domingo, 1 de julio de 2012

Disquisiciones sobre el matrimonio homosexual, la politización del TC y la postura de los obispos.

Mi hija me preguntó en el aeropuerto: "¿vamos a ir en barco? porque dicen que tenemos que embarcar". Le expliqué que antiguamente la gente iba en barco para hacer largos viajes, y que cuando se inventó el avión se decidió que se podía usar la misma palabra "embarcar" para entrar en ambos medios de transporte.
El diccionario María Moliner define matrimonio como "la unión de una pareja humana, legalizada por las ceremonias y formalidades civiles o religiosas establecidas, para constituir una familia". Me gusta ese diccionario. Pero hay otros, como la Gran Enciclopedia Larousse, que especifican que para que haya matrimonio deben ser 2 personas de distinto sexo. Eso mismo adujeron, haciendo referencia al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), 50 Parlamentarios del PP cuando hace 7 años presentaron un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley 13/2005, que regula el Matrimonio Homosexual, recurso que todavía está pendiente de resolverse en el Tribunal Constitucional (TC). Al igual que otros grupos, UPyD ha pedido reiteradamente a Rajoy y a su Partido que retire ese recurso y que apoye la Ley, lo que demostraría que efectivamente están por la igualdad de derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual (ver noticia).
Antes de la primera ley española de Divorcio, aprobada en 1981, había mucha gente que se oponía rotunda y fanáticamente a que se pudiera disolver un matrimonio: "el matrimonio es uno con una y para siempre", era el mantra que se repetía desde los púlpitos y desde la derecha heredera del franquismo (instalada en la actualidad dentro del PP). Hoy en día no creo que quede nadie con aquellos planteamientos anti-divorcio, y eso demuestra que nuestra sociedad madura y progresa.
Pero todavía hoy en día hay gente que no acepta que los homosexuales puedan tener los mismos derechos que los heterosexuales, ni que puedan acceder al matrimonio con los mismos requisitos y efectos que todos los demás ciudadanos. Y esos planteamientos que se pueden calificar de homófobos les llevan a oponerse a que se use la palabra matrimonio cuando las personas que componen la pareja que se casa son del mismo sexo. Llegan a decir que con ese uso de la palabra matrimonio se devalúa el concepto clásico de matrimonio y se perjudica a la sociedad. Y por eso se han quedado chafados de la novedad de hace unos días: en la última actualización (versión digital), del DRAE los Académicos han decidido incluir la acepción de matrimonio homosexual como unión de dos personas del mismo sexo (ver noticia).
El Partido Popular acaba de proponer para ser miembro del TC al Catedrático de Filosofía del Derecho Alberto Ollero, quien afirmaba en un seminario que "hablar de matrimonio homosexual no tiene sentido alguno en términos jurídicos, es algo inconcebible". Ollero fue durante 17 años Diputado del PP por Granada, y llegó a ser un alto cargo, portavoz del PP en Justicia (dicen que no le nombraron Ministro por ser miembro del Opus Dei). Ahora el PP alega que como Ollero lleva 9 años dado de baja del Partido ya se puede considerar independiente, y en unos días pasará a formar parte del TC, que precisamente tiene pendiente resolver el mencionado recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP.
La reciente sentencia sobre Sortu dejó muy claro, a los que todavía no lo tenían, la politización del TC. Actualmente hay 7 Magistrados nombrados a propuesta del PSOE y 5 a propuesta del PP: de momento, el grupo socialista, los llamados progresistas, tienen mayoría en el TC sobre los llamados conservadores. Sin duda el PP tratará de decantar la balanza de las sentencias hacia sus posturas conservadoras, según se van renovando los puestos del TC y va colocando en el a Magistrados afines y sumisos al Partido. Ya se ve por donde van los tiros con la propuesta de Ollero, que en el tema del aborto también defiende las ideas del Opus Dei: rechazo absoluto. Precisamente el TC tiene también pendiente el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra la actual Ley del aborto. Sin embargo el PP ya ha advertido que incluso en el caso de que esa Ley del aborto sea declarada Constitucional, usará su mayoría absoluta en el Parlamento para derogarla y sacar una nueva ley más restrictiva.
