sábado, 9 de diciembre de 2017

Los musulmanes dicen que Jerusalén es santa porque Mahoma estuvo allí (y añaden que desde allí subió al cielo): pero eso no es verdad.

   Jerusalén es para los judíos el lugar de la construcción del primer templo de su fe, para los cristianos la ciudad donde Jesús desarrolló su misión, y para los musulmanes desde donde Mahoma ascendió al cielo: es una ciudad santa para las tres religiones.
   Los musulmanes basan en su libro sagrado, el Corán, sus pretensiones sobre Jerusalén: pero resulta que en realidad Jerusalén no aparece mencionada en el libro escrito por Mahoma ni una sola vez.

   El presidente de Estados Unidos de América acaba de reconocer a Jerusalén como capital del Estado de Israel. La Unión Europea no le apoya, y el mundo árabe ha protestado enérgicamente. No voy a entrar a discutir la conveniencia o no de esa medida, si es más o menos justa, legal o diplomática... Las opiniones son muy diversas... Pero quiero aportar al debate algo que creo que mucha gente no sabe (y se repite como si fuera verdad), y es lo siguiente: la afirmación de que Mahoma estuvo en Jerusalén y desde esa ciudad subió al cielo, es una mentira.

    Los musulmanes afirman que el sura o capítulo 17 del Corán contiene una alusión a Jerusalén cuando se refiere a "la mezquita más lejana". El texto del Corán dice así: "Infinito en Su gloria es Aquel que transportó a Su siervo en la noche de la Casa Inviolable de Adoración a la Casa Lejana de Adoración".
   Mahoma, que no viajó nunca fuera de Arabia, escribió en esa sura que fue llevado en sueños por Alá a una casa de adoración (esto es, una mezquita) lejana. El viaje no fue real, sino un sueño. Y además no hay pruebas sólidas de que la casa lejana citada sea Jerusalén. Probablemente el viaje onírico fue desde La Meca hasta Medina.
   En vida de Mahoma, Jerusalén era una ciudad cristiana del reino bizantino. No fue conquistada por los musulmanes hasta seis años después de la muerte del Profeta. En esa época, la ciudad sólo albergaba iglesias, y en el Monte del Templo se levantaba la iglesia bizantina de Santa María. Y un musulmán no puede adorar a Alá en una iglesia cristiana, por lo que difícilmente Mahoma rezó en una mezquita en la ciudad santa de Judíos y Cristianos.
   Cuando el Califa Omar tomó Jerusalén el año 638 no mostró especial interés por esa ciudad: se limitó a imponer tributo a sus habitantes, y acampó en los alrededores "para no mezclarse con gente extranjera". Los relatos árabes de la conquista de Jerusalén por el califa Omar tampoco identifican en ningún momento a esa ciudad con "la mezquita lejana" ni con ningún momento de la vida de Mahoma. 
   Más tarde, el año 685, Abd el-Malik se convirtió en el quinto califa de la familia Omeya, establecida en Damasco, y comenzó un periodo de disputas contra el Califa Ibn az-Zubayrque reinaba en Arabia. Abd el Malik decidió crear un lugar santo alternativo al santuario de la Meca, donde ejercitaba el poder su rival. (Ver). Y así construyó en Jerusalén primero la Cúpula de la Roca, afirmando que esa era la roca desde la cual Mahoma había salido volando en su ascensión al cielo junto con el ángel Gabriel (según leyendas escritas años después de la muerte del Profeta); y años después construyó la mezquita de Al-Aqsa ("mezquita lejana"), que fue terminada por su hijo Al-Walid el año 705, afirmando (falsamente, para dar prestigio político y religioso a la ciudad) que esa mezquita era la mencionada en el Corán en el sura 17, a la que había ido Mahoma en sueños en vida. Los musulmanes comenzaron entonces a llamar a Jerusalén "Al-Quds", la ciudad sagradaHasta hubo una iniciativa encaminada a desplazar la peregrinación (el hajj) de la Meca a Jerusalén (Ver).
   Resulta indudable que cuando Mahoma redactó el Corán, entre el 609 y 632 de la era común (o cristiana), al dictado del ángel Gabriel, no podía referirse a Jerusalén ni a esta mezquita de Al Aqsa, fundada tres generaciones después de su muerte.
   Por lo demás, Mahoma no manifestó nunca especial simpatía por Jerusalén. Cuando llegó a Medina aconsejó a sus seguidores que rezaran orientados en la misma dirección que lo hacían los judíos, tratando de atraer a los adoradores de Yahvé para que se convirtieran al Islam. Pero al ver que fracasaba su iniciativa, el 12 de febrero del año 624 Mahoma impuso la prohibición de rezar en esa dirección (hacia Siria, dice el Corán), indicándo a los creyentes que lo hicieran hacia La Meca (Ver).
   Queda claro que Jerusalén no fue para Mahoma, ni para los musulmanes que siguen las enseñanzas del Corán, un lugar sagrado. Los que afirman que Mahoma fue a Jerusalén y que desde allí ascendió al cielo se lo han inventado. Analizando la historia (Ver) se puede decir que Jerusalén ha tenido poco interés para los musulmanes, y cuando lo ha tenido ha sido por motivos políticos: para fundamentar la contracruzada en la baja edad media, y en la actualidad para sumar sentimientos religiosos (que como la mayoría de los sentimientos religiosos se transforman en fanatismo) en su oposición al reestablecimiento de los Judíos en su territorio originario.
   Es indudable que Jerusalén es la ciudad santa de los judíos, de manera similar a como La Meca lo es para los musulmanes. Son muchos los que defienden que los Judíos tienen derecho a disfrutar plenamente de su ciudad sagrada, y recuerdan que en La Meca tienen prohibida la entrada los no musulmanes...

   Como conclusión, creo que países como Israel y Palestina tienen derecho a vivir en paz, a tener reconocido su territorio y su plena autonomía e independencia, y a situar su capital en la ciudad de su territorio que ellos quieran.
   El actual conflicto tiene su origen en que las potencias internacionales y después la ONU no supieron desde el principio buscar una buena solución, ni controlaron después los abusos de ambas partes (especialmente del lado más fuerte, que es Israel).
   Con la ayuda de la ONU y de quien sea, ambos países deben llegar a un acuerdo racional y justo que fije definitivamente las fronteras e imponga la paz: para eso, los dos deben ceder.
   Pero en cualquier caso, ni los palestinos ni los árabes ni nadie puede alegar que Mahoma estuvo en Jerusalén y que por eso esa ciudad es santa y les pertenece, y por ese motivo no pueden renunciar a ella: todo eso es mentira.

   PD: Ver artículo relacionado: Resumen de la historia de Jerusalén.


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