de habilitar espacios y sistemas para que podamos llevarlas a cabo. También ha sido incapaz su Gobierno de aumentar la seguridad de nuestras calles, y seguimos siendo líderes en accidentes y atropellos. Le podría hablar de todas las peticiones y propuestas que hemos presentado en el Registro del Concello, sobre mejora de la visibilidad en los pasos de cebra, arreglos de vías deterioradas y peligrosas, o modificación de rotondas que ocasionan continuos conflictos, y de las que seguimos a la espera de respuesta.
Quizá usted siga pensando que los vigueses estamos contentos con su política de subir impuestos y de recaudar en multas. Está usted equivocado. Si muchos vigueses aparcan mal es porque el Gobierno que usted preside ha sido incapaz de resolver el problema de la circulación, y se ha enrocado en una inexistente mayoría, negándose a buscar soluciones en colaboración con todos los colectivos implicados. No puede presumir de que Vigo es una excelente ciudad para vivir, y seguir después explotando a los vigueses como está haciendo.
Estamos seguros de que usted quiere ser un buen Alcalde, don Abel: por eso debe reflexionar y rectificar radicalmente su actitud. Gracias.
PD: Este artículo ha sido publicado en Atlántico Diario el 15 de enero de 2013.
Sobre las multas de tráfico.
Al Alcalde de Vigo, don Abel Caballero:
Cuando atiendo a pacientes que han tropezado en un bache o zanja paseando por una calle de Vigo, y me dicen que van a denunciar al Ayuntamiento, trato de disuadirles explicándoles que tenían que haber caminado con más atención. Pero si cinco personas me cuentan que han tropezado y caído en el mismo sitio, entonces tengo claro que la responsabilidad es del Ayuntamiento.
Muchos nos sentimos afortunados por vivir en Vigo, pero desgraciados por el hecho de que nuestra ciudad sea, dentro de Galicia, donde los ciudadanos pagamos más en impuestos municipales; y no percibimos que las prestaciones repercutidas sean acordes con lo que se nos exige aportar.
Ahora acabamos de enterarnos de que el Concello que usted preside es el que más recauda por multas de tráfico: unos 10 millones de euros cada año. Resulta una media, por cada ciudadano vigués, de 30€; mientras que en Coruña (donde sólo recaudan 2 millones al año) tocarían a 8€. Demasiadas multas y demasiado caras. Y resulta razonable pensar que si son tantos los multados, gran parte de la culpa es del Ayuntamiento.
Los gobernantes (también los de Vigo) tienen el deber de tratar de facilitar la vida a los ciudadanos. Para eso cobran impuestos y tasas, administran el dinero público para organizar los servicios comunes, y promulgan leyes y reglamentos. Quienes incumplen las normas y leyes deben ser recriminados y castigados; y en algunos casos se les deben imponer multas, para evitar que vuelvan a incumplir la ley. La finalidad del Gobierno Municipal es buscar la calidad de vida y el progreso, la comodidad y la seguridad de los ciudadanos.
Todos tenemos que cumplir las leyes. Pero las leyes tienen que ser justas y razonables. Los gobernantes deben facilitar el tráfico, la circulación y el aparcamiento de coches: pero podría pensarse que a los de Vigo le interesa más dificultarlo para poder seguir poniendo multas.
Limitar la velocidad y poner radares en vías sin peligro, en las que no hay accidentes, no aumenta la seguridad, sino que nos complica la vida y demuestra afán recaudatorio. Tener el servicio de Grúa Municipal más caro de España (130€ en Vigo, frente a 50€ en Santiago o 100€ en Madrid) es un abuso que desangra aún más a muchos vigueses en esta época de crisis. Pagar 3 millones al año a la empresa privada SCI (Servicios de Colaboración Integral S.L.) para que gestione el cobro de multas en Vigo (recibiendo además comisiones), cuando el Concello cuenta con un Departamento de Recaudación propio que podría ocuparse de hacerlo, supone despilfarrar el dinero público y atentar contra los principios (sobre el servicio público) que defiende el partido socialista al que usted pertenece. No mejorar el transporte urbano ni facilitar el aparcamiento público a los vigueses (casi siempre inexistente, o difícil y caro) demuestra incompetencia o desprecio a la ciudadanía. Multar a quien sin interrumpir el tráfico se detiene en doble fila para bajar o subir a un pasajero, o a quien tiene que parar el coche para dejar o recoger a sus hijos en el colegio, es aprovecharse de las necesidades de los vigueses para sacarles los cuartos, en vez de habilitar espacios y sistemas para que podamos llevarlas a cabo. También ha sido incapaz su Gobierno de aumentar la seguridad de nuestras calles, y seguimos siendo líderes en accidentes y atropellos. Le podría hablar de todas las peticiones y propuestas que hemos presentado en el Registro del Concello, sobre mejora de la visibilidad en los pasos de cebra, arreglos de vías deterioradas y peligrosas, o modificación de rotondas que ocasionan continuos conflictos, y de las que seguimos a la espera de respuesta.
