Este artículo ha sido publicado en Faro de Vigo |
Podríamos tener la esperanza de que alguna buena persona se metiera en política y la crisis empezara a arreglarse. Pero si esos aspirantes a nuevos políticos entran en los viejos partidos, en partidos que están en deuda con los Bancos y viven en simbiosis con los poderes financieros (p.ej. situando a sus políticos de Consejeros); en partidos que impiden la independencia de la justicia (para poder hacer lo que quieran y evitar ser condenados por sus fechorías); en partidos que mantienen leyes electorales discriminatorias que favorecen el monopolio del bipartidismo; en partidos que exigen disciplina de voto y ausencia de crítica a cambio de trabajo seguro en la política, sin necesidad de experiencia previa, con privilegios y pensiones de por vida, ocupando si hace falta puestos en instituciones inútiles (como las Diputaciones); en partidos que encubren a ladrones y a imputados,... entonces esos políticos llegarán a ser más corruptos que los anteriores.
Unión, Progreso y Democracia es una opción distinta a las demás. Un partido nuevo, con apenas 4 años de vida, compuesto en su mayoría por profesionales que se han metido en política no para ganarse la vida sino para luchar desde la ética y la racionalidad por el bien común, y no por el bien particular. Un partido que no se basa en ideologías sino en ideas prácticas; que pretende que todos los españoles tengamos el mismo trato, sin discriminaciones en función de dónde vivamos; que defiende que se lleve a cabo con urgencia una reforma radical de la educación pública, volviendo a la cultura del esfuerzo y de la excelencia, y devolviendo las competencias de educación al gobierno central (al igual que las de sanidad); que quiere racionalizar la administración y despolitizarla, controlando el gasto y cerrando miles de entidades ineficientes o duplicadas; que plantea una reforma de la Constitución que actualice y mejore nuestra democracia; que hace unas propuestas económicas y laborales serias y eficaces, que parten de las mejores ideas de los propios afectados; que persigue acabar con los privilegios de los políticos y con la financiación pública de sindicatos y partidos; que propugna la fusión de municipios pequeños y una reforma de la ley electoral que mejore la representatividad, impidiendo también que partidos localistas ejerzan un control desproporcionado sobre el gobierno de la Nación; que defiende la verdadera libertad lingüística que tanto el PP como el PSOE nos niegan por sus miedos o sus pactos que perjudican a los ciudadanos; que abandera la regeneración de la democracia, la transparencia y la participación ciudadana, exigiendo a los políticos que den cuenta de todo lo que hacen, sin más mentiras, sin corrupción, respondiendo de su gestión ante una justicia eficaz e independiente.
El 20N hay elecciones y UPyD es una opción clara, nueva, diferente y veraz, que ofrece soluciones y no tiene el lastre que tienen los demás grandes partidos. Los candidatos de UPyD son elegidos en primarias, no impuestos por la cúpula del Partido, y cualquiera puede optar a esa responsabilidad: así, el actor Toni Cantó es el cabeza de lista por Valencia, y la viguesa Ana Alonso es la candidata por Pontevedra. UPyD abandera la ética y no admite imputados en sus listas: en cuanto se supo que un candidato en una lista de las municipales estaba imputado (lo había ocultado) fue apartado y expedientado (leer noticia). UPyD en su corta vida ya ha demostrado su coherencia. A pesar de la ley del silencio y de las manipulaciones interesadas casi todos saben que la Diputada y Portavoz Rosa Díez ha sido en muchas encuestas la parlamentaria más valorada, la más clara en sus críticas al Gobierno y la que más propuestas innovadoras y valientes ha hecho. Francisco Sosa ha sido de los europarlamentarios españoles que más ha trabajado, y todos le recordamos con el pepino en la mano defendiendo a los agricultores. Gorka Maneiro ha hecho propuestas en Vitoria que ni el PP se había atrevido a hacer, siendo el más claro luchador contra la facción política de ETA. Los 5 concejales de UPyD de Madrid fueron pioneros en renunciaron al coche oficial (leer), gesto que otros han copiado, y en reducir asesores (leer). Los 8 Parlamentarios de UPyD en esa comunidad propusieron reducciones de sueldos (leer), rigurosas medidas de trasparencia (leer) y renunciaron a entrar en el Consejo de Telemadrid (leer). Las encuestas ya auguran para UPyD una subida desde el 1.2% que tuvo el 2008 al 4.4 (leer) y hasta al 5% (leer), con lo que UPyD conseguiría grupo parlamentario propio y podría equilibrar al futuro gobierno. Es una buena opción. Infórmese, compare, y si encuentra algo mejor me lo cuenta, por favor: y le aseguro que lo votaré.
Pedro Larrauri. Portavoz de UPyD-Vigo.
Repasando este artículo, quiero dejar constancia para el futuro de que lo leyó Rosa Díez, líder de UPyD, que vino esos días a Vigo a un Mitin, y me felicitó personalmente.
ResponderEliminarMe gustó que me lo dijera. No es vanagloria: es gloria.