Hace dos días La Voz de Galicia difundía la noticia: El partido Ciudadanos disuelve su dirección en A Coruña: La organización destituyó a su coordinador, Víctor Melini, y el portavoz local, Sergi March, decidió presentar su renuncia.
La decisión ha partido de los dos máximos dirigentes de Ciudadanos en Galicia (cuyo nombre en clave es JJCC: José Canedo y Juancho Chouza). Y para entender lo que está ocurriendo conviene recordar el pasado político de esos dos personajes. El año 2012 trataron de hacerse antidemocráticamente con el poder de UPyD en Galicia, con primarias fraudulentas incluidas. Tras perder sus apoyos, tanto de los afiliados gallegos como de la oligarquía despótica que dirige UPyD (que los había "usado" para sus sucios intereses), el año 2013 huyeron los dos juntos y se refugiaron en Ciudadanos de Galicia: y como ese partido estaban empezando y eran muy pocos, se hicieron con el poder (Ver).
A partir de ese momento emplearon las mismas malas artes que se usan en UPyD:
Por un lado, tratando con malas maneras y con un autoritarismo inaguantable a los afiliados que destacan, a los que trabajan con entusiasmo aportando novedades y que se atreven a hacer sugerencias o a criticar cosas que fallan o que se pueden hacer mejor. Esos afiliados empiezan a ser discriminados, desacreditados, ninguneados, censurados... en un maquiavélico crescendo que no se interrumpe salvo que "humillen".
Por otro lado, los dirigentes forman su grupo de adeptos, promocionando a unos cuantos afiliados dóciles y pelotas, colocándoles en puestos de responsabilidad en cada localidad, prometiéndoles un gran futuro en el partido, incluso puestos de trabajo... defendiéndoles de las críticas que puedan recibir de otros afiliados a cambio de recibir su fidelidad absoluta.
Y para rematar, se dedican a hacer la pelota y a informar a los dirigentes nacionales del partido de que todo lo que se hace en ese territorio es gracias a ellos, y les previenen de aquellos afiliados puestos en la lista negra, a los que califican como de peligro para el partido: "no son de los nuestros".
Lo que ha pasado en A Coruña es un ejemplo muy claro. Los dos dirigentes de Santiago (los mencionados JJCC) se hartaron de que el coordinador de Coruña, Víctor Melini, no les dijera amén a todo y de que tuviera iniciativas. Quizá temieran (es un suponer) que si las cosas seguían así, el prestigio de ese coordinador local siguiera creciendo, y que en el futuro pudiera ser una alternativa para dirigir el partido en Galicia, desplazándoles de su poder feudal. Y decidieron "cargárselo".
El paso siguiente es informar negativa y falazmente a la cúpula del partido, que sólo recibe la información de esos dos dirigentes oficiales, y abrir un expediente sancionador a ese afiliado rebelde, o sancionarlo directamente alegando que es un peligro para Ciudadanos... Habrán buscado cualquier excusa estúpida, quizá que mandara algún correo a los afiliados con algún defecto de forma, o sin el visto bueno previo de los máximos dirigentes... o que pretendiera modificar la Junta Directiva local sin su consentimiento...
La Secretaría de Organización de Ciudadanos entró en el juego (o cayó en la trampa) y aprobó la orden de destituir al Coordinador. Como consecuencia, el portavoz local de Coruña, Sergi March, demostró ser coherente y valiente, y decidió presentar su renuncia, postura que fue apoyada por otros afiliados, que apreciaban a su coordinador (considerado por afiliados que me han informado el artífice del partido en la ciudad herculina). ¿Se creen que eso -que dimitan- les preocupa a los dos dirigentes de C´s Galicia en cuestión? Al revés: así tienen menos resistencia para seguir mangoneando. A esos dos personajes de Santiago les da igual que Ciudadanos se hunda en La Coruña (ahora pondrán de responsables provisionales, a dedo, a algunos de sus fieles amigos sumisos y pelotas) si ellos conservan el poder en Galicia. Ni siquiera han dado la cara ante los afiliados, que les pidieron una explicación urgente.
He visto muchas veces esa película, en diversas versiones, en UPyD, tanto en mi caso (acabé siendo expulsado) como en otros casos que se han hecho públicos. El guión es siempre el mismo: te hemos puesto en la lista negra y te vamos a putear hasta que te vayas; y si no te vas, te echamos. Eso es lo que según parece empieza a pasar en Ciudadanos: el futuro de los afiliados de Coruña que se opongan a la actual dirección del partido en Galicia, al dúo JJCC, es irse o ser echado.
Ya decía Sosa Wagner (quien se fue de UPyD asqueado tras ser linchado por atreverse a criticar) que el autoritarismo de los dirigentes hacía que algunos afiliados vivieran condenados al ostracismo. Pues eso mismo es lo que parece que pasa en Ciudadanos, al menos en Galicia: un afiliado de C´s de Coruña me ha manifestado que otros dirigentes provinciales también están muy descontentos, pero que no se atreven a decir lo que realmente piensan, y que sólo Víctor Melini, el coordinador de Coruña que ha sido destituido, plantaba cara a esos dos sujetos.
Ciudadanos realizando una ceremonia de Purificación. Algo quer todos los partidos necesitan... |
Las ideas de C´s podrán ser muy buenas (como lo pueden ser las de UPyD), pero un partido necesita, además de buenas ideas, buenos líderes, gente limpia políticamente, verdaderos demócratas, no mafiosos ni cínicos. No es siempre achacable a un partido la responsabilidad de que alguien así les engañe y se infiltre en sus filas: pero sí que lo es permitir que siga mucho tiempo dentro de la estructura y detentando puestos de responsabilidad, desacreditando y hundiendo al partido.
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