- Oiga, que llevo dos años esperando para operarme...
- No se queje, que en España tenemos la mejor sanidad del mundo !
Es como un axioma, un "mantra", algo que a la gente le sirve de consuelo, al compensar psicológicamente la deprimente situación de deterioro de nuestra sociedad... Pero es sobre todo una mentira que se han inventado los políticos y la han impuesto maquiavélicamente, consiguiendo que sus súbditos se lo crean y lo repitan como borregos...
En diversas discusiones, también con otros médicos, cuando afirmo que no es cierto lo que dicen, que la sanidad española es la mejor del mundo, me suelo encontrar como respuesta con una agria reacción de desprecio y rechazo, como si al decir la verdad yo estuviera causando daño a alguien, o atacando a todos españoles... y es todo lo contrario.
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Titular en El Mundo hace un año: dicen que España
está en el octavo puesto de la sanidad mundial... y lo
estaba según ese trabajo de The Lancet del 2017, pero
con datos que no analizan bien lo que se quiere probar.
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En un reciente debate, un amigo bien informado defendía el buen nivel de la sanidad española aportando los resultados de un estudio de la revista médica The Lancet, publicado en mayo de 2017 (con datos de 2016), que venía a decir que España estaba en el octavo puesto de las mejores sanidades mundiales... Cuando salió publicado ese ranking tan positivo para España, la prensa se hizo amplio eco de la noticia, y los titulares afirmaban: "España, en el 'top ten' de atención sanitaria" o "España el octavo País con mejor sanidad"... Pero ese famoso artículo (citado por todos los que defienden el falso mantra) es
engañoso e
inadecuado para valorara la calidad de la asistencia sanitaria, pues se basa en el análisis de las tasas de mortalidad de 32 enfermedades que pueden prevenirse médicamente (y que implican condicionantes genéticos que no dependen de la Sanidad): y
además no hace ninguna distinción entre pública y privada. Los dos primeros países en ese ranking eran Andorra e Islandia (países de 80 mil y de 340 mil habitantes respectivamente), y
si se analiza la metodología del trabajo se comprueba que realmente no se valora la calidad de la sanidad.
Pero incluso aunque se aceptara como probatorio ese ranking, realizado por una Universidad de Washington, esos resultados ya están desfasados, porque en mayo de este año 2018 The Lancet ha publicado el mismo análisis perfeccionado y actualizado, con datos del año 2017, y ahora España ha perdido el puesto 8º y ocupa el puesto 19º (y ahí está empatada con otros cuatro Países, por lo que realmente puede decirse que ocupa el puesto 21º, ex aequo entre el 19 y el 23). Y en las observaciones del trabajo se destacan los malos resultados de España en tratamiento del cáncer... Curiosamente cuando salió publicado este nuevo ranking, los medios casi no se hicieron eco de la noticia, porque no convenía a sus intereses (a los de sus "mecenas", los políticos en el poder...). En cualquier caso, quien use esos estudios para valorar el nivel de la Sanidad Pública comete un error de bulto.
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con propaganda engañosa.
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Un ranking mucho más fiable que el de The Lancet es el que hacen los expertos de la Organización Mundial de la Salud -OMS- de condiciones de salud. Los datos del año 2015 situaban a España en el puesto 7º, pero el año 2017 España pasaba a estar situada en el puesto nº 23 (Ver). Los expertos destacaban negativamente los parámetros de obesidad infantil, tabaco y alcohol... Curiosamente -otra vez-, cuando salió publicado este nuevo ranking de la OMS, en septiembre de 2017, los medios de comunicación (subvencionados por la Administración todos ellos) no se hicieron ningún eco de la noticia: nos la ocultaron.
La publicidad Institucional del Gobierno de España miente en su página web, como se puede ver en la imagen que adjunto, manteniendo datos desfasados. En diciembre de 2017 citaban a la OMS para ponernos en el puesto 7º, cuando en esa fecha ya estábamos en el 23º; y siguen manteniendo los datos de 2016 de The Lancet (que nos ponía octavos, cuando ahora estamos en el puesto 23): no han querido actualizar la información que publican, y lo hacen de manera interesada, dando una imagen falsa del verdadero nivel de la sanidad española, por lo que están engañando a los ciudadanos (Ver).
Un ranking mucho más fiable todavía que el de OMS (y yo creo que el más adecuado para nuestro propósito) es el que hace la Euro Health Consumer Index, una organización sueca de consumidores especializada en Sanidad y que colabora con la Comisión Europea de Sanidad. Su Indice Europeo de Salud es un referente en la UE en cuanto a la medición de los sistemas nacionales de salud. Los datos de 2017, publicados el 20 de enero de 2018 (VER), son muy claros: los cinco primeros países en calidad de su Sanidad Pública son: Holanda, Suiza, Dinamarca, Noruega y Luxemburgo; y España está situada en el puesto nº 18 de los 35 países europeos analizados. Pero en la valoración por Listas de Espera Quirúrgica y por Acceso a un Especialista, España baja en el ranking a los puestos 20 y 28 (de 35).