En el tema del matrimonio homosexual no está muy claro si ante un rechazo a su recurso el PP hará lo mismo (modificar la Ley en el Parlamento) o no. Hay quien especula que es posible que en el próximo pleno del TC, esta misma semana, se rechace el recurso del PP contra la Ley de Matrimonio Homosexual (ver noticia). Dirigentes del PP como Gallardón (Ministro de Justicia), Esperanza Aguirre, Alfonso Alonso (ver), o Iñaki Oyarzábal (entre otros) se han pronunciado a favor de la Ley; pero otros dirigentes del PP (posiblemente podamos considerarlos defensores de los principios católicos y/o herederos de la derecha post-franquista) como Ángel Acebes, Jaime Mayor Oreja, Federico Trillo, Ana Pastor, Miguel Arias Cañete, Vicente Martínez Pujalte, José María Álvarez del Manzano, Juan Cotino, Amando de Miguel (todos ellos fueron a la manifestación organizada por organizaciones "católicas" contra la ley: ver noticia) o Ana Botella (que dijo aquello de que el matrimonio es una manzana con una pera, pero no podían ser dos manzanas: ver) parecen partidarios de aprovechar su mayoría absoluta para derogar la Ley, incluso aunque la avale el Tribunal Constitucional, y de legislar la prohibición de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Rajoy no se ha mojado mucho: sólo ha dicho que acatará lo que diga el TC y después ya veremos qué pasa: "Dios dirá", vino a decir.
El tema es de actualidad en todo el mundo, y recientemente el Presidente de los Estados Unidos de América (EUA) se manifestó a favor de que se puedan celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo: en 31 Estados de EUA se prohibe ese tipo de matrimonio, y en 7 está permitido: el resto de los Estados aún no se ha definido. El Presidente de la Conferencia Episcopal de los EUA, el Obispo Dolan, criticó a Barak Obama afirmando: "El único matrimonio es entre un hombre y una mujer. No podemos permanecer en silencio frente a palabras o hechos que minarían esa institución, piedra angular de nuestra sociedad" (ver noticia). El Cardenal Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio Vaticano Justicia y Paz, había declarado que la Ley aprobada en 2005 en España era un acto contra Dios, algo aberrante y contra natura (ver noticia). Recientemente ha surgido una polémica por unas declaraciones del Obispo de Alcalá, Reig Plá, quien mantiene públicamente que el comportamiento homosexual es intrínsecamente malo desde el punto de vista moral y afirma que la inclinación homosexual debe ser considerada como objetivamente desordenada (ver noticia).
De momento, seguiremos usando la palabra embarcar para entrar en el avión, y hablaremos de bodas para la celebración de matrimonios homosexuales: ya se encargarán los interesados de especificar después si es un primer matrimonio, un matrimonio de divorciados, un matrimonio de dos hombres, o de dos mujeres, un matrimonio tradicional, clásico, católico o heterosexual. Y que no se nos enfaden los católicos ortodoxos ni los del PP: pueden comprobar en la Enciclopedia Católica que los primeros cristianos usaron la palabra episkopoi para nombrar a sus obispos, y episkopoi era un término civil que significaba oficial o superintendente: era el que llevaba la organización financiera de varios grupos, en el caso religioso de varias comunidades regidas por un presbítero (palabra que viene de presbyteroi, anciano). Estoy seguro de que en los primeros siglos de la Era Común ni los superintendentes ni los ancianos se molestaron por que las palabras que los designaban fueran usadas por los cristianos con una acepción diferente.
El sentido de las palabras evoluciona, igual que las sociedades, aunque a algunos les cueste aceptarlo.

