(Gravoso (Diccionario RAE): de grave, 'pesado'. 1. Molesto, pesado y a veces intolerable. 2. Que ocasiona gasto o menoscabo.)
La Constitución Española (CE, 3,1) establece que el castellano es la lengua española oficial del Estado y que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
Pienso que ese deber podría considerarse una obligación costosa sólo para alguien que, sin haber nacido en España y sin saber español,
solicitara la nacionalidad española: tendría que hacer el esfuerzo de aprender español.
Pero todos los demás españoles, la absoluta mayoría, aunque hayan nacido en una familia y en una localidad en la que se hable catalán, vasco, gallego, mallorquín o valenciano... es innegable que
todos ellos, todos los españoles, ya saben español o van a aprenderlo en sus primeros años de escolarización y de integración social. Se puede afirmar por tanto que
no supone ninguna carga añadida para ningún español cumplir con ese deber constitucional.
Pero es una obligación relativa:
¿se le ha impuesto alguna vez a algún español una multa por no saber español? Que yo sepa nunca. Incluso a terroristas detenidos de Eta que se negaron a admitir que sabían español (aunque lo hablaban)
se les puso en sus juicios un traductor.
Es evidente que hay algunos españoles, habitantes de la Euskadi rural, o de la Galicia o la Cataluña más profundas, sobre todo gente que vive muy aislada, a los que
les cuesta hablar español; pero
decir que hay alguien que no sabe español está por demostrar: resulta una falsedad. Aún así, podemos retorcer el análisis y afirmar que
hay miles de españoles que no saben español... si nos referimos a los niños de menos de dos años (que aún no saben hablar), a los sordomudos, enfermos en coma...
|
Cuando un grupo de personas de diversas procedencias se
reúne, pueden usar un idioma que sea conocido por todos.
Lo he experimentado en Suecia, como profesor con una
beca Sócrates, usando el inglés como "lengua franca". |
Que el Estado tenga una lengua común que todos los ciudadanos puedan entender (para facilitar las relaciones de la Admnistración Pública con los ciudadanos, y entre los propios ciudadanos) resulta mucho más práctico que lo contrario: y podría decirse que es
necesario para evitar cantidad de problemas. Imaginemos que miles de españoles alegaran que no entienden el español y que por eso no van a cumplir las leyes y normas que les obligan, porque están promulgadas o editadas solo en español. Sería un caos jurídico y práctico.
Escribo todo esto porque he tenido un pequeño debate con Carlos Vázquez Padin, sobre esa obligación que tenemos los españoles de saber el idioma español. Carlos es el presidente de Converxencia 21, partido político regional que se autocalifica en su web como
"Os liberáis galegos". Aprecio a Carlos y puedo compartir y comparto muchas de sus
ideas liberales y galleguistas; pero no sus ideas nacionalistas.
(Liberalismo: Doctrina política, económica y social, nacida a finales del siglo xviii, que defiende la libertad del individuo y una intervención mínima del estado en la vida social y económica).
Me extraña que un liberal
(como también se define en su perfil de twitter) pretenda y
defienda que el Estado aumente las obligaciones sobre los ciudadanos. Es algo que va contra la esencia del liberalismo. Y si el conocimiento de la lengua común es algo necesario, el tener que aprender gallego o catalán o vasco cuando un español se desplaza a vivir en alguna de esas comunidades con dos lenguas oficiales sí que es una carga, algo gravoso. Y no solo tener que aprenderlo, sino también tener que vivir en esas Comunidades donde la administración no respeta los derechos de los castellano hablantes, lo que ocurre habitualmente y -desgraciadamente- en todas las CCAA donde hay dos lenguas oficiales. Y aunque los nacionalistas se empeñen en negarlo (igual que el maltratador niega que maltrate a sus víctimas) miles de castellano hablantes sufren (sufrimos) sus continuos abusos, sutiles o descarados.