Quizá usted siga pensando que los vigueses estamos contentos con su política de subir impuestos y de recaudar en multas. Está usted equivocado. Si muchos vigueses aparcan mal es porque el Gobierno que usted preside ha sido incapaz de resolver el problema de la circulación, y se ha enrocado en una inexistente mayoría, negándose a buscar soluciones en colaboración con todos los colectivos implicados. No puede presumir de que Vigo es una excelente ciudad para vivir, y seguir después explotando a los vigueses como está haciendo.
Estamos seguros de que usted quiere ser un buen Alcalde, don Abel: por eso debe reflexionar y rectificar radicalmente su actitud. Gracias.
PD: Este artículo ha sido publicado en Atlántico Diario el 15 de enero de 2013.
sábado, 12 de enero de 2013
España necesita una nueva Bandera.
El Rey Carlos III eligió nuestra bandera actual entre las que le presentaron en un concurso de ideas.
En España, desde la reunificación de los Reyes Católicos se habían utilizado diversas banderas. En 1785 el Rey Carlos III quiso solucionar el problema que suponía que los barcos de su Armada, que llevaban el estandarte de los Borbones de España (fondo blanco con el escudo real) se siguieran confundiendo con los de las otras casas borbonas (las de Francia, Parma, Toscana y de Dos Sicilias). De entre todas las propuestas que le presentaron eligió la bicolor encarnada y amarilla, de tres listas (la central, amarilla, de doble ancho). Los buques españoles empezaron a usar esa bandera, y así se solucionó el problema. Años después la Reina Isabel II, para distinguir sus dominios y ejércitos de los de los Carlistas (que usaban la bandera de los Tercios, la cruz o aspa roja de San Andrés sobre fondo blanco) decidió que la bandera roja y güalda (la planta amarilla de la que se obtenía el tinte de ese color) de la Armada fuera la oficial de todo su Reino. (Enlace sobre la historia de la bandera española).
Carlos III fue un gran Rey, científico y progresista (apoyó la independencia de los Estados Unidos), y no tuvo ningún reparo en cambiar la enseña nacional "para evitar los inconvenientes y perjuicios" (como dejó escrito en la Ordenanza que firmó en Aranjuez) que la situación en ese momento estaba causando.
Seguro que en su época muchos conservadores se resistieron a ese cambio, alegando que había que respetar la enseña nacional que se usaban desde hacía muchos años.
Lo que hace bueno, grande y amable a un País no son los colores de su bandera, sino lo que han hecho y hacen los ciudadanos que pertenecen a esa nación.
En este momento histórico seguimos teniendo un problema con nuestra bandera, y pasa el tiempo, y nadie se decide a solucionarlo.
Querámoslo o no, nos guste o no, la actual bandera de España se contrapone con la bandera de la II República, roja, amarilla y morada (que fue la oficial en España desde 1931 al 39), y es asociada, por muchos españoles, a Franco, a la derecha o a la extrema derecha, a una de las Dos Españas...
En la guerra civil España se dividió en 2, y tuvo 2 banderas. Se cometieron muchas atrocidades por parte de ambos bandos contendientes, y aunque las heridas curan, es difícil olvidar que la bandera "rojigüalda" presidió muchas de esas atrocidades e injusticias, mantenidas durante casi 40 años. Tras la muerte de Franco no se quiso o no se pudo (posiblemente por las presiones de militares y de políticos franquistas que seguían ejerciciendo como tales en los años de la Transición) romper radicalmente con una imagen, con una bandera que representaba ese triste periodo de nuestra historia.
Y lo que no se hizo entonces habría que hacerlo ahora.