Para saber más puede consultarse el extenso artículo de Wikipedia: Matrimonio entre personas del mismo sexo en España.

4 comentarios:

  1. Yo me andaría con mucho cuidado antes de meterme en las arenas movedizas de las modas y las moderneces. Quienes consideramos que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer para formar una familia no es justo que seamos calificados por ello de "homófobos". El solo hecho de insinuar eso os puede restar muchos votos, pues a una persona con criterio no es fácil hacerla comulgar con ruedas de molino.

    He aquí tus palabras textuales: «Y esos planteamientos que se pueden calificar de homófobos les llevan a oponerse a que se use la palabra matrimonio cuando las personas que componen la pareja que se casa son del mismo sexo».

    Me pregunto si UPyD no ha heredado de Zapatero y compañía la alineación con los más que discutibles postulados de los Estudios de Género. ¿Se puede desvincular tan alegremente como hacen algunos la identidad sexual de la biología?

    El origen etimológico de la palabra matrimonio está centrado en el cuidado de la madre. "Matris munium" proviene de dos palabras del latín: la primera "matris", que significa "madre" y, la segunda, "munium", "gravamen o cuidado", viniendo a significar "cuidado de la madre", en tanto se consideraba que la madre era la que contribuía más a la formación y crianza de los hijos. Otra posible derivación provendría de "matreum muniens", significando la idea de defensa y protección de la madre, implicando la obligación del hombre hacia la madre de sus hijos.

    ¿No os estaréis dezlizando por la pendiente fácil de la "Liberté, égalité, modernité"?

    Francisco Sánchez

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Francisco, gracias por tu interesante comentario.
      No es cierto que en este texto se califique de homófobos a quienes consideran que el matrimonio es la unión de un hombre con una mujer. Si lees con atención te darás cuenta de que se atribuye el calificativo de homófobo (y sólo como algo posible) no a personas sino a unos planteamientos: los que no aceptan que los homosexuales tengan los mismos derechos que los heterosexuales. Quienes quieran seguir practicando y defendiendo como mejor opción la unión matrimonial de hombre con mujer, que es la que se da en España en el 97.5% de los casos, van a seguir haciéndolo sin ningún problema. Y no buscamos ganar ni perder votos al defender que no se discrimine a las personas homosexuales (ese no es el criterio en UPyD, aunque sí muchas veces en otros partidos) sino que lo hacemos porque pensamos que es lo correcto y lo justo.
      Respecto a la etimología de matrimonio, he tratado de explicar que no es importante el origen de esa palabra, y que su etimología (que explicas bien) no condiciona que se pueda usar para significar otra realidad, igual que pasa con la palabra familia, que no sólo significa la familia tradicional. Siento que no lo hayas entendido.
      Un saludo.

      Eliminar
  2. La pendiente de la "liberté, égalité, fraternité" no es nada fácil, es de ascenso prolongado a causa de las piedras que aún hoy se empecinan en hacer rodar por ella los acólitos del "Ancien Régime" a los que los tres términos les resultan muy amenazantes. Se habla de derechos, no de etimologías, y hay quien, a falta de otros medios "políticamente correctos", pretende justificar la discriminación en base a disquisiciones etimológicas: si, como antaño, no podemos recurrir a la represión violenta, recurramos al origen de las palabras.
    Cuando la RAE decidió que el término psicología podía cambiarse por "sicología" -de sico=higo-, ¿dónde estaban estos eminentes etimólogos?. ¿Se llevó al TC?.
    En pleno siglo XXI aún hay quien quiere cercenar derechos, pero para ello se acude al diccionario porque otros medios son políticamente incorrectos.
    Hoy son multitud los divorciados en las filas del PP (incluso Rato, el excelso ministro de la liberalización de la tarifa eléctrica y los balances de beneficios de Bankia) a pesar de que en su momento se opusieron encarnizadamente a la ley del divorcio al grito de "Se rompe la familia".

    Firmado: Un hetero -casado-

    ResponderEliminar
  3. Creo que lo que es desafortunado es el utilizar la palabra matrimonio. Todo hubiese sido mas facil utilizando la palabra unión de dos personas. Dos personas que se aman y que quieren hacer público su amor y celebrarlo con sus amigos y familiares, que es lo que realmente conlleva una boda civil o religiosa. Tanto debate por una palabra, que absurdo, para no tener en cuenta lo mas importante que es el AMOR. Todo lo demas, en el siglo XXI deberia ser obvio, debería existir un respeto total hacia la opción sexual de cada persona, sin más problemas.

    ResponderEliminar