Analizando los presupuestos de la Xunta para el 2016 podemos comprobar que el dato de inversión per cápita en las cuatro provincias gallegas arroja diferencias significativas: Lugo: 725 €/hab. Ourense: 688 €/hab. A Coruña: 502 €/hab. Pontevedra: 460 €/hab.
Esas diferencias no son novedad, pues al año pasado también los lucenses salen beneficiados y los pontevedreses fuimos los que menos recibimos. Las cifran en 2015 fueron (siguiendo el mismo orden de provincias): 732, 673, 401 y 396 € por habitante.
¿Es realmente justa esa distribución de los fondos entre las cuatro provincias? Parece claro que los presupuestos mantienen una línea de discriminación hacia los gallegos que vivimos en la provincia de Pontevedra. ¿Hay algún motivo para ello? Pues que nos lo expliquen.
Pero es que, además, Feijoo invierte mucho menos de lo que dice en nosotros: es lo que podemos llamar "El timo (¿el robo?) del nuevo Hospital (respecto a los presupuestos de la Xunta para Pontevedra)".
¿Es realmente justa esa distribución de los fondos entre las cuatro provincias? Parece claro que los presupuestos mantienen una línea de discriminación hacia los gallegos que vivimos en la provincia de Pontevedra. ¿Hay algún motivo para ello? Pues que nos lo expliquen.
Pero es que, además, Feijoo invierte mucho menos de lo que dice en nosotros: es lo que podemos llamar "El timo (¿el robo?) del nuevo Hospital (respecto a los presupuestos de la Xunta para Pontevedra)".
La mayor partida aprobada en los presupuestos de la Xunta para el 2016 es la del nuevo Hospital de Vigo: más de 68 millones de euros que se irán a las empresas privadas encargadas de la construcción y mantenimiento de ese Hospital.
Hasta ahora la Xunta construía los Hospitales gallegos pagándolos con dinero público. Si el Hospital de Lugo costó 300 millones y la Xunta pagó 300 millones, esa cantidad se puede aplicar para calcular la inversión per cápita en los gallegos de esa provincia. Y lo mismo puede decirse de los Hospitales que la Xunta puso en marcha anteriormente en Santiago, Coruña u Ourense, e inculso en Pontevedra y Vigo hasta ahora.
Pero en el caso del nuevo Hospital de Vigo las cosas cambian. Su coste era de unos 450 millones, y sin embargo la Xunta va a pagar 1.340 millones, distribuidos a lo largo de 20 años.
Ese sobrecoste sólo se le puede achacar a Feijóo y a su gobierno, que se empeñó en construir el Hospital con un sistema muy poco claro de financiación apoyada el empresas privadas (sin haberlo propuesto en su programa electoral y en contra de un clamor social en contra). La exconselleira de Sanidade, Pilar Farjas, defendió que el sistema de concesión y pago aplazado se hizo para acortar plazos en un contexto de crisis. Pero esa justificación no convence a la mayoría de los gallegos: y lo que realmente ha conseguido Feijóo ha sido llevar siete años (desde 2008) gobernando ricamente, sin gastar un euro en el Hospital de Vigo, y gastando nuestro dinero en otras cosas (entre ellas: ayudas para sus amigos, mantenimiento de la administración paralela...) Y ahora va a obligar a cargar con un pesado lastre (68 millones anuales sólo por el Hospital, a los que se añaden unos 80 ó 90 millones de euros anuales por las autopistas, también construidas por empresas privadas) a los gobiernos gallegos que vendrán después. (Sobre esto ecribo en el siguiente post).
Si Feijóo no hubiera empleado ese sistema (que favorece mucho a financieros y empresarios de la construcción, que incluso aunque no se pueda demostrar su ligazón con el PP, sí que es seguro su agradecimiento, por la alta rentabilidad que obtienen de su inversión), pagando en 20 años la Xunta solo gastaría 22,8 millones de euros este año y cada uno de los siguientes, en vez de los 68 consignados. Nos hubiésemos ahorrado 45 millones de euros cada año.
Me niego a aceptar que esos 45 millones de euros computen como gasto de la Xunta por habitante de Pontevedra, y no sólo el año 2016, sino los 20 años siguientes, con el consiguiente perjuicio para nuestro bienestar social: pues desde el gobierno de Santiago podrán decir año tras año que ya han invertido mucho en nuestra provincia, endosándo a nuestra cuenta esos 45 millones.
