Este mapa muestra la división administrativa del Imperio Francés en 1812:
Cataluña no existe, y su territorio se ha dividido en cuatro departamentos o provincias
que están integradas en Francia.
El año 1804 Napoleón Bonaparte se coronó a sí mismo como Emperador. Estaba decidido a dominar toda Europa y a hacer de París la capital del mundo. Y estuvo a punto de conseguirlo.
1812 marca el máximo apogeo del imperio de Napoleón, en el que acabaría integrando lo que hoy constituye el territorio de Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, así como una parte de Alemania, de Suiza y de Italia... Y también Cataluña.
Unos años antes Napoleón había presionado al débil rey español, el borbón Carlos IV, para que restituyera como Valido (equivalente a Primer Ministro) a Manuel Godoy. Y cuando lo consiguió, en 1800, Godoy puso La Armada Española a disposición de Francia, y también declaró la guerra a Portugal, que era aliada de Inglaterra (principal enemigo de Francia).
En 1807 Napoleón firmó con Godoy el Tratado de Fontainebleau, por el que las tropas francesas tuvieron permiso para entrar en España, encaminadas a conquistar Portugal, para después repartirla entre ambos Reinos. Esa era la idea. Pero lo que iba a ser un tránsito se convirtió en una ocupación, y 100.000 soldados franceses se hicieron con el control de las principales ciudades españolas.
En marzo de 1808 Carlos IV y su hijo Fernando VI fueron obligados a ir a Bayona (Francia) y a firmar su abdicación ante Napoleón, quien prometió que respetaría la independencia de España. En junio el Emperador promulgaba una nueva Constitución (llamada El Estatuto de Bayona) y nombraba Rey de España a su hermano José Bonaparte. El pueblo español se levantó en armas contra los franceses, comenzando La Guerra de la Independencia, que duró seis años.
Monumento a los héroes que defendieron Tarragona frente los invasores franceses. |
Los españoles plantaron cara a los franceses con la guerra de guerrillas, pero fue fundamental y definitivo pedir ayuda a Inglaterra, que desembarcó a sus tropas en Portugal y empezó a frenar a los ejércitos napoleónicos. Se puede decir que la ambición de Napoleón le llevó a la ruina: en su intento de invadir Rusia ordenó la retirada de algunas tropas de España para dirigirlas hacia Moscú, y así la coalición inglesa-española-portuguesa comenzó a ganar batallas, como la de julio de 1812 en Arapiles (cerca de Salamanca, batalla comandada por el Duque de Wellington, quien había sido nombrado General en Jefe de los ejércitos españoles), una victoria que marcó el inicio del triunfo en la Guerra de la Independencia. Madrid fue recuperado y el Rey José I Bonaparte se escapó de España en junio de 1813, y con el se fueron las tropas francesas...: José I nunca fue reconocido por el pueblo ni por la resistencia institucional, representada por la Junta Central y las Cortes de Cádiz.
Sin embargo Cataluña seguía siendo la suma de cuatro provincias de Francia. Militares y políticos de ese País seguían controlando las principales ciudades y villas catalanas. Las tropas francesas que estaban en Valencia se habían replegado a Cataluña, reforzando su presencia allí. No parecían dispuestos a irse.
Las naciones europeas consolidaron su coalición contra Francia, derrotando al ejército de Napoleón en la importante Batalla de Leipzig (o De las Naciones)en octubre de 1813. El 31 de marzo de 1814 los aliados entraban en París, y días después Napoleón abdicaba y era enviado al exilio de Elba. Francia restauró la monarquía borbónica con Luis XVIII el 6 de abril, quien dirigió la transición modélicamente, conservando en su puesto a los dirigentes bonapartistas: por ejemplo, nombró Ministro de la Guerra al General Soult, quien había dirigido el ejército de Napoleón en España.
