martes, 13 de noviembre de 2012

La batalla de Rande y el hundimiento del Prestige: la historia se repite.

(Artículo de Opinión Publicado en Atlántico Diario de Vigo el 18.11.12)

El año 1702 la escuadra española que transportaba el oro de América se fue al fondo en la ría de Vigo. Hace 10 años el petrolero Prestige que transportaba el llamado oro negro se hundió frente a las costas gallegas. El capitán general de la flota, Manuel de Velasco, huyendo del acoso de los piratas ingleses y holandeses, fondeó en la enseñada de San Simón y solicitó ayuda al puerto de Redondela para descargar sus barcos. El capitán Mangouras, con una vía de agua y a la deriva cerca de Finisterre, en medio de un fuerte temporal, solicitó ayuda a los remolcadores gallegos para poder fondear cerca de costa y salvar su cargamento. El oro y la plata hacían de lastre en los Galeones: iban en el fondo de las bodegas; y para liberarlos había que sacar primero las mercancías: pero los dueños de las barcazas del puerto quisieron aprovechar la ocasión, y exigieron a Velasco el pago de un alto porcentaje de las riquezas transportadas (valoradas en cincuenta mil millones de euros actuales). Los remolcadores llegaron enseguida junto al Prestige, vieron que empezaba a perder petróleo y estaba en peligro de hundirse, pero en vez de engancharlo empezaron a dar vueltas, y exigieron un alto porcentaje (se especula que el 20%) del precio del petróleo que transportaba (valorado en 60 millones de euros) para continuar el salvamento. El tiempo pasaba. Los piratas se acercaban. Las olas continuaban golpeando al petrolero. Los capitanes de los barcos tuvieron que ceder a las extorsiones, aún sabiendo que los descargadores y los remolcadores de la ría de Vigo tenían obligación de ayudarles, porque para eso cobraban del Rey o del Ministerio de Fomento. Se firmaron los acuerdos y recomenzaron las operaciones de rescate. Pero cuando parecía que las barcazas iban a poder empezar a vaciar los Galeones, las autoridades de tierra prohibieron seguir con la maniobra, ordenando a la flota de América que se fuera a Ferrol o a Cádiz, alegando que no había llegado el permiso de la Corte para descargar el tesoro en Redondela (y el Rey se podía enfadar con ellos y no renovarles su cargos). Y cuando parecía que el petrolero podía fondear en Corcubión o en algún otro sitio de la costa para ser reparado y trasvasar el petróleo, las autoridades de tierra prohibieron seguir con la maniobra, ordenando el alejamiento del Prestige mar adentro, alegando que la contaminación de la zona donde fuera a fondear no era bien vista por los vecinos (y les haría perder votos y no renovarían sus cargos). Las noticias contradictorias se sucedieron esos días. Ante el bulo de que los piratas habían desistido, alguien dijo que ya no había ningún peligro y mandó volver a cargar el oro y poner rumbo a Sevilla. Ante el bulo de que se habían resuelto todos los problemas del petrolero, alguien dijo que lo mejor era seguir viaje a Gibraltar o a Cabo Verde. El Capitán Velasco estaba indignado, pero los gobernadores locales y el político redondelano José Sarmiento y Valladares no le dejaron tomar las decisiones que él hubiera querido. El Capitán Mangouras no salía de su asombro, pero ante sus protestas fue destituido del mando por un grupo de políticos prepotentes. Y entonces la flota anglo-holandesa entró por la Ría de Vigo: era más poderosa de lo que se pensaba, y los 150 barcos enemigos atacaron a los Galeones sin piedad. El océano  atlántico también era más poderoso de lo que se pensaba, y olas de hasta 8 metros de altura siguieron golpeando el maltrecho casco del Prestige sin piedad. El capitán Velasco intentó sin éxito defenderse, y dicen que en aquella batalla llamada de Rande ordenó quemar sus propios Galeones para evitar que cayeran en manos de los piratas. El capitán Mangouras avisó del grave riesgo de rotura del barco, y dicen que es responsable de la llamada catástrofe del Prestige porque ordenó estropear sus propios motores para evitar que el barco siguiera mar adentro. El capitán general de la flota, Manuel de Velasco, terminó sus días como Virrey de Río de la Plata. Falta saber cómo acabar los suyos el capitán Apostolos Mangouras, chivo expiatorio de este desastre en el que la mayoría de los verdaderos responsables no se van a sentar en el banquillo.