(PD: Me escribe Carlos en abierto, vía Twitter (ver conversación) tras la publicación de este artículo y me aclara que él defiende suprimir la obligación de aprender cualquier idioma. Como se quejaba de que la CE solo obligaba a conocer el español entendí que él quería que se obligara a aprender los llamados idiomas "propios" de las Comunidades que los tienen. Como hay muchos nacionalistas que defienden esa idea dejo el Post sin variar, con esta aclaración).
|
Ref. Aunque no es obligatorio saber catalán, los políticos
nacionalistas consiguen que nadie que no sepa catalán,
por muy buen profesional que sea, pueda/quiera ir a su CA. |
¿En qué beneficia a un ciudadano español tener que aprender otra lengua oficial española? No me refiero a ventajas culturales o sociales (
y en ese sentido entiendo que lo razonable es que cualquier español que vaya a vivir en esas Comunidades haga el esfuerzo de aprender y de usar la lengua de esa Comunidad, aunque sin que sea obligatorio). Sólo es un beneficio real si así el ciudadano consigue superar las barreras que la propia Administración Autonómica y sus políticos van creando, con leyes que exigen el uso de esa lengua:
es un círculo vicioso, impulsado evidentemente por los nacionalistas (
que buscan como objetivo la independencia: ser una nación estado, como he explicado). Se dedican a crear las condiciones para que cada vez sea más necesario u obligatorio (para los castellanohablantes) tener que aprender y/o usar la única lengua que ellos consideran que todo catalán o gallego, etc debe usar siempre. ¿Es eso propio del liberalismo, o es más bien propio del estatalismo y del nacionalismo? En Galicia inculcan a los niños la siguiente idea: los gallegos hablamos gallego, es nuestra lengua propia. Y los niños llegan a casa preguntando a sus padres, muy extrañados, que por qué hablan en español si son gallegos....
Carlos defiende que Converxencia 21 "ten como obxectivo a defensa dos intereses colectivos de Galicia co fin de xerar as mellores condicións para o desenvolvemento individual dos seus cidadáns".
¿En qué quedamos? ¿Lo mejor para Galicia o lo mejor para sus ciudadanos? ¿
No es mejor para un niño gallego castellano hablante recibir la educación en castellano? Eso ya lo defendía Castelao: no recibir la enseñanza en la lengua materna causa muchos perjuicios (
Ver, en galego); y es lo mismo que defiende la Unesco: aunque los gobiernos gallegos, catalán, etc se empeñan en impedirlo cuando el niño habla español. Para colmo, la Ley gallega exige que se imparta la primera enseñanza en la lengua materna, pero la Xunta, dominada por las presiones nacionalistas lo incumple. ¿No protesta Converxencia XXI por ese abuso e ilegalidad? Todos los que actúan así tienen poco de liberales y mucho de nacionalistas. La última vuelta de esta tuerca nacional-lingüística la está desarrollando el gobierno catalán, que plantea que para trabajar en puestos oficiales en Cataluña sea indispensable hablar siempre y sólo en catalán...
Se equivoca Carlos en sus tuits (ver abajo) al afirmar que el gallego, catalán, etc.
sólo tienen rango de lenguas cooficiales: "por se fose pouco, cooficial, non é sinónimo de oficial, denota status subordinado e secundario a respeito da lingua oficial"; y a continuación saca una conclusión que considero infundada y victimista: "portanto, e dun punto de vista estrictamente legal, os falantes de linguas q non son o español, somos cidadáns de 2ª."
Cuando hay dos lenguas cooficiales no hay una oficial y otra cooficial, sino que ambas son oficiales. Pero es que, además, la CE dice en su artículo 3, punto 2: "Las demás lenguas españolas serán también
oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos".
Precisamente el problema en las Comunidades con dos lenguas oficiales es que sus gobiernos nacionalistas están discriminando continuamente a los que preferirían ser atendidos por la Administración autonómica en español... Cuando esos ciudadanos llegan a centros oficiales, o entran en páginas webs de la administración, muchas veces el único idioma empleado es el gallego o el catalán...