Algunos conservadores obcecados querrán seguir negando que el problema que tenemos con nuestra bandera es grave, y mentirán diciendo que esta bandera es la bandera que siempre ha representado a España (algunos vienen a decir que es sagrada, que bajó del cielo, que pensar en cambiarla es un atentado contra la Patria...), y quizá propongan que se espere el paso de los años (y de los siglos) a ver si así, al final, las futuras generaciones se olvidan de lo quye pasó y resuelven el actual problema...
Pero ese problema se puede solucionar como hizo Carlos III: con voluntad de arreglarlo, y con un concurso de ideas. Y a mi me gustaría que se hiciera así cuanto antes.
"Por un día la bandera de España no te convierte en facha".
Ese es el titular de prensa (Ver) y la idea que se repetía a raíz de las victorias de la selección española de fútbol en los campeonatos mundial y europeo. Eso sólo pasa en España.
El otro día, en un evento cultural en Vigo, una niña de 10 años llevaba puesto un pin con una bandera de España. Me fijé en como muchos lo miraban y la miraban; y me resultaba evidente que estaban poniendo una etiqueta peyorativa a esa niña y a su familia: fachas, antigallegos... Le pregunté a la niña por el pin y me dijo sonriendo, inocentemente, que lo había cogido del costurero de su abuela...
El escritor y académico Arturo Pérez Reverte escribió hace años un impresionante artículo titulado "Un facha de siete años". Un niño de esa edad, al ver que algunos amigos llevaban camisetas con banderas de distintos países, pidió a su tío que le regalara una con la de España. Bajó al parque, orgulloso, con su camiseta nueva. Pero diez minutos después subió descompuesto y avergonzado a cambiarse de ropa, se quitó la camiseta y la arrojó arrugada a un rincón, y compungido le contó a su tío (que acudió a preguntar por lo sucedido) que se habían metido con él diciendo que era un facha.
Hace unos años la vuelta ciclista a España pasó por Vigo, y un amigo mío fue con sus hijos y desplegaron una bandera de España en una rotonda: y entonces se les acercaron dos personas (procedentes de un grupo que les miraba con mala cara) a decirles que no les parecía bien que pusieran esa bandera allí. Y hubo bronca.
Estoy seguro que si elegimos una nueva bandera para España esos problemas se solucionarán, y me atrevo a decir que un nuevo símbolo ayudará a que algunos españoles superen traumas del pasado que se les han atragantado; y todos nos sentiremos más unidos y con ganas de colaborar en levantar nuestro País.
La actual bandera de España también se interpreta en algunos sitios (sobre todo en las llamadas Comunidades Históricas, como si las demás Comunidades no tuvieran historia) como símbolo de una amenaza para ese territorio: representa al enemigo, al opresor, al responsable de todos los problemas... Pero ese es otro asunto (el del nacionalismo hispanófobo e independentista) que habrá que resolver poco a poco, mejorando la educación y la apertura de mente...; y también habrá que corregir los sentimiento egoístas que fomentan la desunión, y los efectos de las mentiras históricas que difunden y agrandan los nacionalistas y antiespañoles de esas CCAA.
Pero de momento podemos empezar cambiando la bandera "rojigüalda" y buscando otra, una nueva, que debe simbolizar la Nación y la unidad de todos los españoles. Y qué mejor que volver a hacer, como ya hizo Carlos III, un concurso de ideas.
(Supongo que queda claro que lo expuesto en este Post es una idea y una sugerencia personal. ¿Qué te parece?).
PD: Un excelente ejemplo práctico a seguir: Nueva Zelanda elige nueva bandera por concurso y referendum: Ver noticia.
PD Artículos relacionados con el tema, en este Blog:
- "Hispanidad ficción" VER
- Sobre la Tercera España. VER
- Diez propuestas contra el nacionalismo VER.
En España, desde la reunificación de los Reyes Católicos se habían utilizado diversas banderas. En 1785 el Rey Carlos III quiso solucionar el problema que suponía que los barcos de su Armada, que llevaban el estandarte de los Borbones de España (fondo blanco con el escudo real) se siguieran confundiendo con los de las otras casas borbonas (las de Francia, Parma, Toscana y de Dos Sicilias). De entre todas las propuestas que le presentaron eligió la bicolor encarnada y amarilla, de tres listas (la central, amarilla, de doble ancho). Los buques españoles empezaron a usar esa bandera, y así se solucionó el problema. Años después la Reina Isabel II, para distinguir sus dominios y ejércitos de los de los Carlistas (que usaban la bandera de los Tercios, la cruz o aspa roja de San Andrés sobre fondo blanco) decidió que la bandera roja y güalda (la planta amarilla de la que se obtenía el tinte de ese color) de la Armada fuera la oficial de todo su Reino. (Enlace sobre la historia de la bandera española).