(En Vigo, a 13 de noviembre de 2012, en el décimo aniversario del Mayday-SOS del Prestige).
 

5 comentarios:

  1. Excelente "montaje paralelo", me ha gustado mucho. Se puede hacer buen 'cine' hasta por escrito. La comparación me recuerda que en estos tiempos se ha perdido la grandeza de antaño. Todo es más cutre. En el caso del malhadado barco la más fea bailará con el griego. Este penoso episodio debería transformarse en curso de habilidades directivas para enseñarlo todo sobre incompetencia y manipulación (cutre, eso si).

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    1. Tienes razón, Dr Suso: a ver si al menos con el tiempo se obtienen buenas experiencias y enseñanzas de lo que ha pasado, y en el futuro se impide a los políticos tomar decisiones para las que no están capacitados, y que las tomas sólo por su propio interés o el de su partido.

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  2. Leo los artículos publicados en Atlántico, entre otras cosas porque yo mismo llevo ya mas de 130 publicados en este año, y he de confesar que tu artículo me ha gustado mucho porque se trata de un paralelismo con un trasfondo muy propio de "nuestras cosas".
    Siempre me ha interesado la batalla de Rande, entre otras cosas porque tiene lugar en el ocaso de los Austrias y en la llegada de los Borbones, un periodo de la historia de España trascendental, donde además en Canarias, un volcan anejo al Teide se carga el puerto de Garachico (un puerto natural extraordinario), ciudad preciosa con la que he tenido mucha relación, que fue el primer puerto canario y que como consecuencia de ello empezó a crecer Santa Cruz.
    En cuanto al Prestige, como marino mercante, el asunto siempre me ha interesado y he seguido desde un principio. Como dices en tu artículo, el capitán no hizo mas que lo debería haber hecho, tanto como profesional como empleado de la compañía. Lo de los remolcadores (los buitres del mar) no tiene nombre, pero nadie hará nada por aclararlo.
    De todas formas, a mi lo que siempre me inquietó fue la noticia, publicada en La Voz de Galicia en aquellos momento, de que la posible causa era el choque de un gran tronco contra el costado del barco, ya que dos dias antes un carguero que transportaba grandes troncos proveniente de Brasil hacia Europa había avisado de la perdida en la zona de una cantidad considerable de troncos a la deriva que podrían ser muy peligrosos para la navegación. Esta noticia nunca mas fue tratada aun a pesar de que la grieta original del Prestige para nada tenía el aspecto de las grietas sufridas por arrufo o quebrando, propias de los petroleros.
    Enhorabuena por el artículo.
    Un saludo.
    Miguel Font Rosell

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  3. Gracias por tus comentarios y por la valoración del artículo que hacer, Miguel. Sin ser profesional de la navegación he leído mucho sobre el Prestige y efectivamente lo de los troncos pudo ser la causa del comienzo de los problemas, o quizá un contenedor a la deriva que golpeó contra el casco. No sé por qué no se ha investigado, pero tampoco se dijo que se hubieran encontrado más troncos (de más de 15 metros se decía) a la deriva esos día. Ahí empezó toda la catástrofe, pero todo lo que pasó se hubiera minimizado y habría quedado en un susto si los políticos hubiesesn actuado correctamente.

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  4. Hoy leo en LaVoz la declaraciones del unico politico implicado en el criman del Prestige durante la celebración del Makro-Juicio que acaba de empezar. "La otra tesis de la defensa es que el mayor daño estructural al petrolero se produjo durante las cerca de 20 horas que el buque estuvo sin máquina y sin remolque, con un movimiento que López Sors, ingeniero naval, definió como «cuchareo» y que tiene una incidencia destructiva en la estructura. Apoyaron esta teoría en el informe de los tres técnicos de la empresa Tecnosub que fueron ese día al Prestige. «En la mañana del día 14 lo que eran grietas ya era un gran boquete. Y la cubierta estaba abombada."
    Es seguro por todo lo dicho que si los Remolcadores de RemolcanoSA hubiueran amarrado al Petrolero nada más llegar, en vez de "extorsionarlo" por el puto dinero, el barco no se hubiera roto ni hundido. ¿Por qué no están en el banquillo esos responsables?????

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