¿quiénes son entonces los ciudadanos de segunda clase, discriminados por los que gobiernan, políticos que están empeñados en favorecer a un idoma y a un territorio antes que a "generar las mejores condiciones para el desenvolvimiento individual de los ciudadanos." (frase tomada del ideario de Converxencia 21).
Esta conversación empezó cuando leí el artículo que Carlos referenció en twitter:
"Una única lengua oficial? Va a ser que no" firmado por
Agustí Colomines, autor que se manifiesta como independentista y está a favor de que en la futura Cataluña-Estado haya tres lenguas oficiales: catalán español y aranés, y cuando tras leerlo hice el comentario de que es falso lo que escribe: que "El Reino de España subraya en su idolatrada Constitución que la única lengua oficial es el español."
Aparte de eso, el artículo de ese catalán independentista
se basa en una deformación de la realidad: dice que se siente discriminado cuando va a un restaurante en Cataluña y la carta está en varios idiomas pero no en catalán. Mi experiencia en Cataluña es la contraria: me he encontrado con varios restaurantes en los que la carta estaba sólo en catalán o en catalán y en inglés, pero no en español. Y en cualquier caso habría que recordarle al Sr. Colomines que un restaurante es una empresa privada que puede poner la carta sólo en chinpo y en swahili si les da la gana a los propietaros... Ir en contra se ese principio es ser antiliberal, y supone defender las intromisiones del estado en la vida privada, que coarta la libertades y acaba siempre en la opresión y el absolutismo.
Que se queje ese catalán de que en Cataluña se discrimina al catalán porque no se usa ese idioma en algunos sitios, alegando que no se considera que el catalán sea una lengua con rango suficiente, es una burla a la inteligencia. Cualquiera que esté informado o que haya ido a Cataluña ha podido comprobar que eso es falso. Los medios oficiales de comunicación son sólo en catalán, al igual que todas las declaraciones de la gran mayoría de sus políticos; y la enseñanza y la adminstración catalanas son o tienden a ser monolingües en catalán, al igual que todas las subvenciones culturales... (Muy parecido a lo que pasa en Galicia).
Otro problema que se puede debatir es el uso de los idiomas en la justicia o en la sanidad. Soy médico, y me han llegado varias veces pacientes gallegos atendidos en Hospitales de Cataluña que traían los informes en catalán. Si sabían que iban a seguir el tratamiento en Galicia, ¿por qué hicieron los informes en catalán? ¿Es eso algo bueno para el paciente, facilita su asistencia y su salud? Definitivamente no. Y si un juez dicta una sentencia en catalán y ese caso pasa después a un tribunal en Madrid, o tienen que intervenir en el caso abogados que no hablan catalán, o simplemente el afectado en un negocio o juicio quiere consultar su caso con personas o familiares que no entienden catalán ¿a quién beneficia que los documentos se escriban en catalán, si el particular prefiere que se registren en castellano, que también es lengua oficial?
Cuando se encuentran catalanes con vascos y con gallegos se pueden entender perfectamente en español. Es una ventaja conocer ese código lingüístico, que como tal tiene un gran valor: es uno de los seis idiomas oficiales de la ONU, una lengua universal hablada por más de 500 millones de personas, y la segundo o tercera en importancia mundial según diversos estudios. Los liberales estamos a favor de la unión de Europa, de la globalización y de la concordia y unidad mundial. Y si encontramos y adoptamos un lenguaje único para entendernos en todo el mundo, sería un gran avance.
Mientras tanto, nos opondremos a que los intereses de los gobiernos y de los partidos políticos nacionalistas estén por delante de los intereses y de la libertad de los ciudadanos: de todos y cada uno de ellos, hablen el idioma que hablen. Y todo liberal debería defenderer que sean libres para hacerlo, para educar a sus hijos en su lengua materna (si es oficial) y para que desde la Administración les atiendan en la lengua oficial de su elección, sin dirigismos ni imposiciones. No como ahora.
Parece claro que
no combinan bien el liberalismo y el nacionalismo.