Carlos III fue un gran Rey, científico y progresista (apoyó la independencia de los Estados Unidos), y no tuvo ningún reparo en cambiar la enseña nacional "para evitar los inconvenientes y perjuicios" (como dejó escrito en la Ordenanza que firmó en Aranjuez) que la situación en ese momento estaba causando.
Seguro que en su época muchos conservadores se resistieron a ese cambio, alegando que había que respetar la enseña nacional que se usaban desde hacía muchos años.
Lo que hace bueno, grande y amable a un País no son los colores de su bandera, sino lo que han hecho y hacen los ciudadanos que pertenecen a esa nación.
En este momento histórico seguimos teniendo un problema con nuestra bandera, y pasa el tiempo, y nadie se decide a solucionarlo.
Querámoslo o no, nos guste o no, la actual bandera de España se contrapone con la bandera de la II República, roja, amarilla y morada (que fue la oficial en España desde 1931 al 39), y es asociada, por muchos españoles, a Franco, a la derecha o a la extrema derecha, a una de las Dos Españas...
En la guerra civil España se dividió en 2, y tuvo 2 banderas. Se cometieron muchas atrocidades por parte de ambos bandos contendientes, y aunque las heridas curan, es difícil olvidar que la bandera "rojigüalda" presidió muchas de esas atrocidades e injusticias, mantenidas durante casi 40 años. Tras la muerte de Franco no se quiso o no se pudo (posiblemente por las presiones de militares y de políticos franquistas que seguían ejerciciendo como tales en los años de la Transición) romper radicalmente con una imagen, con una bandera que representaba ese triste periodo de nuestra historia.
Y lo que no se hizo entonces habría que hacerlo ahora.
Algunos conservadores obcecados querrán seguir negando que el problema que tenemos con nuestra bandera es grave, y mentirán diciendo que esta bandera es la bandera que siempre ha representado a España (algunos vienen a decir que es sagrada, que bajó del cielo, que pensar en cambiarla es un atentado contra la Patria...), y quizá propongan que se espere el paso de los años (y de los siglos) a ver si así, al final, las futuras generaciones se olvidan de lo quye pasó y resuelven el actual problema...
Pero ese problema se puede solucionar como hizo Carlos III: con voluntad de arreglarlo, y con un concurso de ideas. Y a mi me gustaría que se hiciera así cuanto antes.
Ref "Los contextos de la Bandera". |
Ese es el titular de prensa (Ver) y la idea que se repetía a raíz de las victorias de la selección española de fútbol en los campeonatos mundial y europeo. Eso sólo pasa en España.
El otro día, en un evento cultural en Vigo, una niña de 10 años llevaba puesto un pin con una bandera de España. Me fijé en como muchos lo miraban y la miraban; y me resultaba evidente que estaban poniendo una etiqueta peyorativa a esa niña y a su familia: fachas, antigallegos... Le pregunté a la niña por el pin y me dijo sonriendo, inocentemente, que lo había cogido del costurero de su abuela...
El escritor y académico Arturo Pérez Reverte escribió hace años un impresionante artículo titulado "Un facha de siete años". Un niño de esa edad, al ver que algunos amigos llevaban camisetas con banderas de distintos países, pidió a su tío que le regalara una con la de España. Bajó al parque, orgulloso, con su camiseta nueva. Pero diez minutos después subió descompuesto y avergonzado a cambiarse de ropa, se quitó la camiseta y la arrojó arrugada a un rincón, y compungido le contó a su tío (que acudió a preguntar por lo sucedido) que se habían metido con él diciendo que era un facha.
Hace unos años la vuelta ciclista a España pasó por Vigo, y un amigo mío fue con sus hijos y desplegaron una bandera de España en una rotonda: y entonces se les acercaron dos personas (procedentes de un grupo que les miraba con mala cara) a decirles que no les parecía bien que pusieran esa bandera allí. Y hubo bronca.