Monumento a los mártires de Barcelona, insurgentes contra los franceses que fueron ajusticiados en 1809 (VER). |
El 11 de diciembre de 1813 Napoleón había hecho firmar a Fernando VII, al que mantenía prisionero, el tratado de Valençay, por el que le reponía en el trono de España pero con unas condiciones que la Regencia y las Cortes de Cádiz no aprobaron. No fue hasta el 10 de marzo de 1814 cuando Napoleón tiró la toalla y ordenó al Mariscal Suchet que organizara la retirada de las tropas que ocupaban Cataluña. Dos semanas más tarde Fernando VII volvía a España entrando por Gerona, pero sin poder pasar por Barcelona, que seguía ocupada. El 17 de abril de ese año, con apoyo militar, el Rey restauraba la Monarquía absoluta (anulando la Constitución liberal). El conflicto diplomático y armado en Cataluña se prolongó hasta finales de mayo de 1814: el día 28 el ejército francés del Rey Luis XVIII (quien por la política de los hechos consumados había pretendido quedarse con Cataluña) se retiró de Barcelona. Y el día 30 de mayo de 1814 Copons entró en la Ciudad Condal portando en sus manos un retrato del Rey Fernando VII. Muchos catalanes afrancesados se tuvieron que exiliar a Francia...
En resumen, entre 1812 y 1814, durante dos años y cuatro meses, Cataluña perteneció a Francia de hecho, de derecho y por la fuerza de las armas. Si a España no hubiera luchado por recuperar su independencia y su integridad, y si no le hubiera importado el destino de Cataluña, esa parte tan querida de la milenaria nación española, ahora todos los catalanes serían franceses y hablarían francés...
El actual gobierno de la República Francesa no permite la existencia de partidos nacionalistas (PD: ver primer comentario), por lo que cualquier hipotético separatista catalán (dentro de la hipótesis previa) sería considerado traidor. Por suerte para todos, ya no se usan las guillotinas.
Ver los otros dos artículos de esta serie titulada: Si todavía se habla catalán es gracias a España:
- 1 de 3: Si todavía se habla catalán es gracias a España. Tratado de Corbeil 1258 (Ver).
Eso de que no permite la existencia de partidos nacionalistas es mentira. ¿Qué son acaso el PNV, Euskal Herria bai, Pè a Corsica o Corsica Libera?
ResponderEliminarGracias por su comentario, pero tengo que decirle primero que es falsa su acusación. Por si no lo sabe, mentir es decir lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar. Para acusarme razonablemente de mentir tendría que estar seguro usted de que yo pensaba otra cosa distinta de lo que dije o escribí, y no es el caso.
EliminarHe investigado y tiene usted razón de que hay partidos nacionalistas en Francia, pero son minoritarios y no se pueden considerar nacionalistas en el mismo sentido que empleamos la palabra nacionalista en España, pues en Francia no hay parlamentos autonómicos que dicten leyes que entren en conflicto con las leyes del Estado, como ocurre en España por ejemplo con la política lingüística en la enseñanza en las comunidades gobernadas por partidos nacionalistas. Eso nunca pasará en Francia, pues el Gobierno de la República no permite una descentralización del sistema educativo. La Constitución Francesa de 1958 refuerza la centralidad parlamentaria y anula cualquier autonomía gubernamental. Podemos pensar que es posible que en el futuro la Guyana Francesa y Martinica puedan plantear independizarse de Francia, pero antes tendría que cambiar la Constitución. Y ningún partido puede defender iniciativas legislativas que vayan contra la constitución: por eso es una República, porque se respeta la Ley emanada del pueblo: de todo el pueblo, de todos los franceses, y no se permite que unos cuantos decidan por todos o vayan contra lo establecido por todos...
He añadido una llamada en el texto del artículo a su comentario, que le agradezco. Un saludo.
No, oiga, lo que usted está haciendo son trampas al solitario. En primer lugar diciendo que no existen partidos nacionalistas en Francia, lo cual es una mentira (sí, una mentira, la segunda acepción de la RAE es la aplicable a este caso) y luego casi inventando una nueva definición de nacionalismo para justificarse. Nacionalistas siguen siendo, independientemente de la estructura y legislación que se dé en Francia.
ResponderEliminarQue dos personas tengan dos opiniones distintas sobre lo mismo no significa que una mienta o haga trampas. Si yo le aclaro que aplico una acepción de una palabra distinta de la que aplica usted, no puede usted seguir insistiendo en que uso la acepción que usted le da, y menos aún decir que no puedo usar una acepción distinta a la que usted quiere utilizar.
EliminarSe lo explico de nuevo: para mi un partido nacionalista es el que quiere lograr crear una nación donde no la hay, y en Francia eso no existe, y ningún partido puede hacer ninguna propuesta a favor de la independencia de una nación dentro de Francia. Tenga un poco más de sentido semántico antes de insultar. Un saludo.