jueves, 3 de enero de 2013

La mala praxis del Dr. Rajoy.


- El siguiente caso es el paciente de la habitación 113. Parece que está peor. ¿Qué nos puede contar de su paciente, Dr. Rajoy? Los familiares están cada vez más nerviosos, y se quejan de que su médico responsable, o sea usted, no les da ni muchas esperanzas ni muchas explicaciones.
- (R) Eso no es cierto: hablo con ellos con frecuencia y mando a mis Residentes a que les notifiquen las novedades en el tratamiento. Y les he dicho que estamos esperando que aparezcan signos de recuperación. Como ya he explicado, el paciente no acaba de remontar por el mal estado en que nos lo encontramos, por culpa de los malos tratamientos que recibió del anterior médico que le atendía.
- Sí, pero cuando usted les pidió a esos familiares que confiaran en usted, sabía cómo se encontraba el paciente; o al menos tenía que haberlo sabido antes de prometer que iba a curarlo muy pronto; y les dijo que con los tratamientos que iba a aplicar enseguida verían cómo se reactivaban las constantes vitales y disminuía la "parotoxina". Y sin embargo los parámetros analíticos no mejoran: la "parotoxina" está ya por encima del 25%,  y el paciente no sale de su postración.
- Yo reitero mi opinión de que la hipertrofia del apéndice "autonomiforme" es uno de los factores patogénicos principales en ese caso, y que debería ser intervenido quirúrgicamente cuanto antes: por ahí se está desangrando su paciente, perdiendo gran parte del interferón que le están inyectando, incluso el que ha mandado traer de Alemania, que sale muy caro ¿no cree? Y lo de fragmentar los tratamientos en 17 tomas sigue ocasionando múltiples desequilibrios, y está conduciendo al abandono terapéutico.
- Además en este caso muchos no entendemos por qué está usted más preocupado de salvar a la flora bacteriana y a los parásitos que se han instalado en el paciente, a los que usted califica de sistémicos, que consumen la mayoría de los recursos, en vez de aportar calorías energéticas directamente a los tejidos productivos del propio paciente.
- ¿Y no piensa usted, Dr. Rajoy, que disminuyendo el aporte de "educatina" y "salubrina", como está haciendo, mermará la capacidad de recuperación de ese organismo que ya está bastante dañado, lo que a largo plazo puede abocar al fracaso multiórganico? Si no cuida las partes más sensibles, además del profundo malestar que causa, pueden gangrenarse los tejidos menos oxigenados y que aparezca una violenta septicemia: podría ser letal!
- (R) Estimados colegas: tengan paciencia y confíen un poco más en mi y en mi equipo. Les aseguro que tenemos controlada la situación, y que queremos curar al paciente. Estamos convencidos de que estamos haciendo lo que hay que hacer.A finales de este año, o al año que viene, el paciente empezará a mejorar....
- Ya le hemos oído el mismo discurso demasiadas veces, y nos tememos que esta vez tampoco se cumplan sus predicciones! Lleva más de un año sin hacer caso a ninguna de las propuestas  que le hacemos en las sesiones clínicas, a las que incluso a veces no viene. Pensamos que usted no sabe cómo curar al paciente y está perdiendo el tiempo y haciendo más daño ¿Qué opina usted del caso, Sr. Catedrático?
- Sr. Rajoy: escúcheme como si yo fuera la voz de su conciencia hipocrática. Ha tenido usted tiempo suficiente para curar al paciente, o al menos para mejorarle; pero tiene que reconocer que el paciente se le escapa de las manos: está cada vez peor. Debo recordarle que cuando un Médico hace un diagnóstico y aplica un  tratamiento, tiene que esperar que aparezca un efecto clínico beneficioso en un cierto periodo de tiempo: si ese resultado no se consigue en el plazo previsto, es que el tratamiento es inadecuado y hay que cambiarlo. Empecinarse en mantener un tratamiento inadecuado es mala praxis. Y eso es, permítame que se lo diga, Dr. Rajoy, lo que está haciendo usted. Cabría pensar que lo hace con la mejor voluntad: pero como se ha dicho en esta sesión clínica, durante estos meses no ha tenido usted en cuenta las opiniones y sugerencias de sus colegas, ni algunos parámetros analíticos importantes, ni se ha atrevido a operar, y se ha centrado en algunos aspectos materiales, obsesionado por el balance de líquidos, dejando sin atender los aspectos psíquicos del paciente... Los familiares han denunciado, y con toda la razón del mundo, que lo que firmaron en el Consentimiento Informado para acceder a su propuesta de tratamiento no se está cumpliendo. Eso no es ético: está usted desprestigiando a esta institución, Dr Rajoy, y todos tenemos muy claro que como consecuencia de su actitud y de sus decisiones la salud de este paciente ha ido empeorando, pasando de grave a muy grave. Se empeña usted en no reconocer su fracaso. Hasta aquí hemos llegado. Le conmino, Dr Rajoy, a que renuncie usted a seguir haciéndose cargo del caso: váyase una temporada a descansar, pida antes disculpas a la familia del paciente, y haga que elijan otro equipo médico para que modifique el enfoque terapéutico, a ver si conseguimos no perder al paciente. Debe hacerlo enseguida, antes de que la familia pierda la paciencia. ¿Le ha quedado claro?
- (R) Esto, ejem, si, pero...
- No hay peros que valgan! Voy a hablarle más claro todavía: dimita ya, con su equipo de asesores, y que el Parlamento nombre un nuevo Gobierno. O mejor aún, convoque elecciones anticipadas. Se levanta la sesión clínica!

1 comentario:

  1. http://www.farodevigo.es/cartas/2013/01/04/mala-praxis-dr-rajoy/735343.html
    Publicado el 4 de enero en Faro de Vigo

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