Este artículo ha sido publicado hoy en FARO de VIGO, Tribuna del Lector. (Ver en edición digital)
(PD: A mediados de marzo una jueza de Vigo me ha declarado culpable. Reitero mi inocencia y no puedo considerar su sentencia justa: en ella realiza un relato muy incorrecto y sesgado de mis actuaciones médicas, basado en el informe plagado de parcialidad y errores de unos médicos forenses que me prejuzgaron y condenaron por la presión mediática. La jueza va más allá y me acusa de no haberme preocupado lo más mínimo por lo que le pasaba a la paciente: una valoración totalmente subjetiva, algo que ni los propios denunciantes hicieron. Algo inconcebible. Un daño demasiado grande y demasiado injusto.)
Hace dos años fui falsamente acusado de
ser responsable de la amputación de una pierna. Este mes se ha celebrado el
juicio: espero sentencia convencido de mi inocencia. Pero
desde el principio, el abogado de la acusación, que pide más de dos millones de
indemnización, utilizó los medios de comunicación, mintiendo, para
desprestigiarme. Al comprobar que ese juicio paralelo continúa, y que siguen
apareciendo informaciones tendenciosas y denigrantes, hago público este escrito.
Lamento
profundamente lo que le pasó a la paciente. La caída le causó graves
lesiones en la rodilla y una parálisis casi total: por eso no sentía la pierna.
La atendimos en El Castro con los mejores cuidados y especial atención. Seguí
su caso muy de cerca, la operé y vacié el hematoma que tenía, y cuando el
tercer día aparecieron signos de disminución parcial de la circulación solicité
un angioTAC. En cuanto tuve el resultado (un trombo en una arteria) consulté
con un excelente cirujano vascular, quien tampoco consideró que la pierna
corriera peligro (por la abundante circulación colateral que tenía, debido sin
duda a su condición de gimnasta), e indicó el traslado a su hospital el día
siguiente para operarla. Al final tuvimos que derivar a la paciente a Povisa
por orden de la compañía de seguros. La situación era estable y el dolor
moderado: y aunque se hubiera hecho esa prueba antes, o se hubiera trasladado
antes, las condiciones vasculares de la pierna hubieran sido las mismas.
Al llegar a Povisa se hizo un nuevo angioTAC
que confirmó circulación suficiente y mejorando (tres arterias permeables en la
pierna, frente a dos el día anterior). Pero el cirujano vascular que realizó la
operación de bypass se equivocó en el diagnóstico y en el tratamiento. Ese
hospital no entregó toda la documentación del caso, ni se permitió que sus
médicos fueran citados a declarar como testigos. Lo cierto y demostrado es
que ese vascular (quien "casualmente" se jubiló dos meses después)
suturó el bypass a una zona dañada de la arteria poplítea,
ocupada por el trombo: por eso no funcionó. Y eso le pasó porque no leyó los
informes que le mandamos, ni vio las imágenes del angioTAC, como él mismo
reconoció en el juicio. Y una vez concluida la operación fallida, y para
exculparse, le dijo a la familia que la pierna llevaba cuatro días en isquemia
(sin sangre) y que había que amputarla. Les engañó. Y después escribió en sus
informes, como coartada, que la pierna estaba morada, fría, rígida..., nada de
lo cual era cierto. Sus contradicciones le delatan: afirmó que seis horas tras
el accidente todos los tejidos de la pierna estaban muertos, en isquemia
irreversible: si fuera verdad no habría podido usar la vena safena de esa
pierna para hacer el bypass, como hizo. Al día siguiente, en la UCI de Povisa,
fue cuando realmente comenzó la isquemia, apareciendo tanto dolor en la pierna
que requirió morfina y un catéter epidural. Y a los dos días se realizó la
amputación.
Seis especialistas de prestigio han
declarado en el juicio y defendido que no se puede encontrar ningún error ni
imprudencia en mis actuaciones, y han aclarado cuándo comenzó realmente la
isquemia. En cambio, otros peritos me han "condenado" dando por bueno
y creyendo todo lo que hizo y dijo el cirujano vascular que trabajaba en
Povisa, encubriéndole en ocasiones y aceptando falsedades: como que hubo una
luxación, que un pulsioxímetro no detecta llegada de sangre, que la circulación
colateral no puede mantener una pierna viable...
Llevo 33 años ejerciendo en Vigo y procurando
ser un buen profesional: los muchos enfermos que he tratado son conscientes de
ello, y les agradezco el apoyo mostrado. Me duele haber sido calumniado
por un colega de profesión. Es muy grave el daño que me está causando, también
a mi familia y a mi hospital. Espero que la verdad y la justicia se
impongan, y que se investigue después a todos los implicados y posibles
responsables de que haya perdido su pierna esa joven deportista, a quien
reitero los sentimientos de condolencia que ya le trasmití.
Pedro Larrauri. Traumatólogo.
PD: En relación con este tema:
- En mi Blog de Traumatología: Referencias Bibliográficas sobre las Pulsioximetrías en patología arterial aguda. Ver.
- La manipulación interesada en el informe pericial de un Cirujano Vascular en este caso: Ver.
- Cuatro aclaraciones médicas a unas declaraciones publicadas sobre el caso de la gimnasta de Vigo que sufrio una amputación: Ver.
- En este Blog: Mi queja a la Xunta por la actuaciones de dos médicos Forenses del IMELGA de Vigo en el caso de la gimnasta que sufrió la amputación de una pierna. (Donde también se evidencian los errores y las mentiras del ex-cirujano vascular de Povisa): Ver.
- Sobre la sentencia que me condena: Ver.
- Entrevista publicada en La Voz de Galicia tras la sentencia condenatoria
- La manipulación interesada en el informe pericial de un Cirujano Vascular en este caso: Ver.
- Cuatro aclaraciones médicas a unas declaraciones publicadas sobre el caso de la gimnasta de Vigo que sufrio una amputación: Ver.
- En este Blog: Mi queja a la Xunta por la actuaciones de dos médicos Forenses del IMELGA de Vigo en el caso de la gimnasta que sufrió la amputación de una pierna. (Donde también se evidencian los errores y las mentiras del ex-cirujano vascular de Povisa): Ver.
- Sobre la sentencia que me condena: Ver.
- Entrevista publicada en La Voz de Galicia tras la sentencia condenatoria