Cincuenta mil vigueses han votado a su lista: 50.045 en concreto. Si los comparamos con los 300.000 habitantes de Vigo parecen pocos. Los socialistas de Vigo no han ganado las elecciones: las ha ganado el PP (61.616 votos, el 42%). Sin embargo, el porcentaje de votantes a Abel Caballero ha subido desde un 29 hasta un 34%. ¿Cómo es posible?
Los vigueses bien informados pensamos con asombro en sus muchas promesas incumplidas. Tras cuatro años siendo Alcalde, Abel tenía que haber dicho: Estimados vigueses, os prometí tantas cosas que no he hecho, que os pido que no me votéis. Además dije que si el Ave no llegaba a Vigo el 2012, o que si las Cajas se fusionaban y la central se iba de Vigo, no me presentaría a la reelección. Y por lo tanto no me presento y os pido perdón por el daño que os he hecho, por no tener una Ciudad de la Justicia como prometí, ni un Albergue para los sin techo como prometí, ni una Biblioteca Estatal en Vigo como prometí..., y por haber dejado a Santi Domínguez que tuviera el 50% del poder, permitiéndole gastar sin ningún control millones de euros de vuestro dinero, como por ejemplo en la oscura maniobra de la compra de la pinacoteca, sin criticarle nada durante estos 4 años para no perder yo el sillón de la alcaldía, ya que necesitaba su apoyo a toda costa... Pido perdón por haber despilfarrado 80 millones de euros arreglando calles de Vigo, que muchas de ellas no estaban estropeadas, en vez de haber dedicado ese dinero a crear empleo, ya que con esa fortuna sólo se empleó temporamente a unos dos mil trabajadores, la mayoría de ellos portugueses según parece... Pido perdón por la discriminación hecha a miles de niños vigueses, que no han tenido acceso a las becas municipales para estudiar inglés en el extranjero por el simple hecho de que están matriculados en colegios concertados. Pido perdón por haber hecho imposible aparcar en el centro de Vigo sin pagar una pasta a los dueños de los aparcamientos, que se están forrando gracias a las generosas concesiones que les he hecho. Pido perdón por el daño hecho a tantos pequeños comerciantes, mejor dicho a los 3000 ex-pequeños comerciantes de Vigo (que han tenido que cerrar). Pido perdón por haber gastado millones de euros en publicidad, que se podían haber invertido en educación y en sanidad. Pido perdón por las risas que puedan causar la imaginación y las manipulaciones de los publicistas: falan os feitos, a cidade máis limpa de España, Vigo gaña...
Pienso que decir eso y retirarse hubiera sido lo más honrado.
Abel Caballero ha sido criticado incluso por los afiliados de su propio Partido: no permitió ni siquiera elecciones internas para elegir candidato. Se han alejado de él personas queridas y eficaces del socialismo vigués, como la Concejala de Educación. Los asesores que le rodean han dado jocosas muestras de incompetencia (por ejemplo, al editar la revista A transformacion dunha cidade, con una introducción firmada por el alcalde que tiene 19 faltas de ortografía) y de discutible educación (“usted no sabe con quien está hablando”, le dijo el otro día la segunda de la lista socialista a un padre de familia que le recriminó por fumar en un sitio donde no está permitido).
La explicación a este aparente enigma es que la tarea principal de Abel Caballero durante estos 4 años, a lo que ha dedicado sus mayores energías, no ha sido a gobernar Vigo con justicia, sino a la auto-promoción, a la propaganda, a la publicidad: haciendo creer a las masas que todas sus promesas ya estaban realizadas o en vías de realizarse (y los proyectos no realizados se debían al boicot de Feijóo, de Porro o del PP, enemigo declarado de Vigo según nuestro alcalde). Su preocupación era salir todos los días en la prensa inaugurando cosas, con músicos, con pianos, y con su camarilla; sus programas populistas en Televisión donde prometía conseguir los deseos de cada vigués que podía hablar con él (aunque después se negara a recibir a colectivos que exigían reivindicaciones justas y necesarias); las inversiones desorbitadas en estética de las calles, que son un insulto a los parados pero gustan a los jubilados y gentes sin problemas económicos; el acoso y derribo a las asociaciones de vecinos que le criticaban, o a periódicos como La Voz de Galicia, a quien también calificó como enemigo de Vigo; los regalos de almohadones, las gratificaciones indiscriminadas a funcionarios y bomberos, y las subvenciones a sus adeptos... El pago de 150.000 euros a Faro de Vigo para que "cuidara" la imagen de la Alcaldía (teniendo en contra un informe del Interventor Municipal de Vigo, que consideraba ese pago personal del alcalde no procedente...) (...y luego critican a Baltar por repartir 60 billetes de 50 euros en un Mitin: pues a mi ésto me parece más grave).
Abel Caballero no ha hecho política, sino publicidad. Y ha conseguido engañar a unos cuantos miles de vigueses. A quien hay que felicitar por su triunfo es a su gabinete de prensa: ahí sí que eligió bien.Y lo preocupante es que estos 4 años que vienen puede seguir haciendo lo mismo. Y llevar la Ciudad al caos.
Compinchado con el BNG, corresponsable del desgobierno de Vigo y responsable del despilfarro de la bicefalia que hemos sufrido.
Al BNG le da igual tener 1 que 3 que 5 concejales: si son necesarios para que Abel vuelva a ser Alcalde, como lo son, Santi le pedirá a Abel todo lo que quiera. Y Abel se lo dará. Y lo seguiremos sufriendo. ¿Hay alguna manera de evitarlo?
Algo habrá que hacer.
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