Mi enfado por todo lo demás me lleva a escribir estas letras, a modo de crítica, con la esperanza de que las lea alguien con sentido y responsabilidad y tome medidas. Los vigueses (y gentes venidas de fuera) no nos merecemos el maltrato y la falta de respeto que nos ofrecen reiteradamente los responsables del Auditorio de Vigo.
El concierto comenzaba a las 21:00. Los que llegamos a las 20:15 ya tuvimos que esperar cola para conseguir las entradas, pues una sola persona atendía en taquillas y tenía que buscarnos en la lista e imprimir los tikets. Según se acercaba la hora de comienzo, la cola aumentaba, y en todos los colistas crecía también el nerviosismo y la preocupación por entrar tarde, con el concierto ya empezado, a pesar de haber llegado con antelación suficiente.
Quizá fue por ese motivo (para reducir el número de los que entraron tarde) por el que el comienzo del concierto se retrasó 25 minutos. A las nueve y veinte algunos espectadores empezaron a dar palmas; a las nueve y veintitrés salió al estrado una responsable y pidió disculpas, alegando que se trataba de un problema informático.
Aparte no había programa. Se lo pedí a la entrada a una persona de la organización y me confirmó que no había, pero le echó la culpa a la Real Filarmónica. ¿La Orquesta tiene que hacer el programa? Es la primera vez en mi vida que voy a un concierto de música clásica y me quedo sin saber el título y el autor de cada pieza que interpretan.
Aparte la cafetería estaba cerrada. Ya lo estaba la última vez que fuimos al Auditorio a un concierto de corales. Ayer casi mil personas sin posibilidad de tomar nada. Nos dijeron que había dos máquinas expendedoras, de bebidas y de café: pero no funcionaban bien (no aceptaban las monedas) y fueron pocos los que, tras muchos intentos, consiguieron su objetivo. Tuvimos que cruzar en el descanso a la cafetería del Hotel de enfrente a beber algo.
Tampoco funcionaba el aire acondicionado, o no lo quisieron poner, y pasamos calor. Y aparte de todo esto no ha mejorado nada el problema del entorno del Auditorio, que sigue sucio y abandonado, incluso se podría decir que peligroso...
En fin, un cúmulo de errores, déficit y despropósitos, que se repiten con el paso de los años, y que demuestran que los responsables del Concello de Vigo y del Auditorio tienen mucho que mejorar.
Al público se le llama "el respetable", y debe ser respetado.
La cola a las nueve menos diez, desde la entrada. |
Los músicos ocuparon sus asientos a las nueve menos cinco, y tuvieron que esperar media hora para empezar. |
La cola a las nueve y cuarto, foto tomada desde dentro del auditorio. |
La única "cafetería" para atender a mil personas, y no funcionaba. |
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