Estoy seguro que si elegimos una nueva bandera para España esos problemas se solucionarán, y me atrevo a decir que un nuevo símbolo ayudará a que algunos españoles superen traumas del pasado que se les han atragantado; y todos nos sentiremos más unidos y con ganas de colaborar en levantar nuestro País.
La actual bandera de España también se interpreta en algunos sitios (sobre todo en las llamadas Comunidades Históricas, como si las demás Comunidades no tuvieran historia) como símbolo de una amenaza para ese territorio: representa al enemigo, al opresor, al responsable de todos los problemas... Pero ese es otro asunto (el del nacionalismo hispanófobo e independentista) que habrá que resolver poco a poco, mejorando la educación y la apertura de mente...; y también habrá que corregir los sentimiento egoístas que fomentan la desunión, y los efectos de las mentiras históricas que difunden y agrandan los nacionalistas y antiespañoles de esas CCAA.
Pero de momento podemos empezar cambiando la bandera "rojigüalda" y buscando otra, una nueva, que debe simbolizar la Nación y la unidad de todos los españoles. Y qué mejor que volver a hacer, como ya hizo Carlos III, un concurso de ideas.
(Supongo que queda claro que lo expuesto en este Post es una idea y una sugerencia personal. ¿Qué te parece?).
PD: Un excelente ejemplo práctico a seguir: Nueva Zelanda elige nueva bandera por concurso y referendum: Ver noticia.
PD Artículos relacionados con el tema, en este Blog:
- "Hispanidad ficción" VER
- Sobre la Tercera España. VER
- Diez propuestas contra el nacionalismo VER.
jueves, 3 de enero de 2013
La mala praxis del Dr. Rajoy.
- El siguiente caso es el paciente de la habitación 113. Parece que está peor. ¿Qué nos puede contar de su paciente, Dr. Rajoy? Los familiares están cada vez más nerviosos, y se quejan de que su médico responsable, o sea usted, no les da ni muchas esperanzas ni muchas explicaciones.
- (R) Eso no es cierto: hablo con ellos con frecuencia y
mando a mis Residentes a que les notifiquen las novedades en el tratamiento. Y
les he dicho que estamos esperando que aparezcan signos de recuperación. Como
ya he explicado, el paciente no acaba de remontar por el mal estado en que nos
lo encontramos, por culpa de los malos tratamientos que recibió del anterior
médico que le atendía.
- Sí, pero cuando usted les pidió a esos familiares que
confiaran en usted, sabía cómo se encontraba el paciente; o al menos tenía que
haberlo sabido antes de prometer que iba a curarlo muy pronto; y les dijo que
con los tratamientos que iba a aplicar enseguida verían cómo se reactivaban las
constantes vitales y disminuía la "parotoxina". Y sin embargo los
parámetros analíticos no mejoran: la "parotoxina" está ya por encima
del 25%, y el paciente no sale de su
postración.
- Yo reitero mi opinión de que la hipertrofia del apéndice
"autonomiforme" es uno de los factores patogénicos principales en ese
caso, y que debería ser intervenido quirúrgicamente cuanto antes: por ahí se
está desangrando su paciente, perdiendo gran parte del interferón que le están
inyectando, incluso el que ha mandado traer de Alemania, que sale muy caro ¿no
cree? Y lo de fragmentar los tratamientos en 17 tomas sigue ocasionando
múltiples desequilibrios, y está conduciendo al abandono terapéutico.
- Además en este caso muchos no entendemos por qué está
usted más preocupado de salvar a la flora bacteriana y a los parásitos que se
han instalado en el paciente, a los que usted califica de sistémicos, que
consumen la mayoría de los recursos, en vez de aportar calorías energéticas
directamente a los tejidos productivos del propio paciente.
- ¿Y no piensa usted, Dr. Rajoy, que disminuyendo el
aporte de "educatina" y "salubrina", como está haciendo,
mermará la capacidad de recuperación de ese organismo que ya está bastante
dañado, lo que a largo plazo puede abocar al fracaso multiórganico? Si no cuida
las partes más sensibles, además del profundo malestar que causa, pueden
gangrenarse los tejidos menos oxigenados y que aparezca una violenta
septicemia: podría ser letal!
- (R) Estimados colegas: tengan paciencia y confíen un
poco más en mi y en mi equipo. Les aseguro que tenemos controlada la situación,
y que queremos curar al paciente. Estamos convencidos de que estamos haciendo
lo que hay que hacer.A finales de este año, o al año que viene, el paciente
empezará a mejorar....
