Es indudable que somos el País del Mundo que más trasplantes realiza en relación con su población.
Pero la cuestión es saber si eso es bueno o malo... ¿Cantidad es lo mismo que calidad? ¿Y a qué precio hacemos más trasplantes que los demás? ¿Hay intereses ocultos y gente que se aprovecha? ¿Compensa ese gasto...?
Es evidente que si en otros países no hacen más trasplantes no es porque no puedan, sino porque no quieren. Y no quieren porque saben que los medios son limitados y hay que emplearlos bien: y los responsables de la salud pública han decidido que no les compensa el gasto de hacer tantos trasplantes, porque no es eficiente ni beneficioso para la salud de toda la población...
En España en cambio el dinero público parece que no es de nadie, y nuestros gobernantes han demostrado su irresponsabilidad.
Como se ha denunciado, el modelo de la ONT (organización nacional de trasplantes) está "dopado con dinero" (Ver artículo denuncia), y no hay transparencia sobre el gasto en trasplantes.
Hace dos años una eurodiputada checa denunciaba en el Parlamento Europeo la absoluta falta de transparencia y la complicidad de las autoridades sanitarias en España (Ver).
En España los gestores políticos deciden por los médicos, y no se atienden a criterios científicos sino a intereses publicitarios y electoralistas.
Tampoco hay criterios unificados de indicación de trasplantes en las diversas Comunidades, aumentando la falta de equidad.
Artículo denuncia: Ver Referencia. |
En Galicia por ejemplo los trasplantes solo se hacen en Coruña y Santiago, pero no en Vigo, que es la ciudad más poblada: se ha publicado que un cirujano que hace trasplantes gana 150.000 €/año, y otro que no los hace, trabajando lo mismo, gana 60.000 (Ver). Me han contado peleas entre Jefes de Servicios Médicos en Coruña para conseguir hacerse con la exclusividad de esa actividad... ¿no les suena a mafia?
Nuestros políticos y la gente interesada en el negocio presume de realizar muchos trasplantes, pro no nos dicen lo que se gastan. Tampoco sabemos los resultados de esas operaciones, ni podemos comprobar si se hacen bien y evolucionan bien todos los trasplantes que se hacen (para poder ajustar las indicaciones por ejemplo). Y no sabemos cuántos años de vida sana proporcionan a los enfermos trasplantados, y cuántos años de salud y de vida se podrían conseguir si parte de esos medios gastados en el oscuro mundo de los trasplantes se emplearan en otros ámbitos de salud que son muy necesarios para la población general.
Basarse en el número de trasplantes para presumir es superficial e imprudente, y puede encubrir falta de ética y despilfarro: sería como si presumiéramos de tener más aeropuertos fantasma que nadie (aunque no funcionen: Ver), o más vías de trenes de alta velocidad (Ver), o más plantas desaladoras de agua que no son rentables (Ver)..,, aunque luego no tengamos dinero para pagar bien a los profesionales, o para tratamientos, o para dependencia, o para pensiones...
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