viernes, 25 de noviembre de 2016

Santiago Carrillo: un político que estranguló a su mujer (denunciado por sus camaradas del partido) no puede tener una calle de Madrid a su nombre. El estremecedor caso de un asesino protegido y encubierto por los promotores de la transición.


In memoriam: Asunción Sánchez de Tudela.
Primera mujer de Santiago Carrillo. Desaparecida.
¿Desaparecida?
Según testimonios fidedignos, asesinada por su marido.
 
   ¿Podemos permitir que un asesino acusado de violencia machista, sobre quien pesa la acusación de haber estrangulado a su mujer (además de haber matado a otros muchos miles de personas) sea protegido y encubierto a causa de su trayectoria política, y que se le honre dando su nombre a una calle en la capital de España (o en otra ciudad)? Yo digo que no.
   Lo que voy a contar aquí está todo publicado.
   Pero he elaborado este artículo al comprobar asombrado (y cabreado) cómo hasta ahora se ha mirado hacia otro lado.
   Los que no hemos vivido la guerra civil y no tenemos compromisos partidistas tenemos la ventaja de que podemos detectar y condenar con mayor imparcialidad los abusos que se cometieron en ambos bandos. Y si en los años 70 pudo estar de alguna manera justificado encubrir a Santiago Carrillo, ahora no: de ninguna manera. Los que estamos sensibilizados en contra de cualquier violencia (y hoy celebramos el día en contra de la violencia de género) defendemos la "tolerancia cero" con los maltratadores de mujeres. Sin prescripciones. Lean y juzguen ustedes mismo. Y actúen.


   La primera pareja del líder comunista Santiago Carrillo se llamaba Asunción Sánchez. Unieron sus vidas en Asturias en 1934, y tuvieron una hija que nació en Madrid en 1938. Al acabar la Guerra Civil huyeron a Francia, y desde ahí pasaron los tres a Moscú, donde la niña murió. Después se pierde la pista de Asunción: no hay datos sobre lo que le pasó, ni certificado de defunción... Carrillo, que se volvió a casar en 1946, nunca aclaró qué fue de su primera mujer: e incurrió en contradicciones las pocas veces que habló de ella, siempre en un tono despectivo a pesar de haber sido el primer amor de su vida...
   Compañeros de su partido (el Partido Comunista de España) aseguraron que Carrillo estranguló a su mujer tras una discusión, y que enterró su cuerpo en el jardín de la casa donde vivía "la Pasionaria", secretaria general del PCE. Eso ocurrió en Francia en 1945.
   En 1977 el general Líster, compañero de Carrillo en la guerra y en el exilio, decidió publicar sus memorias sobre el exilio, donde contaba las maquinaciones de Santiago Carrillo en el PCE: pero los editores le obligaron a eliminar el capítulo donde relataba cómo Carrillo había asesinado a su mujer.
   ¿Cómo se explica esa censura? Tras la muerte de Franco, y para asegurar una transición pacífica, Adolfo Suárez pactó con Santiago Carrillo que el PCE aceptaría la Monarquía a cambio de olvidar todo su pasado. En enero de 1977 un grupo de extrema derecha asesinó a cuatro abogados comunistas ("la matanza de Atocha") y empezaron a producirse manifestaciones de partidarios del PCE y de masas contrarias al régimen heredero del franquismo. El mes siguiente el presidente Suárez mantuvo una reunión "secreta" con Carrillo, de ocho horas de duración (en casa de José Mª Armero, presidente de la agencia Europa Press), y unas semanas más tarde (con protestas y dimisiones de militares y ministros) se legalizaba el PCE. (Ver artículo: "El día que el PC dijo sí a la Monarquía"). En junio Carrillo era elegido diputado al Congreso, y participó en la elaboración de la nueva Constitución.
A finales de 2012 lo aprobó el Ayuntamiento de Madrid.
Aún no se ha materializado la infamia. Ref:
   Santiago Carrillo acabó siendo expulsado del PCE, en 1985, por el sector renovador. En 2005 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid, lo que ocasionó muchas protestas. Murió en septiembre de 2012, a los 97 años de edad. Y días después el Ayuntamiento de Madrid decidió poner su nombre una calle de la capital, cosa que aún no ha hecho. Si que hay calles con el nombre de Santiago Carrillo en Gijón, Getafe y Sevilla.

