domingo, 1 de abril de 2012

Un apagón, un gesto, una hora... un millón de años por y para el planeta.

Somos muchos los que hemos participado en "La Hora del Planeta", un apagón "ecológico" llevado a cabo en toda la tierra (en España comenzó a las ocho y media de la tarde) como gesto para recordar que todos somos responsables del cambio climático, y que el ahorro de energía es un aspecto muy importante para salvaguardar la salud de la tierra. Esta iniciativa de la organización WWF (World Wildlife Fund) se lleva a cabo desde hace seis años, y se ha convertido en la acción voluntaria por el medio ambiente más grande del mundo.
Esta noche, a la luz de una vela, les he hablado a mis hijas sobre lo que es un milagro: algo maravilloso, que no tiene una explicación. Nuestro planeta, el mundo en el que vivimos, la naturaleza, la vida... es un milagro. Hay quien piensa que lo ha hecho Dios, otros dudamos de esa hipótesis y reconocemos que no tenemos explicación para muchas cosas... pero no por eso deja de ser un milagro. Ese milagro no deja de asombrarnos, y nos debe llevar a agradecer estar viviendo en este increíble planeta: y si ese sentimiento es verdadero y humano, racional, nos tiene que llevar a cuidarlo, a protegerlo, a curarlo, a preservarlo, a convivir en armonía con todos los seres vivos...
Todos tenemos que contribuir a ese objetivo común. Pero no podemos dejarnos engañar por políticos manipuladores (todos presumen de ser ecologistas) ni por empresas que hacen anuncios naturalísticos y conmovedores mientras después están talando bosques tropicales o frenando el desarrollo de las centrales eólicas o solares (como Endesa y las eléctricas españolas). Hay un refrán que dice: "obras son amores, y no buenas razones". No vale de nada decir: hay que hacer. No es más ecologista el que más presume de serlo, sino el que más hace por el planeta. Y tampoco se puede pretender defender al planeta con violencia e ilegalidad.
La conciencia y el impulso ecológico se va extendiendo, y debe plasmarse en acciones concretas, de cada individuo, de las familias, de las empresas, de las comunidades y sociedades de cualquier tipo. Y también debe reflejarse en leyes, responsabilidad de quienes ostentan la representación democrática, que han de velar por el bien común y evitar que sigan dañando al planeta quienes sólo buscan su beneficio particular y a corto plazo. Y esas leyes deben ser globales, porque el que contamina en un sitio del mundo afecta a todos los demás habitantes. Hay que conseguir que la comunidad internacional se imponga sin miramientos a ciertos países y poderosas multinacionales que se resisten a cumplir los objetivos marcados y siguen haciendo daño a nuestro planeta.
Defender y fomentar las fuentes de energía limpias, reciclar y separar los residuos, consumir productos ecológicos y de la propia región en la que vivimos, usar el transporte público, luchar contra la contaminación y multar a quien contamina, educar a todos para que cuiden al planeta, moderar el consumo y no comprar productos fabricados en países o empresas contaminantes, controlar los ecosistemas, investigar y desarrollar nuevas iniciativas, seguir los consejos de los expertos independientes en cada campo... Por ese camino tenemos que avanzar, cambiando cada uno y la sociedad en su conjunto, haciendo los sacrificios que haga falta hacer, para rectificar el rumbo equivocado por el que la humanidad en su conjunto está derivando.
Este apagón voluntario ha sido un rato de oscuridad que ha aportado mucha luz para hacernos soñar y para comprometernos con un planeta más limpio y más sano, con un futuro mejor para todos sus habitantes.

1 comentario:

  1. Esta conciencia ecologica la podemos unir al horror de lo que estamos viviendo estos días, con los incendios de nuestros bosques y ante la falta de medidas más duras para los incendiarios y una educación social de amor y respeto por la naturaleza que nos da todo y nosotros no le devolvemos nada....Se me llenan los ojos de lagrimas al ver esos fuegos tan espantosos y pensar en todos los animales que alli van a perecer, por nada...por el egoismo a veces de unos y por la estupidez humana

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