Defiendo que en Galicia sea obligatorio que todos los niños castellano-hablantes estudien y aprendan gallego. Pero una cosa es "estudiar gallego" y otra "estudiar en gallego": estoy en contra de la actual imposición de hacer estudiar en gallego (o en otras lenguas cooficiales) a los niños castellano hablantes en contra de la voluntad y de la de sus padres. Eso atenta contra los principios más elementales de la pedagogía y contra la libertad y los derechos humanos: el artículo 26.3 de la DUDH dice que "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos."
Por eso también defiendo que cuando los padres quieran y elijan que sus hijos reciban toda la educación en gallego, puedan tener el derecho efectivo a recibirla en gallego. Aunque también deben estudiar y aprender castellano, por supuesto (pero no "en castellano").
La idea es extensible a todas las Comunidades con dos lenguas oficiales: porque me resulta razonable que al acabar la escolarización todos los jóvenes hayan aprendido a entender y a hablar esas dos lenguas. Y una vez (y siempre) que las conocen las dos, que hablen la que quieran cuando quieran.
Por supuesto defiendo que cada gallego pueda hablar siempre el idioma que quiera, con total libertad; y en asuntos públicos u oficiales en cualquiera de las dos lenguas oficiales. Así lo establece nuestro Estatuto, por lo que no podemos tolerar que nunca nadie pueda discriminar u obligar a ningún gallego a hablar en una lengua o en la otra. Sí que podemos exigir a la Administración, como ente abstracto, que nos responda en la lengua oficial de nuestra elección, pero salvo casos especiales regulados los funcionarios deben poder expresarse en la lengua oficial de su elección (salvo que el ciudadano al que esté atendiendo no le entienda).
Desgraciadamente, las discriminaciones están a la orden del día, partiendo de la ilegalidad que comete el PP de Galicia con el Sr. Feijoo a su cabeza, pues la Ley de Normalización Lingüistica gallega establece que los niños gallegos tienen derecho a recibir la primera enseñanza en su lengua materna. Pero nuestros gobernantes han decidido incumplir esa Ley con un Decreto de menor entidad jurídica, que regula el uso de los idiomas en la enseñanza, y obligan a los niños gallegos castellano hablantes no sólo a aprender gallego, sino a aprender (a estudiar) en gallego muchas asignaturas. Y también obligan a muchos niños gallego-hablantes a recibir el 50% de las materias en castellano, contra la voluntad de sus padres. Y en ambos casos es una imposición intolerable.
Además, mis hijas y todos los demás estudiantes gallegos están discriminados con respecto a los demás niños españoles que estudian en comunidades sin lengua cooficial, pues en esas CCAA los niños reciben unas 20 horas a la semana de clases de asignaturas fundamentales, mientras que en Galicia (y en otras CCAA) sólo reciben 16 o 17, pues tres o cuatro horas a la semana se las tienen que dedicar a una asignatura llamada gallego... Un 15% menos de clases de materias importantes, matemáticas, ciencias etc., cada semana, cada curso, suponen muchas horas menos de formación recibida en diez años de escolarización, que sin duda repercutirá en el nivel de sus conocimientos. ¿Es justo y equitativo que los niños españoles de CCAA sin lengua cooficial tengan la ventaja de recibir a lo largo de muchos años muchas más horas de clases de esas materias que los niños gallegos o catalanes o valencianos...? Es evidente que no. Alguien propuso que las clases de lenguas cooficiales fueran obligatorias pero en horario extraescolar... Desde luego con esa medida se restauraría en parte la igualdad de la enseñanza pública entre todas las Comunidades, y la igualdad de oportunidades que exige la Constitución, que ahora no se está cumpliendo...
