Hola a todos, amigos, simpatizantes y afiliados de UPyD de Vigo y alrededores:
Se acerca el momento en que UPyD va a entrar en el Parlamento de Galicia.
En las democracias maduras los ciudadanos y las asociaciones pueden influir y contribuir a la buena marcha de la sociedad: quejas, propuestas, sugerencias, peticiones refrendadas con firmas... todas esas iniciativas son recibidas por los políticos con respeto: estudiadas y respondidas.
Pero en este País todos sabemos lo lejos que estamos de eso.
Por eso hasta ahora UPyD no ha podido hacer mucho en Galicia, porque apenas tenemos representación política: sólo un concejal en Baiona, que ante la prepotencia y la mayoría absoluta del PP que hay en ese Concello poco puede hacer. Y los medios de comunicación tampoco nos prestan mucha atención.
UPyD es un partido joven pero que aspira a regenerar profundamente la democracia desde las Instituciones, llegando a ellas con el voto de los ciudadanos que compartan nuestro ideario y que confíen en nuestros candidatos.
Creemos que la política es una actividad muy digna, sólo apta para personas honradas que quieran trabajar por el bien común.
Sabemos que mucha gente se mete en política buscando el provecho personal riéndose de la democracia y de los ciudadanos.
Pero cada vez somos más los que no nos contentamos con quejarnos e indignarnos, y nos unimos (como afiliados o simpatizantes) o apoyamos (como votantes) a este nuevo partido, convencidos de que es el mejor instrumento que tenemos para, poco a poco, ir entrando en las Instituciones y desde allí poder empezar a cambiar las cosas.
Ante la proximidad de las elecciones autonómicas ha llegado el momento de reactivarse.
Vamos a hacer todo lo posible para multiplicar el número de personas a las que informamos sobre la opción de UPyD. Especialmente a los que están decepcionados de la política, a los que han tirado la toalla pensando que esto ya no tiene remedio. Seguro que muchos de ellos, tras conocernos, decidirán votar a nuestro partido. Puede que lo consideren la mejor opción o la menos mala, porque nada es perfecto. Como dice el refrán, lo mejor es enemigo de lo bueno (pero ese refrán no debe usarse nunca para conformarse con lo malo). Quizá también decidan implicarse en las actividades de UPyD de una manera más activa. Y lo celebraremos, porque necesitamos cuanta más ayuda mejor.
No somos un partido como los demás ni queremos serlo: UPyD no ha traicionado nunca a sus votantes.
La tarea a largo plazo no va a ser fácil, tanto porque dentro de UPyD pueden situarse personas que defrauden a los afiliados o a los ciudadanos (parte de nuestros esfuerzos deben ir encaminados a que nadie desde dentro pueda ir contra las ideas democráticas de UPyD, que están muy claras en nuestro Manifiesto, Estatutos, programas y declaraciones oficiales) como porque los Partidos tradicionales que monopolizan el poder no quieren que las cosas cambien: se han especializado en perpetuarse en la casta de privilegiados en la que se han instalado, en connivencia con los poderes económicos, comprando voluntades con subvenciones, manteniendo votantes con favores, colocando a sus amigos en puestos públicos, y gastando fortunas en publicidad y propaganda con la que consiguen engañar a las masas.
Todo eso tiene que cambiar.
Y el 21 de octubre probablemente sea un día histórico para UPyD y para toda la sociedad gallega, si superamos la barrera del 5% y conseguimos varios Diputados.
Podemos contribuir a ello con nuestro esfuerzo personal y colectivo.
Gracias por formar parte, en la medida de tus posibilidades y de lo que tu conciencia te dicte, de esta "marea magenta".
Un cordial saludo: Pedro Larrauri. Coordinador local de UPyD. Vigo.
Blog personal de un Ciudadano Vigués. Médico traumatólogo; Defensor de los DDHH, de todas las libertades y de la justicia (que muchas veces brilla por su ausencia). Harto de los políticos falsos y corruptos... Pero con ganas de arreglar los problemas: y el primer paso para arreglarlos es conocerlos. Busco colaborar con personas dignas, y evitar que ciudadanos engañados apoyen a personas falsas y vituperables. Crítico, y con ganas de que triunfe la verdad y de que todos -todos- seamos felices.
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