   Carrillo en la guerra.
   El dirigente comunista Santiago Carrillo fue el responsable de "la mayor atrocidad cometida en territorio republicano", como lo calificó Paul Preston en su libro "El Holocausto español. Odio y exterminio en la Guerra Civil y después." El experto historiador inglés añadía que las mentiras de Carrillo mantenidas para tratar de exculparse de "la matanza de Paracuellos" durante toda su vida eran "infantiles" (Ver).
   Al estallar la guerra, en 1936, Santiago Carrillo tenía 21 años y era el Jefe de las Juventudes Socialistas Unificadas (juventudes de los partidos Socialista y Comunista). Fue nombrado responsable de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, y como tal ordenó (para algunos solo "lo permitió") a sus subaternos "limpiar" las cárceles de la capital, trasladando en autobuses y fusilando en Paracuellos del Jarama a más de 2.500 presos (para algunos fueron entre 6 y 10 mil), entre los que se encontraban militares que habían apoyado el golpe de estado, pero además religiosos, políticos y militantes de partidos la derecha, junto con otras muchas personas detenidas por ser consideradas partidarias de la sublevación, encarceladas sin amparo legal ni acusación formal. Carrillo alegó que no sabía nada de lo que pasaba, algo que fue negado por varios testigos de la época (entre ellos el Cónsul de Noruega en Madrid). El historiador español Ricardo de la Cierva (cuyo padre fue asesinado en Paracuellos) publicó un libro sobre el tema titulado "Carrillo miente: 153 documentos contra 106 falsedades" (Ver).
   También se ha implicado a Santiago Carrillo, fiel y devoto del dirigente comunista Stalin, con la operación que acabó con la vida de Trotski en México, y también con la decisión de asesinar a Primo de Rivera (Ver) así como con purgas en el seno del propio Partido Comunista (ver más adelante). Pero atención especial merece el caso de su primera mujer...

   ¿Asesinó Carrillo a su primera mujer tras una discusión en París?
Ref.
   Tras la muerte de Carrillo, el periodista Josele Sánchez investigó su vida durante dos años, y terminó escribiendo el libro "Con la piel del Cordero" (Círculo Rojo, 2014).
   En la presentación del libro, afirmaba lo siguiente sobre Santiago Carrillo: «Tenía una primera mujer que se llamaba Asunción, Chon, asturiana, que le acompañó en su huida de España. Primero a Francia y luego la dejó en Uruguay y a sus camaradas, encargados de que no la dejaran regresar a Europa. Pero vuelve y se la encuentra en Francia. Tienen una fuerte discusión en la casa de Dolores Ibárruri, en París. La asesina, la estrangula y la entierra en el chalet de la Pasionaria." Eso ocurrió en 1945.
   Sánchez defiende que puede afirmar eso (y otras muchas atrocidades cometidas por Carrillo) con rotundidad porque lo tiene todo bien documentado. El escritor afirma que "Santiago Carrillo fue un genocida, un asesino y, además, absolutamente despreciable como ser humano."
   La historia del asesinato de su mujer en una discusión cometido por Carrillo estaba escrita en la versión original del libro de memorias que escribió Líster.

