http://www.farodevigo.es/opinion/2011/07/13/codice-calixtino-marco-polo/562648.html
Versión en gallego: artigo no Faro de Vigo en galego.
| Referencias: edición en español, de 1999. | . | 
Se ha llegado a  escribir que el robo del Códice ha sido un mazazo para la auto-estima  del pueblo gallego, y que ese libro es un símbolo fundamental de nuestra  identidad. No discuto el valor histórico y cultural de la obra, pero  discrepo de la importancia que se le está atribuyendo al considerarlo  elemento esencial de Galicia. Y siento defraudar a tantos que deben  creer que ese libro fue escrito en nuestra tierra, o por un autor  gallego, o que habla bien de nosotros: nada de eso es cierto.  
La mayoría de pergaminos que componen el Códice se escribieron durante  el siglo XII en el monasterio de Cluny, en la región de Borgoña; y en el  prólogo se especifica que la obra se dirige a esa comunidad religiosa.  La autoría principal se le atribuye a un clérigo de Poitou, llamado  Aymeric Picaud, y a otros monjes franceses, que emplearon en su  confección la lengua latina, usada prácticamente en toda Europa en esa  época. En la obra se menciona el idioma vasco, pero no hay ni una  palabra sobre la existencia del gallego, que todavía no había hecho su  aparición como lengua escrita.
Las tres primeras partes del Códice tienen contenidos puramente  religiosos: sermones y rituales litúrgicos, relatos de milagros  atribuidos a Santiago, la leyenda de su viaje a España, y la supuesta  traslación de su cuerpo en el siglo I hasta la ciudad de Compostela. En  alguna homilía se habla peyorativamente de España y de Galicia,  previniendo sobre los malos mesoneros, las meretrices de Palas de Rei  (en Lugo), los falsos mendigos y los estafadores del camino. Y en un  pasaje concreto el autor del Códice no se priva de insultar al pueblo  gallego: tras decir que España debe alegrarse por haber recibido a uno  de los Apóstoles de Cristo, afirma "Feliz tierra de Galicia, que ha  merecido tener tan gran tesoro / pero ¿cómo recibe tal tesoro gente  inculta? / Se cumple el adagio que dice: al necio que no lo buscaba, le  suerte le es dada".
La siguiente parte es una crónica fabulosa del viaje de Carlomagno hasta  Compostela. Ya sabemos que esa peregrinación no pudo ser cierta, pues  el Emperador Franco murió años antes de que se hallaran los huesos  atribuidos al Apóstol. Se afirma en el relato que tras la predicación de  Santiago: "los gallegos abandonaron la fe, dejándose llevar por sus  pecados, y pérfidamente se apartaron de la fe, hasta los tiempos de  Carlomagno". Se cuenta cómo el Emperador llega con su ejército hasta  Santiago y hasta Padrón, y el autor afirma que Carlomagno: "A los  gallegos los regeneró con la gracia del bautismo por manos del Arzobispo  Turpín; pero a los que no quisieron acogerse a la fe y a la gracia del  bautismo, o los acuchilló o los esclavizó bajo el poder de los  cristianos" (muy caritativo por su parte). Esa parte del Códice cuenta  cómo a su regreso Carlomagno distribuyó las tierras y provincias de  España a sus caballeros y huestes que quisieron quedarse, como premio o  botín de guerra: cita a Navarra, Vasconia, Castilla, Nájera, Zaragoza,  Aragón, Andalucía y Portugal; pero termina diciendo, en plan despectivo,  que "los Francos no quisieron habitar Galicia porque les parecía  fragosa" (ellos se lo pierden).
La siguiente parte del Códice, el llamado libro 5º, busca prevenir a los  peregrinos franceses de los peligros que se podían encontrar. Se afirma  por ejemplo que "quien coma en España y en Galicia el pescado que  vulgarmente se llama barbo, seguro que muy pronto o muere o enferma". Y  también: "Todos los pescados y carnes de vaca y de cerdo de toda España y  Galicia producen enfermedades a los extranjeros". Comenta  peculiaridades de los pueblos por donde se pasa, siendo especialmente  hiriente al hablar de navarros y vascos. Y de los gallegos afirma que  somos "muy iracundos y litigiosos". En la parte descriptiva del camino, habla mucho, sin escatimar elogios, de los tramos franceses del camino, pero no  dice casi nada de lo que se puede encontrar por la península; al final, y  quizá lo único positivo en todo este análisis sobre el valor "gallego"  de la obra, se describe la Catedral y la ciudad de Compostela, afirmando  de ella que es "la más dichosa y excelsa de todas las ciudades de  España, por tener en custodia los preciosos restos mortales de  Santiago".
La última parte del Códice es un apéndice con himnos y canciones  religiosas, escritas con la llamada "notación lorena", típica de los  monjes benedictinos de Vézelay, uno de los puntos de partida del Camino  de Santiago en Francia (nada, por tanto, de folclore gallego).
En definitiva, el Codex Calixtinus ni es una obra gallega ni habla bien  de Galicia. Es un libro que contiene una visión negativa de Galicia,  registrada por unos monjes extranjeros, que por otra parte son forofos  de la devoción al Apóstol Santiago. Pero no se puede confundir todo lo  que significa Compostela y el Camino de Santiago con ese libro francés.  ¿Se imaginan ustedes a los chinos diciendo que el libro de viajes de  Marco Polo representa la esencia de su identidad china? Al menos Marco  Polo no insultó a los chinos; pero en cualquier caso los que pueden  estar orgullosos de su obra son los venecianos. Quizá haya que buscar el  Códice robado en la región francesa de Poitou, de donde era Aymeric  Picaud.
 
 
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEn los primeros días de julio de 2012 el Códice fue hallado envuelto en una bolsa de plástico, sano y salvo, en el garaje de un electricista de Santiago de Compostela que había trabajado en la Catedral y se había quedado con copia de las llaves, y lo había robado, junto con otros muchos objetos y limosnas. En todo este año se han hecho múltiples elucubraciones sobre su desaparición, hasta se ha escrito un libro de intriga, y al final era un vulgar ratero el que lo había robado. En fin: al menos ha servido para que la gente se entere de su existencia.
ResponderEliminar