Sabiendo esto, que estamos de la mitad para atrás en Europa ¿alguien puede seguir diciendo que tenemos la mejor sanidad del mundo? Porque además está demostrado que muchos otros países no europeos tienen sanidades mejores que la nuestra, como Singapur, Japón, Hong Kong, Australia, Israel, Nueva Zelanda, Quatar y Canadá (Ver), por lo que no llegamos a estar ni entre los 25 mejores países en sanidad, siendo España el 13º país del mundo en riqueza (PIB), y el 29º en PIB per cápita.
Para arreglar un problema primero hay que tener muy clara su existencia, y si se niega que hay un problema nunca se pondrán los medios para solucionarlo. Si seguimos creyendo que tenemos una buena sanidad, nuestros gobernantes no harán nada por mejorarla.
¿A alguien le resulta explicable que tengamos la mejor sanidad pública del mundo, y sin embargo estemos en la cola (entre los países equiparables):
-
en gasto sanitario por habitante,
- en
salarios de médicos,
- en número de enfermeras por habitante,
- en camas hospitalarias por habitante,
- en psiquiatras por habitante,
- en número de psicólogos clínicos,
- en uso de nuevos anticoagulantes,
- en asistencia sanitaria a diabéticos,
- en consumo de productos ecológicos,
Somos también el único país de Europa sin nutricionistas en la sanidad pública.
Tenemos las mayores listas de espera de Europa, y pagamos más de nuestro bolsillo que el resto de europeos que acuden a sus sanidad pública. en sus países.
Y desde Europa destacan la gran diferencia de atención entre unas CCAA y otras., Un problema que aumenta año tras año, y que ocasiona una grave injusticia por falta de equidad entre españoles: en unas CCAA invierten 1.695 euros por habitante en su sistema de salud y en otras sólo 1.158 euros (Ver).
Y por otro lado estamos a la cabeza en:
-
consumo de cocaína y cannabis,
- en
obesidad y sedentarismo,
- en
uso de pesticidas (dañinos para la salud humana y ambiental),
- en
uso descontrolado de antibióticos (creando resistencias y superbacterias)
El engaño del mantra de que tenemos la mejor sanidad pública, o simplemente de que el sistema sanitario público funciona bien (lo que creen 2 de cada tres españoles), se mantiene gracias a que la mayor parte de la población está sana y no precisa asistencia sanitaria: pero cuando se acude a un centro sanitario público se puede llevar uno una sorpresa, y se publican muchas cartas y artículos de protesta (como este) de gente que se sorprende con lo que encuentra... porque se había creído hasta ese momento lo del mantra.
Otro factor que ayuda a que la población pueda ser engañada y no perciba el estado real de salud de la sanidad pública es que más de ocho millones de españoles cuentan con un seguro privado de salud, y no acuden a la pública: es llamativo que el gasto en sanidad privada en España está por encima de la media de los países desarrollados de la OCDE (Ver)... Si tan buena es la sanidad pública ¿por qué tanta gente se hace un seguro privado?
Si alguien quiere saber cómo está realmente España, que repase los indicadores generales.
Y estamos a la cabeza en
paro (también en paro juvenil), en corrupción, en déficit, en desigualdad e inclusión social, en menor formación y productividad de sus trabajadores, en politización de la justicia, en menor gasto en libros, en menor índice de emprendimiento empresarial, menor nivel de inglés, menor desarrollo global de la juventud,...
Solo estamos por arriba en los rankings mundiales de turismo y en resultados deportivos (aunque estamos en el puesto 29º en número de medallas olímpicas conseguidas). Y en trasplantes de órganos, y en esperanza de vida...
Si alguien quiere saber lo que opino sobre los trasplantes, expongo unas ideas preliminares en mi siguiente post: Ver.
España es líder en esperanza de vida: 83.1 años (hombres 80.4 y mujeres 85.7, Ver). ¿Significa eso que tenemos una buena sanidad pública? No. Ese índice depende más de la genética y del ambiente que del sistema de salud. Hay un pueblo en las montañas de Ecuador, Vilcaramba (Ver), que tiene el mayor porcentaje de personas centenarias del mundo: 0.11%, más de uno de cada mil: y está claro que esa longevidad no depende del sistema sanitario, sino de la genética y del medio natural de vida. También en Cerdeña (Ver) tienen más centenarios que en ningún otro sitio de toda Europa, y su sanidad no es distinta de la del resto del Estado Italiano.
Pero lo más importante no es vivir muchos años, sino tener salud muchos años, y eso no estamos por encima del resto de Europa: lo podemos analizar con el índice de esperanza de vida saludable del EHLE (Ver): en España la esperanza de vida con salud no está por encima de la del resto de Europa: es de entre 72.4 y 74.2 años (y sin muchas diferencias entre varones y mujeres): y a partir de esa edad todo lo que se vive es con mala salud. Por lo tanto está claro que en España se envejece con menos salud que en el resto de Europa... Será porque estamos a la cola en hábitos de vida saludable (Ver).
¿La mejor sanidad del mundo? No me hagan reír... o llorar.
PD: Y no hemos hablado de las mentiras de los gobiernos autonómicos sobre las listas de espera. Aquí un ejemplo de un post antiguo. Ver.