Más imposición perjudicial: a los niños castellano hablantes que estudian en Galicia en la mayoría de las ocasiones no se les deja usar libros en castellano en las asignaturas que se imparten en gallego, con lo que les producen un déficit de terminología científica y culta en castellano, junto a las faltas de ortografía que se producen al confundir una lengua con la otra (que les lleva a escribir "avogado", "úmero", o a decir "relevo" por "relieve", cuando están escribiendo y hablando en castellano...); y para colmo muchas veces les obligan a hacer los exámenes en gallego, lo que les produce un problema añadido que les puede disminuir la nota: por ejemplo, mi hija mayor que estudia primero de bachillerato en un instituto publico de Vigo ha tenido que hacer el examen de la asignatura filosofía en gallego... cuando su lengua habitual y en la que piensa es el castellano: le dan más importancia a hablar gallego que a saber filosofía u otra materia cualquiera.
El gobierno del PP leva muchos años imponiendo en Galicia que al menos el 50% de las asignaturas (incluyendo algunas de las llamadas fundamentales o troncales, como el "Coñecemento do medio", se impartan en gallego, causando innegables perjuicios pedagógicos a la gran mayoría de los niños gallegos (perjuicios que solo los niegan los impositores de lenguas nacionalistas y pedagogos vendidos al servicio del poder, o que viven del negocio de las lenguas mal llamadas "propias"), y actuando en contra muchas veces de la voluntad de los padres, a quienes esos políticos enemigos de la libertad y amigos de la imposición ni siquiera quieren preguntar en qué lengua hablan en casa, ni en qué lengua quieren que sus hijos reciban la enseñanza, sabiendo que lo más probable es que eligieran para sus hijos su lengua habitual y materna, la mejor sin duda para desarrollar al máximo la capacidad de aprendizaje de los niños como dice la UNESCO y todos los pedagogos y docentes no nacionalistas, e incluso como afirmaba el propio Castelao (Ver, en galego), médico y uno de los padres del nacionalismo gallego.
El gobierno del PP ha demostrado ser lingüisticamente pro-nacionalista y anti-español, impone en muchas áreas de la Administración el monolingüismo en gallego, con un claro desprecio a los castellano hablantes. Y subvenciona y apoya a radicales nacionalistas que defienden que en Galicia solo se debe hablar gallego: que llegan a insultar a los gallegos castellano hablantes (con la permisividad de las autoridades educativas, miembros del PP, que permiten que se insulte a los niños gallegos castellano hablantes), a decir la estupidez de que los gallegos que hablan español tienen auto-odio (cuando están hablando la lengua que les resulta más útil, y que es su lengua propia, la que aprendieron de sus padres y abuelos...), y afirman que si alguien quiere ser buen gallego no importa que sea buena persona, que trabaje bien y que pague sus impuestos, sino que lo único importante para ser buen gallego es que hable siempre en gallego (y de paso que odie al resto de España, como propugnan muchos nacionalistas). Y añaden muchas veces que todos los que no quieran hablar sólo en gallego sobran: y nos invitan a irnos de Galicia (como si los nacionalistas fueran los dueños de nuestra tierra).
Esos violentos intolerantes creen que pueden imponer sus sentimientos a los demás. Esos sentimientos son legítimos y respetables, pero son sólo sentimientos. El gallego que no se sienta español está en su derecho de sentir eso, como el hombre que no se siente hombre... Todos hemos comprobado que muchos nacionalistas están obsesionados, como los fanáticos religiosos, con el idioma: dicen que el idioma gallego es el alma del pueblo. ¿No tenían alma los gallegos del primer milenio, que hablaban latín? ¿no tienen alma los gallegos que aún no hablan, o los sordomudos? ¿Qué idioma habla la música compuesta por gallegos, o los cuadros, edificios o esculturas realizadas por gallegos? ¿No tenía alma gallega Rosalía de Castro, que hablaba habitualmente en castellano, que escribió todas sus cartas en español, y que solo escribió en gallego dos de sus diez libros? Yo personalmente no creo en la existencia del alma, y el argumento del alma me parece pura poesía, o sentimiento que no puede imponerse a nadie, como al religión.
