domingo, 22 de abril de 2012

Los escandalosos sueldos de los expresidentes.

No hemos tenido mucha suerte los españoles...
Este es uno de los incomprensibles enigmas de nuestra democracia: si los españoles estamos en contra de los privilegios de los políticos, ¿por qué nuestros representantes en el Parlamento mantienen ese escandaloso trato de favor hacia los expresidentes?
Los políticos de PP y PSOE alegan que los expresidentes deben mantener un nivel social y económico de cierta dignidad. Para ello el Estado asigna a Felipe González, a Aznar y a Zapatero una pensión de 75.000 euros anuales de por vida, además de un coche oficial con chófer, dos asistentes de libre designación (secretario y asesor) y un servicio de varios escoltas. Cada vez que esos expresidentes de desplazan, toda su pequeña corte viaja con ellos, y todos los gastos corren a cuenta de las arcas públicas.
Si ese fuera el único ingreso de los expresidentes quizá podría aceptarse. Pero el problema es que también ganan mucho dinero con sus actividades profesionales de carácter privado, y se les permite cobrar, además de la pensión, otros sueldos públicos: son los únicos españoles que disfrutan de ese privilegio. Y no hablamos de sus planes de pensiones privados ni de otras rentas que puedan tener.
El Grupo Parlamentario de UPyD presentó en febrero una proposición para limitar esos sueldos de los expresidentes y para hacerlos incompatibles con remuneraciones privadas. Ya lo había pedido Rosa Díez en la anterior legislatura. Pero la propuesta sólo fue apoyada por el Grupo de la Izquierda Plural (IU). El BNG se abstuvo.
Alguien puede extrañarse de que los nacionalistas catalanes y vascos votaran en contra. Pero su postura se entiende (leer) sabiendo que los expresidentes de la Generalitat Pujol, Maragall y Montilla tienen parecidos privilegios que los expresidentes de la nación y cobran una paga de unos 80.000 € anuales, que a su jubilación pasará a ser una pensión vitalicia de cuantía similar. También en el País Vasco los exlehendakaris Garaicoetxea, Ardanza e Ibarretxe tienen oficina, asistentes, escoltas y una pensión perpetua de unos 45.000€. Y todos tienen otros ingresos por actividades privadas.
Volviendo a nuestros expresidentes, Felipe González sigue cobrando su pensión, y gana además 126.000 € anuales como Consejero de la empresa privada Gas Natural. También dirige dos empresas privadas propias y es miembro de varios Consejos y Comités. Se ha publicado que llega a ganar 600.000 euros al año. González rehusó entrar en el Consejo de Estado para poder dirigir sus empresas privadas. En cambio Jose Mª Aznar entró en ese Consejo tras dejar La Moncloa, pasando a cobrar por ello 76.000 € anuales del Estado; pero 2 años después se vio obligado a renunciar como Consejero al descubrirse que había cobrado ilegalmente 220.000 € como Consultor de la multinacional News Corporation. A Aznar le pillaron a pesar de que ponía esos ingresos fraudulentos a nombre de su mujer, Ana Botella (actual Alcaldesa de Madrid). Aznar "redondea" su sueldo vitalicio público de 75.000 euros con unos ingresos anuales que se han estimado en más de 1 millón de euros, como Consejero de varias multinacionales (de la eléctrica Endesa cobra más de 200.000€), con sus empresas privadas y con las conferencias que imparte. Y por último Jose Luis Rguez. Zapatero ha empezado a cobrar su pensión de expresidente a la que se añade otro sueldo público, de 76.000€, por ser miembro del Consejo de Estado (lo que conlleva asistir a una reunión al mes). Y cuando hayan pasado 2 años podrá ser fichado como Consejero por una multinacional que se haya beneficiado de su paso por el Gobierno, como hacen la mayoría de los altos cargos, y empezar sus negocios privados (que probablemente ha empezado ya, actuando con testaferros). Y es público que hace poco ZP ha vendido el chalet que había adquirido en 2007 en la costa de Almería por 400.000 euros.
¿Es justo y necesario que los expresidentes cobren una pensión del Estado si otros ingresos ya les aseguran una vida digna? ¿Y no deberían en cualquier caso pasar por el banquillo por sus implicaciones en los GAL, en la guerra de Irak, y por haber llevado a la ruina a este País?

2 comentarios:

  1. La razón por la que los políticos agravian continuamente a sus representados es incognoscible como la fórmula del agua bendita. Los políticos profesionales viven de las rentas legales -e ilegales en algunos casos cuyo número oscila de día en día- que produce su actividad profesional. Por lo tanto, afrentar a sus contratadores parece suicida. Declarada inextricable la causa de postura tan necia solo cabe aportar opiniones y, por aportar algo, yo me inclino a pensar que es porque se lo permiten. Los votantes vociferan, se crispan, enrojecen y blasfeman, pero en la práctica solo practican la abstención (quitarse de en medio, que es la opción que más conviene a los de siempre) o mantener aproximadamente lo que hay (novedades, las justas; como mucho variaciones). Si que tienen una cosa en común los adheridos a la casta política; cuando alguien opina en contra, como en el caso del artículo, generan una causa común que los hace indistinguibles en la defensa de sus privilegios. Todos defienden lo mismo y se convierten en un magma compacto, impenetrable.

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  2. Efectivamente me lo has quitado de la boca: muchas cosas de la política son inextricables (tan enredado o confuso que no se puede aclarar o penetrar en ello).
    Invocaremos a Sócrates para desenredar la maraña: a ver si aclaramos todo esto. Estamos en fase propedéutica (enterándonos del diagnóstico) pero nos gustaría llegar a la mayéutica (que se den cuenta de lo mal que lo hacen).
    Poco a poco el magma de los partidos del milenio pasado se irá situando en donde le corresponde: en el lado oscuro. Precisamente hoy me ha dicho que se va a afiliar en Vigo un excelente profesional en temas de iluminación: nos va a venir muy bien! Parafraseando a Johann Wolfgang: luz, más luz (Licht, mehr Licht).

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