jueves, 14 de mayo de 2015

La decisión estética (y electoralista) del alcalde de Vigo de poner jardineras y bordillos altos es una imprudencia peligrosa que nos va a costar caro. El ejemplo de A Coruña.

La estética de las calles de Vigo,
única preocupación del Alcalde
   El alcalde de Vigo sigue empeñado en ganar votos en base a inversiones estéticas. Para él lo más importante es presumir (mintiendo) de que Vigo es la ciudad más limpia y más bonita del mundo.
   Mientras la crisis ha ido complicando la vida de la mayoría de los vigueses de año en año, don Abel ha tirado por los suelos muchos millones de euros (de dinero público, de todos los ciudadanos) poniendo losetas y jardineras, cambiando farolas, arreglando calles que en algunos casos no estaban estropeadas (por no hablar de los barcos en las rotondas, de escaleras mecánicas a ninguna parte, y de otros despilfarros).

Jardineras, cubos de basura, farolas...
Pero no hay sitio para aparcar, y se
pone en riesgo la seguridad.
(Foto: c/ Sagunto - Vigo)
  Ya sabemos que el Concello encargaba el hormigón a una empresa dirigida por uno de sus propios Concejales (que está imputado por ello), y que no han controlado ni han querido dar datos sobre el número de trabajadores (¿portugueses?) que realizaron esas reformas. Pero al alcalde le debe dar igual que tras las reformas cada vez que llueve las calles o los garajes se inunden, o que poco tiempo después de inaugurada la calle ya se hayan levantado las losetas y producido baches en la calzada (Vigo debe ser la ciudad con más baches de España, sobre todo en las parroquias periféricas que al alcalde le dan igual). A eso se añaden los problemas de circulación, de los atascos, de los accidentes en tantas rotondas absurdas y mal diseñadas de Vigo, de la falta de aparcamiento..., todo lo cual debemos a las nefastas decisiones o indecisiones de quien ha gobernado nuestra ciudad los últimos ocho años.
   Pero pienso que también le da igual que haya vigueses que puedan morir porque una ambulancia no llegue a tiempo a su destino, atascada en una calle estrecha rodeada de bordillos elevados y de jardineras; o porque un camión de bomberos no pueda acceder al lugar del siniestro, tanto por la estrechez de las calles (tras su mal llamada "humanización"), como por su falta de resistencia, lo que ocurre por ejemplo en la Praza da Miñoca, donde los camiones de bomberos no pueden entrar porque se hundiría el suelo.

C/ Gral Sanjurjo en A Coruña,
con la jardinera - bulevar que
hubo que retirar por seguridad.
   Hace dos años en la ciudad de A Coruña decidieron eliminar la mediana y la jardinera de la Avenida del General Sanjurjo por motivos de seguridad (VER). La había construido dos años antes el anterior gobierno municipal. Da igual de qué color político fueran unos u otros. Nadie dudaba de que aquella construcción se había hecho por estética. Pero los perjuicios y riesgos para los coruñeses que ocasionaban eran evidentes: se perdían aparcamientos, era complejo detener un vehículo para que subieran o bajaran personas (tanto turismos como taxis), las ambulancias quedaban atrapadas detrás de los autobuses, en un único carril sin posibilidades de subir a la acera o de cruzar la mediana..., y cuando paraban para atender a un accidentado el atasco que se formaba era monumental... Igual que cuando un vehículo quedaba parado por avería o accidente, con el agravante de que la grúa tenía muy difícil acceder a retirarlo... En septiembre de 2011 se produjo un problema de acceso de un camión de bomberos en esa calle, y el Concello de A Coruña pidió un informe al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento. Las conclusiones eran muy claras: consideraba necesario eliminar la mediana. Y así se hizo.
   En Vigo, para nuestra desgracia, nuestro imprudente y esteticista alcalde se ha empeñado en decorar las calles con ese tipo de obstáculos, aumentando imprudentemente el riesgo y complicándonos la vida a los vigueses. ¿No podría escarmentar en cabeza ajena? ¿Hace nuestro Concello estudios de seguridad antes de decidir sus medidas estéticas? Le solicito que los publique.
Retiran el vehículo de un vigués, víctima de
la trampa de uno de los puñeteros bordillos
gigantes que a algún iluminado asesor del alcalde
de Vigo se le ocurrió poner. (Zona del Náutico).
   Y pido a todos los partidos que se presentan a las elecciones del 24 de mayo para representar a los vigueses que se comprometan a defender y a primar lo funcional antes que lo estético, y a desmontar todas las jardineras, bordillos, bulevares y bolardos que perjudican la vida de nuestros conciudadanos y ponen en peligro nuestras vidas. Lo normal es que Abel Caballero y el PSOE pagaran con su dinero todo lo que han despilfarrado, y todos los perjuicios, también futuros, que nos han ocasionado.


Tramo de la calle Velázquez Moreno, junto al mercado
del Progreso, marcada como de doble dirección (¿?)
Un callejón rodeado de trampas.
Plaza de Compostela bajo la lluvia,
año 5 dAC (después de Abel Caballero).

El máximo responsable, manos a la obra,
despilfarrando dinero y complicando la vida a los vigueses.

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