Quien diga que es malo hablar un determinado idioma, que un gallego no debe hablar en castellano (como hacen algunos profesores nacionalistas) o quien quiera forzar a los demás gallegos a hablar en gallego, es un fanático. Y muchos gallegos (y españoles que sufren la imposición lingüística en otras Comunidades Autónomas) ya estamos hartos de tantos fanáticos y de tantos desprecios. Rematadamente hartos.
En Galicia nos entendemos todos muy bien, a nivel de la calle no hay ningún problema, y nadie se molesta ni discrimina a nadie por usar uno u otro idioma. Por ejemplo yo atiendo a mis pacientes igual si me hablan en gallego o en castellano, y a veces hablo algo de gallego, en el trabajo y con mis vecinos: y realmente a veces entiendo mejor a gente que habla gallego que a gente que habla castellano. El único problema son los políticos y sus aliados, los nacionalistas impositores de idiomas, que viven de espaldas a la ciudadanía.
En el Concello de Vigo abuchearon a un Concejal (socialista) por hablar en castellano, y en el Parlamento gallego los del BNG se fueron airados porque uno del PP se expresó en el estrado en castellano.
En un colegio de Nigrán pusieron un cartel insultando a los hablantes de castellano ("Fala galego, non sexas lelo") y la Consellería de Educación del PP rechazó la protesta y permitió que el cartel insultante siguiera puesto en el colegio (menudo ejemplo de intolerancia y discriminación).
En la Televisión pública Gallega rechazaron la participación de gallegos por hablar castellano. Las subvenciones para creación artística se conceden casi siempre solo para creaciones en gallego (y muchos excelentes creadores se tienen que ir de nuestra Comunidad).
Solo se aceptan propuestas de proyectos públicos en gallego, disuadiendo a muchas buenas empresas a presentarlos. Muchos excelentes profesores universitarios no vienen a Galicia porque la lengua oficial en las Universidades es el gallego.
Muchos documentos y páginas web de la administración están solo en gallego. Se hacen muchos folletos de información sanitaria solo en gallego (que por ejemplo emigrantes sudamericanos afincados en Galicia que no hablan gallego no leen, y muchos médicos protestamos al Sergas) con riesgo potencial para su vida por culpa de no querer hacer las advertencias en castellano...
Muchos excelentes empresarios y profesionales de cualquier ámbito con hijos en edad escolar prefieren no venir a Galicia por el problema que les ocasionarían a sus hijos ... Y así podría seguir poniendo ejemplos.
La gente dice que el gallego está discriminado porque lo habla menos gente que el castellano, o porque la prensa que se vende está casi toda en castellano, o porque solo es obligatorio saber castellano... Eso es una falacia, y no tiene nada que ver con la discriminación, sino con la libertad. El baloncesto no está discriminado porque lo juegue mucha menos gente que al fútbol: si la gente quiere jugar al fútbol son libres de jugarlo. Sería absurdo imponer que el 50% de los deportistas tengan que jugar baloncesto con el objetivo de evitar que el baloncesto sufra discriminación. Ni el baloncesto ni el idioma gallego pueden sufrir nunca discriminación, porque son entes conceptuales, y solo las personas pueden ser discriminadas.
En Irlanda el gaélico es oficial pero solo lo habla aproximadamente el 20% de la población, y más en unas zonas de Irlanda que en otras: y a nadie se le ocurre imponer que se den el 50% de las clases en todo el País en gaélico. Sin embargo en Vigo el 80% de la población habla castellano, y en los colegios se imparte la enseñanza (salvo la que es en inglés) al 50% entre gallego y castellano.
En Irlanda el gaélico es oficial pero solo lo habla aproximadamente el 20% de la población, y más en unas zonas de Irlanda que en otras: y a nadie se le ocurre imponer que se den el 50% de las clases en todo el País en gaélico. Sin embargo en Vigo el 80% de la población habla castellano, y en los colegios se imparte la enseñanza (salvo la que es en inglés) al 50% entre gallego y castellano.
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