Esa cantidad es un gasto evitable, un despilfarro, una barbaridad, que debería recuperarse anulando las subvenciones que el PP recibe, y descontándolo de las nóminas de los políticos del PP.
Y en todo caso ese gasto debería ser considerado un gasto finaciero genérico del total de la Comunidad, y no contabilizarlo como inversión en Pontevedra, porque es mentira que ese dinero repercuta en nuestro beneficio, pues sólo lo hace en el de las empresas privadas beneficiadas por los contratos de Feijóo.
Pido a todos los partidos políticos que vayan a presentarse el año que viene a las elecciones gallegas que apoyen esa propuesta, ampliable a todos los despilfarros financieros similares de la Xunta. Lo mismo defendería si los agraviados fueran los gallegos de otra provincia distinta de la mía, porque es de justicia.
Pero en el caso del nuevo Hospital de Vigo las cosas cambian. Su coste era de unos 450 millones, y sin embargo la Xunta va a pagar 1.340 millones, distribuidos a lo largo de 20 años.
Ese sobrecoste sólo se le puede achacar a Feijóo y a su gobierno, que se empeñó en construir el Hospital con un sistema muy poco claro de financiación apoyada el empresas privadas (sin haberlo propuesto en su programa electoral y en contra de un clamor social en contra). La exconselleira de Sanidade, Pilar Farjas, defendió que el sistema de concesión y pago aplazado se hizo para acortar plazos en un contexto de crisis. Pero esa justificación no convence a la mayoría de los gallegos: y lo que realmente ha conseguido Feijóo ha sido llevar siete años (desde 2008) gobernando ricamente, sin gastar un euro en el Hospital de Vigo, y gastando nuestro dinero en otras cosas (entre ellas: ayudas para sus amigos, mantenimiento de la administración paralela...) Y ahora va a obligar a cargar con un pesado lastre (68 millones anuales sólo por el Hospital, a los que se añaden unos 80 ó 90 millones de euros anuales por las autopistas, también construidas por empresas privadas) a los gobiernos gallegos que vendrán después. (Sobre esto ecribo en el siguiente post).
Si Feijóo no hubiera empleado ese sistema (que favorece mucho a financieros y empresarios de la construcción, que incluso aunque no se pueda demostrar su ligazón con el PP, sí que es seguro su agradecimiento, por la alta rentabilidad que obtienen de su inversión), pagando en 20 años la Xunta solo gastaría 22,8 millones de euros este año y cada uno de los siguientes, en vez de los 68 consignados. Nos hubiésemos ahorrado 45 millones de euros cada año.
Me niego a aceptar que esos 45 millones de euros computen como gasto de la Xunta por habitante de Pontevedra, y no sólo el año 2016, sino los 20 años siguientes, con el consiguiente perjuicio para nuestro bienestar social: pues desde el gobierno de Santiago podrán decir año tras año que ya han invertido mucho en nuestra provincia, endosándo a nuestra cuenta esos 45 millones.
Esa cantidad es un gasto evitable, un despilfarro, una barbaridad, que debería recuperarse anulando las subvenciones que el PP recibe, y descontándolo de las nóminas de los políticos del PP.
Y en todo caso ese gasto debería ser considerado un gasto finaciero genérico del total de la Comunidad, y no contabilizarlo como inversión en Pontevedra, porque es mentira que ese dinero repercuta en nuestro beneficio, pues sólo lo hace en el de las empresas privadas beneficiadas por los contratos de Feijóo.
Pido a todos los partidos políticos que vayan a presentarse el año que viene a las elecciones gallegas que apoyen esa propuesta, ampliable a todos los despilfarros financieros similares de la Xunta. Lo mismo defendería si los agraviados fueran los gallegos de otra provincia distinta de la mía, porque es de justicia.
PD1: En realidad, restando esos 45 millones que la Xunta ha dado innecesariamente a los constructores del nuevo Hospital de Vigo, la inversión de la Xunta en Pontevedra para el 2016 se reduce a 391 millones de euros, esto es: 412 euros por habitante. Una discriminación vergonzosa comparado con la cantidad que invierte en otras provincias (ver arriba).
PD2: Respecto a las inversiones de la Xunta en autopistas, se puede comprobar (en la segunda imagen de este artículo) que la Xunta de Feijóo también invierte más en las otras provincias, y seguiremos pagando hasta el 2040: por ejemplo, el año 2032, pagaremos 84.565 M€ a empresas privadas por autopistas de fuera de Pntevedra, y sólo 9.760 M€ por inversiones realizadas en nuestra provincia. Busque la diferencia y trate de explicarlo...