Estoy seguro de que los dirigentes de UPyD estaban esperando
que este asunto saliera a la luz, porque no pueden ser tan tontos como para
pensar que nadie se va a enterar de las "maldades" que hagan a sus afiliados
y trabajadores. Y aunque sus "víctimas" puedan guardar silencio, al final lo más
probable será que sus amigos, y los amigos de sus amigos, se enteren y cuenten todo lo que
ha pasado...
Y da igual que quien lo haga público esté alejado de UPyD o sea un afiliado (como es el caso, aunque sancionado); porque como dice Rosa Díez, no importa quién denuncie la corrupción: lo importante es que si ha habido corrupción se investigue y se tomen medidas.
Un afiliado y trabajador de UPyD del País Vasco ha sido represaliado por
los dirigentes de UPyD. Cometió dos “pecados”. El primero fue preguntar en una asamblea
interna del partido (celebrada en Vitoria en septiembre de 2012, con la presencia de Rosa Díez, Gorriarán, Fabo y Gorka Maneiro entre otros) los motivos por los que habían colocado en puestos altos de
la lista electoral de Álava a afiliados prácticamente desconocidos en esa
circunscripción (se supone que "amigos de los jefes"), sin tener en cuenta ni a los afiliados de la misma, ni la opinión del Consejo Territorial, ni los
criterios que aparecen en los Estatutos de UPyD; tiempo después, en otra asamblea celebrada esta vez en Bilbao, el mismo afiliado se atrevió a pedir explicaciones sobre la disolución del Consejo Territorial del País Vasco, y a solicitar
que se celebrara la Asamblea territorial extraordinaria que los Estatutos de UPyD indican que debe hacerse en ese caso (al final nunca se hizo esa Asamblea). Su segundo “pecado” fue presentarse como integrante de una
candidatura al Consejo Territorial (candidatura que se
enfrentó como alternativa a la promovida desde la Dirección del partido).
Y da igual que quien lo haga público esté alejado de UPyD o sea un afiliado (como es el caso, aunque sancionado); porque como dice Rosa Díez, no importa quién denuncie la corrupción: lo importante es que si ha habido corrupción se investigue y se tomen medidas.
Traducción libre: ¡A la hoguera por hereje! |
En teoría, tanto una cosa como
la otra no solo están permitidas, sino hasta "bendecidas" dentro de UPyD: cualquier
afiliado puede pedir explicaciones y plantear sus dudas y críticas; los
Estatutos le dan derecho a ello, y hasta a discrepar de la línea oficial del
partido, de manera leal y respetuosa. Y también es sobradamente conocido que
cualquier afiliado, sin necesidad de avales, puede optar a ocupar cargos de
gobierno dentro del partido, cargos que se eligen en elecciones internas. ¿Es ético tomar represalias contra
ese afiliado por lo que hizo? Pues la venganza de la dirección de UPyD llegó al extremo de despedir a ese afiliado de su puesto de trabajo como asistente de Gorka Maneiro en el Parlamento Vasco.
Fernando (que así se llama) ha comprobado en sus carnes cómo la discrepancia interna en UPyD no se perdona, a pesar de que él sólo se expresó en reuniones internas del partido. Supongo que ahora Fernando tiene claro que en UPyD prefieren que la gente que no está dispuesta a ser sumisa abandone el partido; y que algunos dirigentes son capaces de realizar actos contrarios a sus propios Estatutos y nada democráticos para controlar el partido y para “eliminar” a los afiliados que plantean críticas. (Ver ejemplo, otro, otro, otro). (Por cierto, estos días ha trascendido que una afiliada ha denunciado por "mobbing" a miembros de la Dirección de UPyD: parece que se les acaba el chollo de seguir tratando a los afiliados de cualquier manera, que éstos no reaccionen y que aquí no ha pasado nada).
Fernando (que así se llama) ha comprobado en sus carnes cómo la discrepancia interna en UPyD no se perdona, a pesar de que él sólo se expresó en reuniones internas del partido. Supongo que ahora Fernando tiene claro que en UPyD prefieren que la gente que no está dispuesta a ser sumisa abandone el partido; y que algunos dirigentes son capaces de realizar actos contrarios a sus propios Estatutos y nada democráticos para controlar el partido y para “eliminar” a los afiliados que plantean críticas. (Ver ejemplo, otro, otro, otro). (Por cierto, estos días ha trascendido que una afiliada ha denunciado por "mobbing" a miembros de la Dirección de UPyD: parece que se les acaba el chollo de seguir tratando a los afiliados de cualquier manera, que éstos no reaccionen y que aquí no ha pasado nada).
Fernando recibió una llamada al orden en una reunión (intimidatoria, sin duda) que tuvo con Juan Luis Fabo (responsable de Organización de UPyD, número tres
del partido) y con Gorka Maneiro (parlamentario y portavoz de UPyD en el País Vasco): le
dijeron que “en Madrid” habían sentado muy mal sus intervenciones y sus preguntas en esas asambleas, que estaba perjudicando al partido... (¿Amenazas veladas... o desveladas?)