- Ya le hemos oído el mismo discurso demasiadas veces, y
nos tememos que esta vez tampoco se cumplan sus predicciones! Lleva más de un
año sin hacer caso a ninguna de las propuestas
que le hacemos en las sesiones clínicas, a las que incluso a veces no
viene. Pensamos que usted no sabe cómo curar al paciente y está perdiendo el
tiempo y haciendo más daño ¿Qué opina usted del caso, Sr. Catedrático?
- Sr. Rajoy: escúcheme como si yo fuera la voz de su
conciencia hipocrática. Ha tenido usted tiempo suficiente para curar al
paciente, o al menos para mejorarle; pero tiene que reconocer que el paciente
se le escapa de las manos: está cada vez peor. Debo recordarle que cuando un
Médico hace un diagnóstico y aplica un
tratamiento, tiene que esperar que aparezca un efecto clínico
beneficioso en un cierto periodo de tiempo: si ese resultado no se consigue en
el plazo previsto, es que el tratamiento es inadecuado y hay que cambiarlo.
Empecinarse en mantener un tratamiento inadecuado es mala praxis. Y eso es,
permítame que se lo diga, Dr. Rajoy, lo que está haciendo usted. Cabría pensar
que lo hace con la mejor voluntad: pero como se ha dicho en esta sesión
clínica, durante estos meses no ha tenido usted en cuenta las opiniones y
sugerencias de sus colegas, ni algunos parámetros analíticos importantes, ni se
ha atrevido a operar, y se ha centrado en algunos aspectos materiales,
obsesionado por el balance de líquidos, dejando sin atender los aspectos
psíquicos del paciente... Los familiares han denunciado, y con toda la razón
del mundo, que lo que firmaron en el Consentimiento Informado para acceder a su
propuesta de tratamiento no se está cumpliendo. Eso no es ético: está usted
desprestigiando a esta institución, Dr Rajoy, y todos tenemos muy claro que
como consecuencia de su actitud y de sus decisiones la salud de este paciente
ha ido empeorando, pasando de grave a muy grave. Se empeña usted en no
reconocer su fracaso. Hasta aquí hemos llegado. Le conmino, Dr Rajoy, a que
renuncie usted a seguir haciéndose cargo del caso: váyase una temporada a
descansar, pida antes disculpas a la familia del paciente, y haga que elijan
otro equipo médico para que modifique el enfoque terapéutico, a ver si
conseguimos no perder al paciente. Debe hacerlo enseguida, antes de que la
familia pierda la paciencia. ¿Le ha quedado claro?
- (R) Esto, ejem, si, pero...
- No hay peros que valgan! Voy a hablarle más claro
todavía: dimita ya, con su equipo de asesores, y que el Parlamento nombre un
nuevo Gobierno. O mejor aún, convoque elecciones anticipadas. Se levanta la
sesión clínica!
martes, 1 de enero de 2013
Localismo, globalidad y gozo: gallego desde hace 30 años!
Mi verdadera nacionalidad es la humanidad.
La sociedad en la que vivo es la que habita el planeta tierra.
Juntos acabamos de comenzar a dar otra vuelta al sol, y tardaremos 365 días en hacerlo. Mantenemos la esperanza de darle también la vuelta al mundo, de hacer lo posible este nuevo año, numerado como 2013 de la Era Común, para avanzar hacia las metas que compartimos todos los hombres sensatos y altruistas.
Para eso hará falta una justicia universal, una organización global que vele por la igualdad, que proteja nuestro mundo de los egoístas, materialistas y desaprensivos. Para lograr esas metas tiene que renovarse y cambiar la mentalidad de la gente, empezando por la nuestra: la tuya y la mía.
Antes las razas vivían separadas y había discriminación en muchos sentidos.
Gracias a todos los que han colaborado para ello, hemos cambiado mucho: se ha impuesto la idea de que todos los hombres somos iguales. Pero debe seguir creciendo la implantación efectiva de los derechos humanos. Hay todavía mucho trabajo por hacer.
Y se debe consolidar el pacifismo: tenemos que resolver los problemas siempre amigablemente. El mundo no aguantaría otra guerra global: sería letal. Por eso la violencia a ciertos niveles es hoy en día un suicidio (y al decir esto pienso en los conflictos entre Israel e Irán, o entre las dos Coreas).
