domingo, 7 de enero de 2018

Historia de Tabarnia (2 de 3): La "tarraconense" y Tabarnia en la Edad Media: la delimitación de las fronteras.

   Hace veinte siglos la República dio paso al Imperio y los romanos empezaron a conceder autonomía a sus territorios. La ciudad de Tarraco (actual Tarragona) vivió un periodo de esplendor, y se convirtió en capital de la provincia Imperial llamada Tarraconensis, única de rango consular en Hispania. Augusto fundó en esa época la ciudad de Barcino (Barcelona) para asentar a legionarios y a romanos libres y libertos que vinieron del norte, de la Galia Narbonense, que era provincia senatorial.
  Y entonces, Tarraco y Barcino, separadas 100 kilómetros, forjaron el eje principal para el desarrollo de aquella región que hoy conocemos como Tabarnia, que prosperó con una economía muy activa y un carácter cosmopolita.
El Reino Visigodo de Toledo en el siglo VII
(incluía la Septimania al norte de la actual
Cataluña, cuya capital era Narbona).
   Cuando al llegar el siglo V el Imperio Romano entró en decadencia los Visigodos pasaron a España y asentaron su Reino con capital en Toledo, desde donde gobernaron toda la península varios siglos. En esa época la Tarraconense, cuyo núcleo era Tabarnia, fue una de las principales regiones de Hispania, tanto eclesiásticamente (se consideraba a Tarragona el Arzobispado más antiguo e importante, equiparado a Toledo) como civilmente (Barcelona fue en varias ocasiones sede de la corte de los reyes Godos).
   A principios del siglo VIII los musulmanes cruzaron el estrecho de Gibraltar e invadieron Hispania, dominado en pocos años casi todo el territorio. Tabarnia se convirtió en un reino musulmán, dependiente del califato de Córdoba. En Barshiluna (Barcelona) se estableció una corte con un Walí o Gobernante, que mantuvo buenas relaciones con Zaragoza. Algunos tabarnienses se convirtieron a la religión musulmana para no tener que pagar impuestos, y la sabiduría y los refinados modos de vivir árabes pudieron influir en la población durante casi un siglo. En cambio, al norte de Tabarnia nunca hubo más que guarniciones militares de musulmanes, que no dejaron huella ni influencias culturales.
   El año 785 el rey franco Carlomagno conquista el norte de la actual Cataluña y establece en Ampurias (donde había existido un obispado) la  capital de los condados carolingios. El Condado de Urgell, Valle de Arán, Andorra y otros quedaron sometidos a la Marca de Toulouse, y el de Gerona quedó bajo la influencia de Narbona (actual Francia) siendo entonces Gerona el principal condado de la Marca Gótica o Hispana. Pero las fronteras eran muy inestables y prueba de ello es el ataque militar que el año 793 ordenó el califa Hixem contra Gerona y Narbona, un ataque que fue realizado por el gobernador de Barcelona, Abdelmélic, y que causó grandes daños en los territorios de la Marca.
   Tras la muerte del poderoso Hixem los Francos conquistaron Barcelona, el año 801. Los Condes de esa ciudad hicieron resurgir al pueblo tabarnés, tomando el protagonismo en la defensa de la frontera y en las luchas contra los musulmanes.Mientras tanto los condes de la Marca Hispánica del norte abandonan en parte su función militar originaria, dedicándose a las intrigas palaciegas. (Hay quien dice que un conde de Gerona trató de conseguir reconocimiento en Europa para hacerse con el gobierno de Barcelona y crear una República, pero fracasó).
Reino o Taifa de Zaragoza el año 1080.
Lérida no tenía que ver con Cataluña y
a mediados del siglo XII se convirtió
en un marquesado de Aragón.
   Mientras tanto, Lérida seguía dominada por los musulmanes, por diversas familias y gobernadores dependientes de Córdoba o de Zaragoza: y lo estuvo durante casi 450 años. Desde esa ciudad árabe habían salido muchas razzias o campañas de guerra de los moros contra los cristianos de la Baja Tabarnia (Barcelona). Por fin, el año 1150, un ejército dirigido por el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV consiguió tomar la ciudad de Lérida. Pero Ramón Berenguer no incorporó Lérida a sus dominios, sino que entregó la ciudad al Reino de Aragón. Lérida nunca había tenido nada que ver con Tabarnia, y era, por situación geográfica (más cercana a Zaragoza que a Barcelona) y por raíces culturales y etnográficas (descendientes de los pueblos ilergetes), parte de Aragón (Ver), y no de Tabarnia ni de Cataluña como muchos falsamente afirman (de hecho en esa época no existía ni la palabra Cataluña, ni mucho menos la concepción política que después se creó con ese nombre).
   El año de 1297 Jaime II de Aragón fundó la Universidad de Aragón en Lérida, y ese fue el motivo por el que años después autorizó a que una representación de la ciudad y de la Universidad participara no solo en las Cortes de Zaragoza sino también en las de Barcelona. Aunque los leridanos sabían que eran aragoneses de pura cepa, las vueltas que da la historia acabaron convirtiéndoles en catalanes.
   En el sur de Tabarnia, la Taifa independiente de Tortosa, en la desembocadura del Ebro, fue reconquistado el año 1148, gracias al esfuerzo de templarios, genoveses y huestes del conde de Barcelona. Y al igual que Lérida también se integró en el reino de Aragón, como un marquesado, con obispado propio.
   Esos territorios, Lérida y Tortosa, delimitan las fronteras oeste y sur de Tabarnia.
   El año 1351 el rey de Aragón Pedro IV instauró el Principado de Gerona, en el que incluyó los condados situados al norte de Tabarnia (Gerona, Besaú, Ampurias y Osona), cediéndole el título y gobierno de Gerona a su hijo, el heredero al trono de Aragón. El Condado de Urgell se mantuvo independencia hasta 1413. Esos territorios del principado de Gerona delimitan la frontera norte de Tabarnia.
   Siglos después tanto Lérida como Tortosa, y los condados de la marca carolingia (fundamentalmente Gerona) fueron juntados con Tabarnia para formando el engendro llamado Cataluña que conocemos hoy, en el que esas regiones periféricas trataron de anular el primigenio espíritu abierto y cosmopolita de Tabarnia, un pueblo que compagina sus peculiaridades con saberse y sentirse parte de una gran nación llamada Hispania o España. Y últimamente ha resurgido el espíritu y la realidad de Tabarnia para escapar de la retrógrada huida al desastre que impulsan algunos gobernantes (que no parecen dispuestos a cumplir las leyes) que pretenden aprovecharse de una realidad que durante muchos siglos millones de españoles, aragoneses y tabarnienses hemos construido.


Ver artículo previo (1 de 3):
Historia de Tabarnia 1: Sus orígenes diferenciadores. (Epoca Romana). VER.

Ver artículo siguiente (3 de 3):
Historia de Tabarnia 3: 900 aniversario de la reunificación de Tabarnia: cuando Barcelona recuperó a Tarragona. VER. 

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