En abril de este año se celebraron las elecciones al Consejo Territorial del País Vasco. Se constituyó una candidatura considerada oficial (compuesta por 7 miembros, cinco de los cuales eran de la Gestora elegida a dedo por el Consejo de Dirección). Un grupo de afiliados vascos intentó llegar a acuerdos con ellos para hacer una candidatura de consenso, pero al no conseguirlo decidieron presentar una candidatura alternativa, y Fernando decidió entrar a formar parte de la misma. Juan Luis Fabo calificó la presentación de esa candidatura de “falta de madurez”; y su mujer, Arantza Aranzábal, llegó a ironizar en una reunión en San Sebastián sobre si algunos miembros de esa candidatura alternativa sufrirían o no consecuencias laborales si “pataleaban” mucho o no (en clara referencia a Fernando): no se si esos son comentarios propios de vascos y vascas, pero sí que lo son de caciques y cacicas, de los que se creen los dueños del negocio... familiar. Gorka Maneiro, en su calidad de miembro del Consejo de Dirección de UPyD le comunicó que había sentado muy mal “en Madrid” que se hubiera presentado en esa lista alternativa. Después de esas elecciones (en las que ganó la candidatura oficialista con 46 votos, por 21 de la alternativa) varios ex dirigentes de UPyD de Álava, de Guipuzcoa y de Vizcaya se fueron del partido haciendo declaraciones muy críticas contra la dirección de UPyD. Fernando no tuvo nada que ver con esas dimisiones ni con esas declaraciones. Sin embargo el ambiente se enrareció y a finales de agosto Gorka le llamó a capítulo y le dijo que ya no había "feeling" entre ellos, que había perdido la confianza en él..., y le anunció que UPyD le despedía: que finalizaba su trabajo el 15 de septiembre. (Es curioso que haya tardado más de cuatro años para decidir, en ese momento, que no había "feeling").
Este es el enlace al escrito oficial de UPyD (firmado por Gorka) dirigido al Parlamento Vasco, notificando la baja de Fernando como asistente del grupo: http://www.parlamento.euskadi.net/irud/10/00/007961.pdf#
Me temo que el propio Gorka va a sufrir un gran perjuicio por esa vergonzosa decisión, pues no creo que quien han elegido para ocupar el puesto de asistente en el Parlamento de Euskadi (una persona sin experiencia específica) sea capaz de hacer el excelente trabajo que hacía Fernando, reconocido por todos (también por Gorka).
En abril de este año se celebraron las elecciones al Consejo Territorial del País Vasco. Se constituyó una candidatura considerada oficial (compuesta por 7 miembros, cinco de los cuales eran de la Gestora elegida a dedo por el Consejo de Dirección). Un grupo de afiliados vascos intentó llegar a acuerdos con ellos para hacer una candidatura de consenso, pero al no conseguirlo decidieron presentar una candidatura alternativa, y Fernando decidió entrar a formar parte de la misma. Juan Luis Fabo calificó la presentación de esa candidatura de “falta de madurez”; y su mujer, Arantza Aranzábal, llegó a ironizar en una reunión en San Sebastián sobre si algunos miembros de esa candidatura alternativa sufrirían o no consecuencias laborales si “pataleaban” mucho o no (en clara referencia a Fernando): no se si esos son comentarios propios de vascos y vascas, pero sí que lo son de caciques y cacicas, de los que se creen los dueños del negocio... familiar. Gorka Maneiro, en su calidad de miembro del Consejo de Dirección de UPyD le comunicó que había sentado muy mal “en Madrid” que se hubiera presentado en esa lista alternativa. Después de esas elecciones (en las que ganó la candidatura oficialista con 46 votos, por 21 de la alternativa) varios ex dirigentes de UPyD de Álava, de Guipuzcoa y de Vizcaya se fueron del partido haciendo declaraciones muy críticas contra la dirección de UPyD. Fernando no tuvo nada que ver con esas dimisiones ni con esas declaraciones. Sin embargo el ambiente se enrareció y a finales de agosto Gorka le llamó a capítulo y le dijo que ya no había "feeling" entre ellos, que había perdido la confianza en él..., y le anunció que UPyD le despedía: que finalizaba su trabajo el 15 de septiembre. (Es curioso que haya tardado más de cuatro años para decidir, en ese momento, que no había "feeling").
Este es el enlace al escrito oficial de UPyD (firmado por Gorka) dirigido al Parlamento Vasco, notificando la baja de Fernando como asistente del grupo: http://www.parlamento.euskadi.net/irud/10/00/007961.pdf#
Me temo que el propio Gorka va a sufrir un gran perjuicio por esa vergonzosa decisión, pues no creo que quien han elegido para ocupar el puesto de asistente en el Parlamento de Euskadi (una persona sin experiencia específica) sea capaz de hacer el excelente trabajo que hacía Fernando, reconocido por todos (también por Gorka).
