Pero tras dar sus primeros pasos sus dirigentes reconocieron y declararon que el ejército era necesario. Esta era la noticia en el verano de 2014:
Curiosamente he comprobado que algunos militares están contentos con los planteamientos de Podemos sobre el Ejército. El partido de Pablo Iglesias ha defendido en el Parlamento Europeo seguir las recomendaciones de los organismos internacionales de derechos humanos en lo referente a la justicia militar (dotando a los militares de las necesarias garantías jurídicas, que ahora no existen). También defienden la necesidad de implementar una lógica separación de poderes, reducir la macrocefalia (excedente de oficiales), racionalizar los gastos y auditarlos, eliminar la precariedad laboral (permanencia para la tropa), mejorar los seguros médicos o las indemnizaciones por fallecimiento de los militares, y desmilitarizar la Guardia Civil (Ver).
Sin embargo parece que, en general, en el Ejército se teme o se desconfía de Podemos al considerarlo proclive al separatismo, en concreto a la secesión de Cataluña (Ver). También desde los estamentos militares muestran preocupación, lógicamente, ante declaraciones aisladas de algunos radicales de Podemos contrarios a cualquier cosa que tenga que ver con lo militar, como las de su diputado aragonés que propuso disolver el Ejército y la Policía por ser fuerzas represivas (Ver). Tampoco podrán olvidar el desprecio de Ada Colau a los militares en una feria de Barcelona, diciendo que sería preferible que no estuvieran, y otros intentos de eliminar su presencia en "sus dominios", como hacer maniobras (Ver). Las autoridades militares en Cataluña replicaron a la alcaldesa que esas actividades permiten a los militares «estar preparados para hacer frente a cualquier amenaza que se cierna sobre la sociedad, y permitir a los ciudadanos vivir en libertad y seguros». El Ejército también ha alzado la voz contra su «exclusión» de Ferias y otros eventos públicos dado que su presencia: «posibilita a la infancia y juventud un mejor conocimiento del Estado y sus instituciones, que están a su servicio».
Y en general causa malestar en las esferas castrenses la faceta populista de Podemos que lleva a sus dirigentes a incitar a las masas a enfrentarse contra el sistema, incluyendo especialmente desconfiar de la policía y de los militares, en campaña permanente para convencer a todo el mundo de que las fuerzas armadas no defienden al pueblo sino a "la casta", y sus integrantes deben ser considerados enemigos peligrosos a derrotar. Y me temo que la mayoría de los llamados "podemitas" comparte ese punto de vista.
Y seguimos sin entender por qué Pablo Iglesias defiende que los ciudadanos puedan tener armas, y lo considera "la base de la democracia" (Ver artículo de este Blog)