- El siguiente caso es el paciente de la habitación 113. Parece que está peor. ¿Qué nos puede contar de su paciente, Dr. Rajoy? Los familiares están cada vez más nerviosos, y se quejan de que su médico responsable, o sea usted, no les da ni muchas esperanzas ni muchas explicaciones.
- (R) Eso no es cierto: hablo con ellos con frecuencia y
mando a mis Residentes a que les notifiquen las novedades en el tratamiento. Y
les he dicho que estamos esperando que aparezcan signos de recuperación. Como
ya he explicado, el paciente no acaba de remontar por el mal estado en que nos
lo encontramos, por culpa de los malos tratamientos que recibió del anterior
médico que le atendía.
- Sí, pero cuando usted les pidió a esos familiares que
confiaran en usted, sabía cómo se encontraba el paciente; o al menos tenía que
haberlo sabido antes de prometer que iba a curarlo muy pronto; y les dijo que
con los tratamientos que iba a aplicar enseguida verían cómo se reactivaban las
constantes vitales y disminuía la "parotoxina". Y sin embargo los
parámetros analíticos no mejoran: la "parotoxina" está ya por encima
del 25%, y el paciente no sale de su
postración.
- Yo reitero mi opinión de que la hipertrofia del apéndice
"autonomiforme" es uno de los factores patogénicos principales en ese
caso, y que debería ser intervenido quirúrgicamente cuanto antes: por ahí se
está desangrando su paciente, perdiendo gran parte del interferón que le están
inyectando, incluso el que ha mandado traer de Alemania, que sale muy caro ¿no
cree? Y lo de fragmentar los tratamientos en 17 tomas sigue ocasionando
múltiples desequilibrios, y está conduciendo al abandono terapéutico.
- Además en este caso muchos no entendemos por qué está
usted más preocupado de salvar a la flora bacteriana y a los parásitos que se
han instalado en el paciente, a los que usted califica de sistémicos, que
consumen la mayoría de los recursos, en vez de aportar calorías energéticas
directamente a los tejidos productivos del propio paciente.
- ¿Y no piensa usted, Dr. Rajoy, que disminuyendo el
aporte de "educatina" y "salubrina", como está haciendo,
mermará la capacidad de recuperación de ese organismo que ya está bastante
dañado, lo que a largo plazo puede abocar al fracaso multiórganico? Si no cuida
las partes más sensibles, además del profundo malestar que causa, pueden
gangrenarse los tejidos menos oxigenados y que aparezca una violenta
septicemia: podría ser letal!
- (R) Estimados colegas: tengan paciencia y confíen un
poco más en mi y en mi equipo. Les aseguro que tenemos controlada la situación,
y que queremos curar al paciente. Estamos convencidos de que estamos haciendo
lo que hay que hacer.A finales de este año, o al año que viene, el paciente
empezará a mejorar....
- Ya le hemos oído el mismo discurso demasiadas veces, y
nos tememos que esta vez tampoco se cumplan sus predicciones! Lleva más de un
año sin hacer caso a ninguna de las propuestas
que le hacemos en las sesiones clínicas, a las que incluso a veces no
viene. Pensamos que usted no sabe cómo curar al paciente y está perdiendo el
tiempo y haciendo más daño ¿Qué opina usted del caso, Sr. Catedrático?
- Sr. Rajoy: escúcheme como si yo fuera la voz de su
conciencia hipocrática. Ha tenido usted tiempo suficiente para curar al
paciente, o al menos para mejorarle; pero tiene que reconocer que el paciente
se le escapa de las manos: está cada vez peor. Debo recordarle que cuando un
Médico hace un diagnóstico y aplica un
tratamiento, tiene que esperar que aparezca un efecto clínico
beneficioso en un cierto periodo de tiempo: si ese resultado no se consigue en
el plazo previsto, es que el tratamiento es inadecuado y hay que cambiarlo.
Empecinarse en mantener un tratamiento inadecuado es mala praxis. Y eso es,
permítame que se lo diga, Dr. Rajoy, lo que está haciendo usted. Cabría pensar
que lo hace con la mejor voluntad: pero como se ha dicho en esta sesión
clínica, durante estos meses no ha tenido usted en cuenta las opiniones y
sugerencias de sus colegas, ni algunos parámetros analíticos importantes, ni se
ha atrevido a operar, y se ha centrado en algunos aspectos materiales,
obsesionado por el balance de líquidos, dejando sin atender los aspectos
psíquicos del paciente... Los familiares han denunciado, y con toda la razón
del mundo, que lo que firmaron en el Consentimiento Informado para acceder a su
propuesta de tratamiento no se está cumpliendo. Eso no es ético: está usted
desprestigiando a esta institución, Dr Rajoy, y todos tenemos muy claro que
como consecuencia de su actitud y de sus decisiones la salud de este paciente
ha ido empeorando, pasando de grave a muy grave. Se empeña usted en no
reconocer su fracaso. Hasta aquí hemos llegado. Le conmino, Dr Rajoy, a que
renuncie usted a seguir haciéndose cargo del caso: váyase una temporada a
descansar, pida antes disculpas a la familia del paciente, y haga que elijan
otro equipo médico para que modifique el enfoque terapéutico, a ver si
conseguimos no perder al paciente. Debe hacerlo enseguida, antes de que la
familia pierda la paciencia. ¿Le ha quedado claro?
- (R) Esto, ejem, si, pero...
- No hay peros que valgan! Voy a hablarle más claro
todavía: dimita ya, con su equipo de asesores, y que el Parlamento nombre un
nuevo Gobierno. O mejor aún, convoque elecciones anticipadas. Se levanta la
sesión clínica!
http://www.farodevigo.es/cartas/2013/01/04/mala-praxis-dr-rajoy/735343.html
ResponderEliminarPublicado el 4 de enero en Faro de Vigo