Ref.
   Enrique Líster, camarada de Carrillo.         Originario de una aldea cercana a Santiago de Compostela, tuvo que emigrar muy joven, con su padre, a Cuba, donde trabajó de cantero. A su regreso se hizo del Partido Comunista, viajó a Moscú, y posteriormente tuvo un gran papel en la guerra civil como dirigente del ejército de República.
   Mientras Carrillo asesinaba a los presos en Paracuellos, Líster comandaba las tropas que frenaban a los "nacionales" en su primer intento de entrar en Madrid.
   Líster se convirtió en uno de los militares más afamados de la República, en un héroe popular: los poetas Miguel Hernández y Antonio Machado le dedicaron sendas poesías.
   Tras la victoria de Franco, Lister salió de España (junto con Dolores Ibárruri y otros dirigentes comunistas) y se exilió en la URSS, donde acabó siendo general del Ejército Rojo. Después desempeñó diversos cargos en el PCE en el exilio. El año 1948 viajó junto con Santiago Carrillo a Belgrado (Yugoeslavia) en representación del Buró Político del PCE para entrevistarse con Tito y solicitarle el lanzamiento en paracaídas de hombres y armas sobre el Levante español en apoyo de la lucha guerrillera (el Maquis). Pasaron allí 15 días, pero no consiguieron su propósito. Ref. Años después, en 1970, Líster se distanció de Carrillo al mantenerse en la línea prosoviética, mientras que Carrillo optaba por el eurocomunismo.
Líster con el Ché. en 1961.
El general gallego fue a apoyar
la Revolución, y fue homenajeado
como héroe en La Habana
    A su regreso a España en 1977, Líster escribió su libro titulado: "Así destruyó Carrillo el PCE", denunciando las macabras intrigas de Santiago Carrillo al frente del Partido en el exilio. Incluía varios casos -y los documenta- sobre cómo Carrillo decidía y ordenaba la "liquidación física" de los miembros del PCE que se oponían a sus directrices y a su voluntad. Líster escribía: "En el período 1947-1951 las cosas se van agravando cada vez más. Las persecuciones en el Partido van en aumento... tal como habíamos de enterarnos más tarde, se venía aplicando el asesinato como método de dirección y de represión en el Partido..." (comienzo del Capítulo 4: Ver el libro).
   Al respecto, Josele Sanchez recoge los nombres de 165 comunistas (122 en España y 43 en territorio francés) asesinados por orden de la cúpula de su propio partido, el PCE, controlado por Carrillo y por la Pasionaria (Ver). Cuando alguien se oponía a Carrillo, este lanzaba la falsa acusación de que era un traidor y un confidente de la Guardia Civil franquista, y ordenaba a comunistas de su entorno que lo asesinaran..
   La censura de la transición protege a Carrillo.
   Cuando quiso publicar su libro, Líster se encontró con que el editor José Manuel de Lara (presidente de Editorial Planeta) le obligó a omitir el capítulo en el que narraba el asesinato cometido por Carrillo de su primera esposa. Josele Sánchez investigó y concluyó que no se publicó por presiones de la Casa Real.
   Lister afirmaba en su libro que ese asesinato se había cometido en casa de Dolores Ibárruri, La Pasionaria, y que la víctima fue enterrada en el jardín de su casa. (Años después se edificó un rascacielos en ese lugar). Ese asesinato fue referido a Líster directamente por Vicente Uribe, miembro del PCE residente en París en aquellas fechas. Todo eso fue ratificado por el hijo de Líster, profesor jubilado de la Universidad de Poitiers, quien también declaró que de la versión escrita de esta historia no encontró después ningún rastro, pues un miembro de la ejecutiva del PCE se llevó muchos papeles del general cuando éste murió en Madrid a finales de 1994 (Ref).
Carrillo, Líster y Pasionaria,
dirigentes del PCE en el exilio.
   Líster escribía en la introducción de su libro: "Dolores lbárruri ha odiado siempre a Carrillo; ha dicho sobre él las cosas más despreciativas que yo haya podido escuchar. Pero Dolores lbárruri le tiene miedo. Carrillo ha logrado irla comprometiendo en sus crímenes y cada vez que en los años sesenta y setenta yo la invité a que dijera la ver­dad al Partido, me respondía que prefería tirarse por una ventana. La última vez que intenté convencerla fue en fe­brero de 1970, en su casa de Moscú. Casi todo el secreto está en los hechos sangrientos en que Carrillo ha logrado comprometerla. Y digo casi todo, y no todo, porque queda algo más que prefiero no incluir aquí."
   Josele Sánchez, investigador de la vida del dirigente comunista afirma que (Ver): "Santiago Carrillo llegó a un acuerdo con mediadores de Juan Carlos de Borbón cuando todavía éste era príncipe, estableciéndose un pacto en virtud del cual, cundo muriese Franco, el Partido Comunista de España facilitaría una transición pacífica a la democracia a cambio de que se limpiara su nombre, su pasado y su expediente judicial. Carrillo se aseguró de no ser juzgado por ningún motivo hasta el punto de que el único exiliado que no pudo volver a España fue Segundo Serrano Poncela, mano derecha del secretario general de los comunistas en las matanzas de Paracuellos" (a quien Carrillo echó la culpa).
