En este cuaderno de bitácora escribo sobre temas políticos, sociales y culturales. Pero hoy voy a hacer una excepción, porque se ha producido un cambio importante en mi vida: ya no trabajo en Povisa. Y quiero enviar un cordial saludo no sólo a los 1500 trabajadores actuales del Centro, sino también a los antiguos, uniendo a esta despedida unas breves explicaciones.
Llegué a este Hospital en diciembre de 1983. Gracias a Povisa me quedé en Galicia. He disfrutado trabajando aquí durante estos 28 años, sin faltar ni un día. Y no me ha hecho falta que me dijeran que tenía que tratar bien a los pacientes, porque siempre lo he hecho. He procurando dar siempre lo mejor de mí en toda la actividad asistencial, científica y docente que he realizado. Los que me conocen saben que trabajo con esfuerzo y eficacia; si eso y mi dedicación exclusiva han beneficiado a la empresa que ahora dejo, también hay que reconocer que yo también he salido beneficiado de estos años, porque Povisa es un magnífico Hospital y el ejercicio de la medicina es una actividad muy enriquecedora. He curado, he aliviado, he consolado... he tratado personalmente a varios miles de pacientes cada año. Me vienen a la memoria tantos enfermos atendidos estos años, compartiendo momentos tristes y alegres con ellos, con sus familiares y amigos; muchas operaciones, muchas prótesis (una vez, en una semana llegué a poner 5, de cadera y rodilla), muchas manos catastróficas, muchos yesos, muchas recetas...; muchas horas de estudio y trabajo, sesiones clínicas, charlas y congresos; muchas guardias de 24 horas, con algunas noches sin parar de atender accidentados. Días de tensión con casos que se complicaban; desvelos y momentos duros; lágrimas con la muerte de algún paciente... También, por supuesto, muchas satisfacciones y alegrías por el trabajo hecho y por los buenos resultados, tantas veces valorados y agradecidos por los pacientes... Y gracias a Povisa encontré al amor de mi vida, y "me llevé" a la mejor secretaria del Hospital, que se casó "con un trauma". Gracias, pues, a Povisa por todo ello.
Povisa es el edifico en el que he pasado más horas de mi vida. He compartido trabajo con tantas personas estupendas... a quienes agradezco sus detalles de ayuda y compañerismo, y que soportaran mis peculiaridades y mis chistes malos... A algunos compañeros de Povisa también les agradezco su cercanía y su amistad, nacida en el ambiente laboral pero que lo ha trascendido, y que forma parte de lo mejor de mi vida: espero que nuestra amistad perdure y se reactive con cada encuentro.
He andado un gran trayecto de mi vida en Povisa. Y por eso estos momentos son "morriñentos". Debe ser algo parecido a lo que siente un emigrante cuando deja su tierra y a sus seres queridos para irse a otro sitio, con la esperanza de mejorar. Es duro.
Me viene a la cabeza un refrán que dice: "se obedece con gusto cuando el que manda es justo". Y llevo tiempo, especialmente los 3 últimos años, yendo a Povisa a disgusto. Me asombro cuando leo los consejos que dan los expertos a los empresarios para que saquen adelante sus empresas y triunfen: cuidar su "capital humano", valorar a las personas y tratarlas bien... y lo comparo con lo que a veces pasa en Povisa. Si a un trabajador le engañan y le obligan a trabajar 6 horas más cada semana sin pagárselo, respondiendo a sus protestas con desprecio, amenazas y penalizaciones, es natural que esos abusos produzcan un malestar creciente. La deuda creada aún no se ha saldado... En fin, debe ser que los manuales en los que han estudiado algunos jefes van por otra línea. Y a lo mejor esperan pagar sus deudas en el más allá... Ojalá que algún día cambien, al menos, de manual: por el bien sobre todo de los excelentes profesionales que hay en Povisa.
Podría haber hecho otras cosas pero al final he pedido la excedencia, y ya soy el nuevo traumatólogo del Hospital El Castro (Perpetuo Socorro) de Vigo. No voy a ganar más dinero, pero voy a ser tratado con respeto y justicia. Y sobre todo, voy a poder ser más feliz, trabajar más a gusto, y tener más tiempo para mi familia, y entre otras cosas también para la política, donde como sabéis me he metido para arreglar los graves problemas de nuestra sociedad, para que acabe la corrupción y se haga justicia. (Y que no me entere yo de que seguís votando a los de siempre: ¡ni PeSoe ni Pepé: vota a UPeyDé!)
Recibid mi adiós, que es también un hasta siempre, echando de menos la despedida personal y el abrazo que la ocasión merecía:
Pedro Larrauri. Traumatólogo de Povisa 1983-2012.
PD: Por si viene por aquí alguien nuevo, aclaro que entre los años 2013 y 2014 se acabó -amargamente- mi relación con UPyD: al final descubrí que eran más de lo mismo, un fraude de profesionales de la política que nos engañan y no permiten la democracia interna... pero sigo buscando gente decente con la que colaborar para arreglar el mundo... ;) Te animo a hacer lo mismo!
Gracias Pedro por haberte conocido. Me alegro mucho al saber que vas a se mas feliz, aunque pase por dejar de trabajar contigo. Sabes donde tienes a un amigo. Un abrazo. Javier (JF).
ResponderEliminarHola Pedro. Te deseo lo mejor en esta aventura. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Un abrazo muy fuerte. Fernando Franco
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ResponderEliminarHe retirado el anterior comentario (que según parece circula por facebook) por no corresponder el tema a esta entrada del Blog, al hacer referencia a los consentimientos informados en gallego (tema del Post del 18 de enero), y por contener insultos (usa los términos racismo y racista) que al no quedar completamente razonados podrían ser infundados o calumniosos; y en cualquier caso no interesan a los lectores de este Post.
