Cuando hace poco le preguntaron al antes actor y ahora diputado de UPyD su
opinión sobre el rechazo de Rosa Díez a la propuesta de su cabeza de lista en
el Parlamento Europeo, Francisco Sosa Wagner, quien pidió que su partido uniera esfuerzos con la
formación liderada por Albert Rivera para llegar a acuerdos y acudir juntos a las siguientes elecciones, Toni Cantó dijo: “no fue la
portavoz nacional de la formación, Rosa Díez, sino más del 90% de los afiliados
los que decidieron en el Congreso que el partido celebró antes de las
elecciones europeas no concurrir con Ciudadanos en los citados comicios” (Ver).
Eso también lo han dicho otros dirigentes de UPyD. Pero no es cierto. Al Congreso de UPyD de noviembre asistieron casi
500 Delegados (uno de ellos Toni Cantó), en representación de los afiliados. Pero fueron sólo 120 los que votaron y rechazaron esa propuesta
(pactar con Ciudadanos) (Ver). Además esos 120 Delegados habían sido “seleccionados”
por los organizadores del Congreso (Rosa Díez y el coto cerrado de sus amigos del
Consejo de Dirección) para constituir la Comisión de Organización y Estatutos.
Hubo afiliados que habían presentado ponencias para esa Comisión, y pidieron participar en ella, pero fueron
enviados a otras Comisiones. Y curiosamente esa Comisión (con los 120 "elegidos") fue la que aprobó modificar los
Estatutos de UPyD y prolongar de dos a tres legislaturas el periodo máximo en
que un afiliado puede ocupar un cargo, algo que atenta contra los principios
del Manifiesto de UPyD, que establece como valor a defender la limitación de
mandatos (Ver). Hay que añadir que muchos de los Delegados del Congreso habían sido
elegidos con la “ayuda” del Consejo de Dirección, que distribuyó listas de
recomendados ("listas secretas", dijeron algunos: Ver) entre los afiliados de base para que votaran a los candidatos a Delegados preferidos por el "aparato" del partido. Cuando algunos afiliados protestaron
por ese motivo, el nº 2 de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, dijo: “si no
les gusta, que se vayan” (Ver).
Por tanto, cuando Toni
Cantó afirmó que más del 90% de los afiliados habían rechazado en ese Congreso pactar con
Ciudadanos no estaba diciendo la verdad. Pensando que no tenía intención de engañar, debemos concluir que no se enteró de lo que había pasado, y que después repitió las falsas consignas que escuchó en UPyD.
En esa misma entrevista Toni Cantó rechazó que en UPyD
hubiera “prácticas autoritarias”, como había escrito Sosa Wagner en su famosa carta en El Mundo. "UPyD es un
partido profundamente democrático", afirmó el ex actor y ahora
político, añadiendo: “Los que deciden son los afiliados, hay debate”. Y Toni Cantó dijo que él no sabía nada de las "expulsiones" de afiliados que
también mencionaba el eurodiputado de UPyD: "No conozco expulsiones,
conozco gente que se ha ido", manifestó. "No sé dónde mira Paco, eso
se lo tendrán que preguntar a él. Yo puedo hablar de cuál es mi experiencia
dentro del partido”.
Toni Cantó no puede decir que no ha vivido y experimentado el
autoritarismo que hay en UPyD. Yo mismo le entregué en mano una carta, hace dos
años, haciéndole partícipe de los problemas que los afiliados de UPyD de
Galicia estábamos teniendo, pidiéndole ayuda, solicitándole que se lo dijera a Rosa
Díez (por aquel entonces yo era de los ingenuos que pensaban que Rosa era inocente y que no estaba
al tanto de las muchas irregularidades que se cometían dentro del partido: pero
ahora ya sé que estaba muy equivocado). Eso ocurrió en una asamblea de afiliados gallegos
celebrada en Pontevedra, el 15 de septiembre de 2012. Quizá Toni no leyó la
carta (donde explicaba esos problemas). Nunca me contestó. Pero se tuvo que enterar, porque fue testigo de lo
que dijimos en esa Asamblea, en la que estaba presente como invitado de honor,
en la mesa, Carlos Martínez Gorriarán. Varios afiliados se levantaron y
apoyaron mis protestas. Carlos nos respondió lo que ya sabemos: que si no nos
gustaba cómo llevaban ellos UPyD, que nos fuéramos del partido, pero que no incordiáramos. Siguieron (en esa asamblea) las protestas por el fraude que se había cometido en las primarias, en las que Juan Luis Fabo había impuesto a su candidato (José Canedo, que luego le salió rana) saltándose los Estatutos y riéndose de los afiliados (Ver). Y entonces subió al estrado Elvira García, compañera de fatigas de Fabo y dirigente del Consejo de Dirección
de UPyD, que no pertenece a la agrupación de afiliados Gallegos que estábamos
reunidos en esa asamblea territorial: tomó la palabra sin pedir permiso y dijo que
ya no permitía más debate, y que la asamblea se había terminado ya! Actuó autoritariamente, desautorizando
a nuestro Coordinador Territorial que presidía esa Asamblea, al que no le
dejó ni hablar. Realmente el presidente de esa asamblea no era el legítimo
Coordinador Territorial de Galicia, Andrés Mosquera, que había sido elegido por los afiliados
gallegos, pero al que Fabo y Elvira se habían cargado cuatro meses antes (le
censuraron y le presionaron hasta que se hartó y se fue de UPyD), sino que presidía la asamblea el Responsable de la Gestora, Carlos Oliva, puesto a dedo por la propia Elvira
y por Fabo: y que como "mandado" y como "estómago agradecido", no se atrevería nunca a
contradecir o a enfrentarse a sus "benefactores". Toni Cantó fue testigo de esas
muestras de autoritarismo, por lo que no puede decir sin faltar a la verdad que en su experiencia en
UPyD no conoce que haya autoritarismo.
