martes, 29 de enero de 2019

La lección del Rey Alfonso XIII al Presidente Nicolás Maduro.

   El 12 de abril de 1931 se celebraron en España elecciones municipales. En las ciudades ganaron los partidos republicanos, y al conocerse los primeros resultados se produjeron manifestaciones y se generó un clima social que daba a entender de que la mayoría de los españoles estaba en contra del Rey. Y un comité revolucionario, dirigido por Miguel Maura, proclamó la República el día 14 de abril. Y entonces Alfonso XIII tomó la decisión de exiliarse a Roma, cediendo el poder a un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora, que puso en marcha la Segunda República. 
   El legítimo Rey de España actuó así, según explicó, para evitar al pueblo español el sufrimiento que podría suponer un conflicto militar, añadiendo que sentía que había perdido el amor de su pueblo (Ver).

   Relacionando esos hechos ocurridos en 1931 y lo que está ocurriendo estos días en Venezuela podemos sacar dos conclusiones: primera, que Nicolás Maduro podría tomar ejemplo de Alfonso XIII e irse de su país: incluso aunque aceptáramos que ostenta el cargo de Presidente con legitimidad (algo muy discutible), está claro que ha perdido el amor de su pueblo (y también que lo ha hecho muy mal, arruinando a Venezuela económica y socialmente); si se aferra al puesto va a causar todavía más daño a su pueblo. Y además en este caso hace falta estar ciego para no darse cuenta de que su ciclo político ha llegado a su fin... 
   Y otra deducción que podemos sacar es pensar que los actuales políticos españoles de izquierdas que estos días se oponen a que Nicolás Maduro abandone el poder, alegando que es el legítimo Presidente, si hubieran estado en España en 1931, por coherencia, habrían defendido que el legítimo Rey Alfonso XIII siguiera en su puesto y se habrían opuesto a la implantación de la República. Una paradoja que demuestra la incoherencia de esos políticos, y que tienen un peligroso gen populista, que donde echa raíces y llega al poder acabar con la democracia e implanta el pensamiento único, y la pobreza para todos (menos para ellos y sus amigos). Nos viene bien pensar en esto para estar prevenidos.
¿Populismo? NO gracias.


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PD. Este artículo (con alguna pequeña modificación) ha sido publicado ayer en El Confidencial Digital: pincha aquí para ir a esa publicación.

2 comentarios:

  1. ¿Comparas a un Rey elegido por la gracia de Dios con un Presidente electo?

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    1. Está usted muy equivocado: Alfonso XIII tenía la legitimidad completa como Rey que le otorgaba la constitución de 1876, promovida por Cánovas, redactada por 600 senadores y diputados, y aprobada por unas Cortes Constituyentes formadas por representantes elegidos por sufragio de acuerdo con lo previsto en la anterior Constitución de 1869. Se restauró la Monarquía y el pueblo español decidió que el cargo de Rey fuera hereditario, y que el poder del rey fuera compartido por el de las Cortes: no era una dictadura como la de Maduro que acapara todo el poder, burla las leyes, y ejerce la violencia y la tortura contra su pueblo al que ha arruinado.

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