   ¿Alguien sabe lo que le pasó a Asunción Sánchez,  la primera mujer de Carrillo?
   Santiago Carrillo casi nunca habló sobre su primera mujer, y las pocas veces que lo hizo incurrió en contradicciones al dar datos sobre ella, como puede leerse en el interesante artículo titulado "El misterio de la primera mujer de Carrillo" (Ver) publicado a finales de 2012, justo después de la muerte de Carrillo, al que corresponde la imagen que encabeza este artículo.
   En marzo de 1977, al leer una biografía de Carrillo hecha por María Eugenia Yagüe, Líster (que había coincidido con Carrillo y con su mujer en Moscú el año 39), publicó en Mundo Obrero una carta dirigida a la autora del libro en la que, entre otras cosas, decía:
   - "Perdone, señora Yagüe, ¿Carrillo le ha hecho ese relato, o se lo ha imaginado usted? Los hechos son muy diferen­tes. He aquí los puntos principales, pues los detalles los encontrará usted en la segunda parte de mis memorias. La esposa y la hija de Carrillo salen con él de España el 8 de febrero de 1939. Se van juntos a la Unión Soviéti­ca, donde quedan hospedados en el hotel Nacional, que no en el Lux como afirma Carrillo, hasta que, en unión de Juan Comorera, salen hacia América a través de Japón. Van a Nueva York y de allí a La Habana, donde poco des­pués muere la niña. Es, por lo tanto, en la capital cubana, y no en un campo de concentración francés, donde muere la niña. De Cuba a Méjico, para ir después a Buenos Aires y de la capital argentina a Montevideo. Del Uruguay sale Carrillo en 1944 hacia Lisboa, dejando allí a su mujer, con orden expresa a Giorla de que no le permita emprender viaje hacia Europa; pero el 29 de abril de 1945, «Choni», que era el diminutivo por el que todos conocíamos a la es­posa de Carrillo, y cuyo nombre era Asunción Sánchez Tudela, desembarca en Toulouse. Y aquí pongo punto, aunque la historia no termina así. Y Carrillo le ha mentido a usted, si le ha afirmado que su mujer estaba en la Unión Soviética."
Carrillo (con chaqueta) en 1936, ante la tumba de
Pablo Iglesias. ¿Quizá la mujer que sale a su
derecha es Asunción Sánchez? Ref enlace
    Aunque Líster primero no pudo y luego no quiso (o no le dejaron) publicar nada sobre la muerte de "Choni", está claro que él y otros lo sabían: "la historia no termina así", escribe en esa carta. ¿Por qué iban a inventarse Líster y otros comunistas camaradas de Santiago Carrillo una historia tan macabra y sangrienta de violencia machista si no fue verdad? Y si la acusación era falsa ¿por qué Carrillo no aclaró el final de su mujer, y por qué nadie más sabe nada sobre ella...? Descanse en paz: Asunción Sánchez de Tudela, Choni.
   ¿Fue Carrillo un asesino machista?
   Sobre Carrillo hay muchos asesinatos probados y otros sospechados. Creo que con muchas menos evidencias se han condenado a hombres por el asesinato de su parejas. Y podemos preguntarnos: ¿se merece Santiago Carrillo una calle en Madrid? ¿Se merece algún reconocimiento y honor público? ¿No deberíamos protestar, por este caso concreto, las feministas y todos los que estamos contra la violencia de género, contra cualquier violencia? ¿No debe hacer algo la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, sobre ?

   PD: Si tienes estómago, puedes leer aquí un impresionante testimonio de un testigo de los asesinatos y aberraciones (como quemarle los pechos a una mujer atada y semidesnuda, simplemente por el hecho de ser monja) cometidos por Carrillo durante la guerra Civil: http://www.diarioya.es/content/un-documento-comprometedor-para-santiago-carrillo-vuelve-a-la-luz
"Esquela" crítica publicada en 2012.

Segun Lister, Dolores Ibárruri odiaba a Carrillo.
   En octubre de 1977 se promulgó en España la Ley de Amnistía, que perdonaba todos los delitos políticos cometidos hasta el año anterior. Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional solicitaron en repetidas ocasiones al Gobierno la derogación de la norma, al considerarla incompatible con el Derecho internacional, pues impedía juzgar delitos considerados imprescriptibles. En cualquier caso, Carrillo cometió delitos que no pueden considerarse políticos. Y la memoria de su primera pareja exige justicia...



1 comentario:

  1. Esperemos sentados que las feministas y los demás grupos de izquierda exijan al Ayuntamiento de Madrid que no le dé el nombre de ese asesino a ninguna calle de la capital.

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