ResponderEliminarTe deseo que seas muy feliz tanto profesional como personalmente en esta nueva etapa de tu vida. Ha sido un placer haberte conocido y compartido tantos momentos profesionales y tantas guardias. Un fuerte abrazo y estoy segura de que seguiremos siendo amigos haya donde nos veamos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus atenciones a mi familia. Todos te estimamos y te deseamos lo mejor.
ResponderEliminarAntonio Pato
Mucha suerte en tu nuevo trabajo y en tu actividad política. A tu disposición si algún día me necesitas, como tú estarás a la mía. Un abrazo. Jesús Ibáñez
ResponderEliminar¡¡Mucho animo, y mucha suerte!!.......
ResponderEliminarPedro Enrique (no conseguiste que cuajara, Pedro María)
Te deseo mucho éxito en tus nuevos proyectos. Un saludo. Maca de la Puente
ResponderEliminarGracias por los buenos momentos juntos. Mucha suerte en tu nuevo trabajo. Besos. Loli.
ResponderEliminarTe deseamos lo mejor profesional y personalmente. Un saludo. Alberto.
ResponderEliminarMe alegro mucho por ti. Muchos recuerdos y un abrazo. Jesús.
ResponderEliminarHola Pedro, no quisiera dejar de aprovechar esta oportunidad para darte la enhorabuena y desearte la mejor de las suertes en esta nueva etapa. Espero que te permita crecer todavía más como persona. Un abrazo, M. Vieito.
ResponderEliminarTe deseo que tengas mucha suerte y sobre todo que seas muy feliz en tu nueva andadura/aventura... Siempre tendrás un lugar en mi memoria, por algo fuiste el primero en dejarme usar el bisturí... Gracias por esa confianza, y por tanto chiste malo en quirófano!!! Te echaremos de menos. Carolina.
ResponderEliminarGracias a todos y cada uno de los que me habéis mandado saludos o palabras de ánimo, tanto a través de este Blog como por correo. Siempre ayuda notar la cercanía y la empatía de gente estupenda. Graciñas.
ResponderEliminarCon mis mejores deseos para tu futuro. Donde sea que estés. Donde sea que "destraumatices" a tus Pacientes ( mira que tienen paciencia, eh ?? ). Gracias pòr tus consejos. Y por no visitar mucho la Planta. Animo y saludos. Salud y hasta la vista.
ResponderEliminar( Y ahora, en serio: te consideras un "POLITRAUMA" ? ) GT
Suerte brother!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar:)
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ResponderEliminarAcabo de borrar el comentario de un anónimo que no aporta nada a este Blog, y que no entiende que este es mi Blog personal, y no la página oficial de UPyD. Espero que si vuelve a entrar aquí lea el comienzo de este post y opine sin faltar al respeto.
ResponderEliminarMe hace gracia que me critique que mezcle mi vida personal con UPyD. Eso resulta imposible salvo para los esquizofrénicos. Yo soy una persona con una vida, y en este Blog puedo poner todo lo que considere importante. Nadie está obligado a leerlo. Saludos a todos, incluso al anónimo citado: espero que lo entiendas.
Bueno, acabo de leer esta entrada, y me parece que resalta un lado de humanidad considerable con un toque de profesionalidad avalado por los comentarios. Sí, es cierto que Povisa, cuando era Povisa y el Dr. de Sas todavía visitaba las plantas, llegó a ser un referente de la medicina privada en España. Lo malo es cuando alguien ajeno a la sanidad mete las manos dentro. Y que un señor que sabe mucho de remolcar barcos (está pendiente el juicio del Prestige en el cual el apellido del señor al que me refiero va a salir, y muchas veces) acabe al frente de un gran hospital, sólo indica una cosa: si soy empresario, que no sanitario, vengo a cumplir mi objetivo, es decir, ganar dinero. Lícito, sí, pero en detrimento de muchos valores, de personas, de servicios... Povisa no es un remolcador, Povisa ERA un referente. Gracias Doctor, buena suerte en la nueva andadura... "Walter".
ResponderEliminarGracias por tu comentario Walter.
EliminarUna gran perdida para Povisa. Yo lo conocí porque operó a mi hermana de sus dos pies y además del muy buen resultado de la operación destaco también su corrección y amabilidad, su interés por el paciente y su educación.. Y digo destaco porque son valores que en estos tiempos es difícil encontrar. Acabo de enterarme, buscando en el cuadro clínico de una empresa sanitaria que ya no está en Povisa.... pues lo dicho... una gran pérdida para Povisa...lamentable que una empresa no tenga en cuenta que su imagen la determinan el nivel y la calidad de sus trabajadores...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Alicia.
EliminarTu comentario se me "traspapeló": disculpa no haber respondido hasta ahora
Perdón por entrar en este blogspot, pero donde le puedo llamar para hablar con usted , quería ir a su consulta pero vivo en Gijon y es un viaje muy largo si no me sirve para mi problema, leí que según usted la osteoporosis se cura pero tengo muchos problemas con las medicaciobes
ResponderEliminarHola anónimo.
EliminarMi correo electrónico lo puede encontrar en este blog: es
larrauri.vigo@gmail.com
Y por las mañanas me puede encontrar habitualmente en el Hospital El Castro de Vigo (y los mièrcoles por la tarde): teléfono 986411466
Un saludo: Pedro L.
Muchas gracias
ResponderEliminarGracias Pedro operaste mi mano en tus ultimos dias en Povisa.Gran doctor y excelente persona.Exito
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