Y sobre las expulsiones de afiliados, creo que es imposible que Toni
Cantó esté tan en la luna como para no conocer casos como los de Javier Carroquino, que
era Coordinador de UPyD en Aragón y fue expulsado tras proponer en el Consejo
Político que se usara un sistema de listas abiertas para elegir a los miembros del Consejo de
Dirección, algo a lo que Rosa Díez se opuso con vehemencia (Ver); o como Valia Merino, quien en el Congreso de 2009 se atrevió a presentar
una candidatura alternativa a Rosa Díez para dirigir el partido (Ver); o como el
concejal de Getafe José Luis Morato, quien manifestó mínimas críticas al partido
y fue expulsado sin abrir ni siquiera expediente (UPyD alegó que llevaba meses
sin pagar su cuota de afiliado) (Ver); o como la concejala de Santoña, Maria fernanda Linares (Ver) que recibió la
nota de baja del partido a raíz de una entrevista en la que manifestaba sus críticas
a la Coordinadora Territorial de Cantabria; o como en mi caso (Ver), que fui destituido
de mis cargos de Coordinador de Vigo en un procedimiento sancionador donde Elvira
García mentía reiteradamente y se incumplían los Estatutos, sin respetar mis derechos como
afiliado…
Considero a Toni Cantó como uno de los mejores afiliados de
UPyD, y pienso que aporta muchos valores positivos a la política. Creo que las "meteduras
de pata" que muchos le achacan, exageradas por sus contrincantes políticos y por
muchos hipócritas anclados en lo políticamente correcto, son una nimiedad en el
contexto de todo su buen hacer; y me parece un buen ejemplo de un ciudadano normal, con su vida resuelta y con prestigio en su ámbito profesional, que se mete en política no para vivir de ella, sino para ayudar a arreglar la situación de crisis en la que estamos: algo que siempre ha defendido UPyD (lo que se puede llamar "político miliciano": Ver), en contraposición a los denostados profesionales de la política (Ver).
Sin embargo, creo que Toni Cantó se ha llevado un
chasco al ser consciente de la realidad interna de UPyD, y ahora se ve sometido a su
disciplina de hierro: y eso (el miedo a ser represaliado, como les pasa a muchos otros: Ver) le ha hecho apoyar a
Rosa Díez en el caso Sosa Wagner, y a mentir diciendo que no hay autoritarismo
en UPyD.
Una persona cercana me ha contado (y eso me ha animado a escribir este
Post) que recientemente vio a Toni Cantó en una entrevista en la que le preguntaban
por el asunto de UPyD y Ciudadanos, y por las críticas de autoritarismo vertidas
por sosa Wagner: la impresión de esa persona fue que Toni Cantó se ponía muy
nervioso al hablar de esos temas, y ella pensó que era porque estaba contestando con frases que realmente
pensaba que no eran verdad.
En el libro que Toni Cantó publicó el año pasado, titulado “Movilízate”,
que me gustó y me inspira, cuenta cómo en la primera intervención de Rosa Díez
en el Congreso en la presente legislatura, esta le planteó y afeó a Rajoy la
corrupción en el PP; el Diputado Cantó comenta que le llamó la atención la
respuesta despreciativa y arrogante del presidente, negando la corrupción… y destaca que poco después saltó el caso Bárcenas y otros más.... Pues de la misma manera Toni
Cantó ha debido percibir que en la respuesta despreciativa y arrogante de tres
de sus compañeros de bancada en el Congreso (Rosa, Carlos M. Gorriarán, e Irene Lozano), insultando a Sosa Wagner (le han llamado falso, corrupto, mezquino, traidor...), traslucen la verdad oculta de UPyD, que Toni Cantó, a pesar de ser un
buen actor, no es capaz de encubrir: quizá porque él no es un profesional de la
política. Como tampoco lo es Sosa Wagner. Ni lo eran la gran mayoría de los miles de ex afiliados que se han
ido -o nos han echado- de UPyD (más de 16.000), que damos testimonio y hemos
sufrido el autoritarismo de Rosa Díez y de los dirigentes de su partido.
Termino con dos frases de Toni Cantó, de su libro “Movilízate”:
Tras hablar de la corrupción de los políticos escribe (pag. 18): “La reacción
mayoritaria de los ciudadanos ante esta situación es alejarse de la política,
dando por perdida la posibilidad de solucionar el problema, y, paradójicamente,
permitiendo así que esa clase política siga funcionando de la misma manera,
perpetuándose” (quizá pensaba al escribir eso en los casi 40 años que lleva Rosa Díez viviendo de la política). Y al final de la presentación del libro Toni Cantó afirma: “Combatimos
para cambiar las cosas, hacemos todo lo que está en nuestras manos para
mejorarlas: no es fácil pero se vive mucho mejor intentándolo. Además se
provocan cambios. La política no es un desastre; cierta forma de hacer política
sí: eso es lo que quiero contribuir a cambiar”.
Pues a ver si es verdad. No es fácil (que se lo pregunten a
Sosa Wagner), pero se vive mucho mejor intentándolo. A ver si entre varios afiliados valientes más consiguen arreglar el problema de UPyD. ¡Mucha mierda!
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