La globalidad se impone. La unión nos beneficia a todos: nosotros ganamos y los otros ganan. Las fronteras tiene que desaparecer. Son muros que marcan diferencias y discriminaciones, originadas por el aislamiento y el localismo, y mantenidas por la insolidaridad y el egoísmo, por complejos de superioridad que tiene mucho que ver con el racismo.
Aunque no por eso deja de haber problemas locales que deben resolverse localmente, ateniéndose a las leyes y costumbres del lugar.
A la vez que español, europeo y ciudadano del mundo, soy y me siento gallego. No me siento ni soy menos gallego que los demás por el hecho de haber nacido en Madrid. No supone ningún mérito personal haber nacido en un sitio o en otro.
Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra gallego tiene varios significados. Los fundamentales son: Natural de Galicia. Perteneciente o relativo a esa comunidad autónoma de España. En algunos países de América (dicho de una persona): nacida en España o de ascendencia española. Lengua de los gallegos.
Según nuestro Estatuto: "gozan de la condición política de gallegos los ciudadanos españoles que, de acuerdo con las Leyes generales del Estado, tengan vecindad administrativa en cualquiera de los Municipios de Galicia".
Yo gozo de ser gallego (y de ser vigués) hoy especialmente, al cumplir 30 años desde que me vine a vivir a esta tierra.
A miña ledicia desbórdase neste aniversario. Parabens, e os meus mellores desexos para este novo ano.
La sociedad en la que vivo es la que habita el planeta tierra.
Juntos acabamos de comenzar a dar otra vuelta al sol, y tardaremos 365 días en hacerlo. Mantenemos la esperanza de darle también la vuelta al mundo, de hacer lo posible este nuevo año, numerado como 2013 de la Era Común, para avanzar hacia las metas que compartimos todos los hombres sensatos y altruistas.
Para eso hará falta una justicia universal, una organización global que vele por la igualdad, que proteja nuestro mundo de los egoístas, materialistas y desaprensivos. Para lograr esas metas tiene que renovarse y cambiar la mentalidad de la gente, empezando por la nuestra: la tuya y la mía.
Antes las razas vivían separadas y había discriminación en muchos sentidos.
Gracias a todos los que han colaborado para ello, hemos cambiado mucho: se ha impuesto la idea de que todos los hombres somos iguales. Pero debe seguir creciendo la implantación efectiva de los derechos humanos. Hay todavía mucho trabajo por hacer.
Y se debe consolidar el pacifismo: tenemos que resolver los problemas siempre amigablemente. El mundo no aguantaría otra guerra global: sería letal. Por eso la violencia a ciertos niveles es hoy en día un suicidio (y al decir esto pienso en los conflictos entre Israel e Irán, o entre las dos Coreas).
La globalidad se impone. La unión nos beneficia a todos: nosotros ganamos y los otros ganan. Las fronteras tiene que desaparecer. Son muros que marcan diferencias y discriminaciones, originadas por el aislamiento y el localismo, y mantenidas por la insolidaridad y el egoísmo, por complejos de superioridad que tiene mucho que ver con el racismo.
Aunque no por eso deja de haber problemas locales que deben resolverse localmente, ateniéndose a las leyes y costumbres del lugar.
A la vez que español, europeo y ciudadano del mundo, soy y me siento gallego. No me siento ni soy menos gallego que los demás por el hecho de haber nacido en Madrid. No supone ningún mérito personal haber nacido en un sitio o en otro.
Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra gallego tiene varios significados. Los fundamentales son: Natural de Galicia. Perteneciente o relativo a esa comunidad autónoma de España. En algunos países de América (dicho de una persona): nacida en España o de ascendencia española. Lengua de los gallegos.
Según nuestro Estatuto: "gozan de la condición política de gallegos los ciudadanos españoles que, de acuerdo con las Leyes generales del Estado, tengan vecindad administrativa en cualquiera de los Municipios de Galicia".
Yo gozo de ser gallego (y de ser vigués) hoy especialmente, al cumplir 30 años desde que me vine a vivir a esta tierra.
A miña ledicia desbórdase neste aniversario. Parabens, e os meus mellores desexos para este novo ano.
Treinta años trabajando y disfrutando en Galicia. En la foto, con compañeros de trabajo (Escuela Universitaria de Enfermería, UdVigo) las pasadas navidades. (El de la guitarra soy yo). |