¿En manos de quién estamos? (Llanto por la Democracia).

Interrumpo mi periplo participando en la jornada electoral como Apoderado de UPyD para escribir esto, compartiendo con los lectores mi tristeza y mi preocupación, mi  llanto por esta Democracia que tenemos. Tal como ha ocurrido hace un rato en el colegio electoral de Balaídos, en Vigo, así lo cuento.
Un señor de unos 75 años, caminando torpemente con su bastón, se me ha acercado preguntándome que dónde le tocaba votar. En su tarjeta del censo electoral, que estaba sin abrir, pude comprobar que era en la Mesa 33B. Le dirigí haca ella. Allí me retiré prudentemente. El señor enseñó el DNI, pero cuando el presidente de la mesa le pidió el voto, dijo que no lo tenía. - Tiene que ir allí a cogerlo. Como vi que necesitaba más ayuda le acompañé. - Aquí es: tiene que elegir una papeleta de entre todas estas, y meterla en el sobre. El señor eligió una del montón que más papeletas tenía, la metió en el sobre y fue a votar. Tuve que ayudarle otra vez porque se dirigió a una Mesa que no era la suya. Cuando ya salía, se cruzó conmigo: - Gracias por ayudarme. Y yo le contesté: -Y eso que no ha votado a mi partido. Y el me respondió: - Yo voto a cualquiera, me da igual uno que otro.
Casi he llorado al comprobar en manos de quién estamos. Y no le culpo a ese votante, ni a tantos miles de ciudadanos que votan sin saber realmente quiénes son, qué han hecho, o qué defienden los candidatos que figuran en la papeleta que eligen.
Pienso que la educación para la ciudadanía debería impartirse también a los adultos, y alguien ha propuesto que habría que hacer un cursillo de democracia o un test que demuestre mínimos conocimientos sobre la realidad política de nuestra sociedad antes de votar. Porque unos ciudadanos que no saben bien a quién votan, que no están bien informados (o que están desinformados y manipulados) no pueden elegir bien. Y entonces nuestra Democracia se convierte en un sucedáneo, se mantiene secuestrada por los partidos mayoritarios, y es un caldo de cultivo para los totalitarismos y las dictaduras.
He escrito esto sin saber los resultados de las elecciones: no tiene que ver.
No cabe dudad de que hace falta que mejore nuestra Democracia: cultura, educación, acceso a la información veraz y objetiva, libertad de prensa, medios independientes, rechazo a los fanatismos y a cualquier tipo de violencia, igualdad de oportunidades para todas las opciones políticas...
Los que creemos en la Democracia tenemos que dar y ganar esas batallas.