Si alguien piensa que lo que he contado arriba no es cierto (quizá haya alguna inexactitud en algún detalle secundario, que no altera la esencia del asunto: se agradecerá información complementaria) podrá cambiar de opinión leyendo la interesante y dura carta abierta dirigida por Juan Antonio
Relancio a Rosa Díez, publicada el pasado 16 de septiembre (Ver). En esa
carta Juan Antonio empieza contando que ha sido un afiliado activo de UPyD
desde su fundación (perteneció a Plataforma Pro, precursora del partido), y que fue
miembro de los dos primeros Consejos Territoriales de UPyD en el Pais Vasco,
para a continuación explicar los motivos por los que se marcha del partido: “es
obsceno –dice- que UPyD se atreva a dar lecciones de maneras de actuar y de
democracia interna a los demás partidos mientras en su seno se reproducen todos
los vicios con los que “afea” a los demás.” Y en su carta afirma que el motivo
principal por el que abandona UPyD es que “se ha traspasado la línea roja” al
despedir a Fernando, un hecho que Juan Antonio considera “una acción indigna”.
Y dice textualmente es su carta-denuncia: “Por discrepar, se ha echado del
cargo de ayudante parlamentario a la persona que ha ocupado ese puesto con
dedicación y entrega desde la primera legislatura hasta ahora y se aduce falta
de confianza. Desde mi punto de vista, disfrazando la razón principal, que no
es otra que atreverse a discrepar, a tener criterio y expresarlo y por tener
“la desfachatez” de presentarse en la candidatura de oposición y por eso, se le
quita su puesto de trabajo.”
Comparto también con vosotros el final de esa carta
abierta: “Adiós Sra. Díez, es una pena pero ha destrozado Ud. la ilusión de
muchos ciudadanos entre los que me encuentro, solo espero que estas líneas le
hagan reflexionar y cambie la manera de actuar internamente de su partido, –
porque todavía está a tiempo — para evitar seguir destrozando las ilusiones de
muchos españoles que siguen confiado en Ud y en el proyecto que representa.
Atentamente: Juan Antonio Relancio Borao. Ex afiliado 2714. Hondarribia –
Gipúzcoa”.
PD: Fernando (que también fue de la Plataforma Pro y es afiliado de UPyD desde el principio) que yo sepa sigue siendo afiliado (aunque ahora sólo pague 7 euros al mes por estar en el paro): pero ha sido pasado a la lista de los
afiliados críticos. Y no pudo ser elegido Delegado para el II Congreso de UPyD
(se quedó a un voto de conseguirlo) al permitir la Comisión Electoral de UPyD (estrechamente
unida a Organización y al Consejo de Dirección) que votara en Álava un afiliado, calificable de "oficialista", que trabaja y vive en Madrid, por lo que según los
Estatutos no puede votar en Álava: ese proceso electoral (igual que el celebrado en Pontevedra) fue irregular (y fraudulento). Sé que Fernando impugnó esas votaciones, pero en UPyD pasaron de él y no le contestaron. Le manifiesto mi solidaridad y lamento mucho lo que le ha pasado, lo que le han hecho: ha sido, cuando menos, un despido inmoral e improcedente... y como dirían Cela y otros: una putada.
Por si le sirve de consuelo, a mí también me impidieron ir al II Congreso sancionándome de manera injusta e ilegal, y también pasaron del recurso que presenté, al igual que de todas las denuncias que he presentado este último año y medio a la Comisión de Garantías de UPyD… Al menos yo no pongo en
peligro mi trabajo (ni a mi familia) si "molesto" al Consejo de Dirección exigiendo que cumpla los Estatutos y que respete los derechos de los afiliados.
Me resulta especialmente "sangrante" que lo que le han hecho a Fernando haya ocurrido en UPyD, un partido político que presume de ser limpio y honrado. Para él -para Fernando- mi apoyo y mi solidaridad; y mi deseo de que se haga justicia.
Por mi parte voy a seguir luchando para tratar de erradicar la corrupción y la comisión de actos indignos dentro de UPyD. Al partido de Rosa Díez le son más útiles las críticas por las cosas que hace mal que los aplausos por las que hace bien, que sin duda son muchas: "lo descortés (sic) no quita lo valiente" (la versión del refrán es mía).
En cualquier caso, compartimos la máxima del personaje de la última novela de Mario Vargas Llosa: nunca nos vamos a dejar pisotear por nadie. Los que "pisotean" se califican -se descalifican- a sí mismos. Y los que les apoyan y encubren, también.
Vale.
Me resulta especialmente "sangrante" que lo que le han hecho a Fernando haya ocurrido en UPyD, un partido político que presume de ser limpio y honrado. Para él -para Fernando- mi apoyo y mi solidaridad; y mi deseo de que se haga justicia.
Por mi parte voy a seguir luchando para tratar de erradicar la corrupción y la comisión de actos indignos dentro de UPyD. Al partido de Rosa Díez le son más útiles las críticas por las cosas que hace mal que los aplausos por las que hace bien, que sin duda son muchas: "lo descortés (sic) no quita lo valiente" (la versión del refrán es mía).
En cualquier caso, compartimos la máxima del personaje de la última novela de Mario Vargas Llosa: nunca nos vamos a dejar pisotear por nadie. Los que "pisotean" se califican -se descalifican- a sí mismos. Y los que les apoyan y encubren, también.
Vale.