Hoy 27 de
agosto, a las cinco y media de la mañana, ha sido fusilado el que hasta hace unos
días era Alcalde de Vigo, don Emilio Martínez Garrido. El asesinato
ha sido cometido por los militares de la ciudad que han secundado el alzamiento
del general Franco contra el legítimo gobierno de la República.
En el acto de esta tarde a las cinco en el cementerio de Vigo. |
Hoy he estado allí, a las cinco de la tarde, en el acto organizado por diversos colectivos, sindicatos y partidos políticos republicanos, de izquierda y nacionalistas... Me he sentido profundamente conmovido, y más identificado que nunca con la bandera tricolor. Me he unido al dolor de todos los presentes y he dejado aflorar el sentimiento de que el injusto y cruel derramamiento de aquella sangre no puede olvidarse nunca: debe ser conocido y asimilado para que nunca más tengamos que vivir episodios similares, y debe ser semilla para la no violencia, para profundizar en el respeto de los derechos humanos y de la libertad, de la convivencia en paz y armonía, de la unión de todos los seres humanos.
Ocurrió por la noche, antes del amanecer. En un lugar junto a la tapia del cementerio de Pereiró de Vigo fueron fusilados nueve ciudadanos. El único delito de ocho de ellos, conocidos políticos de Vigo, fue defender sus ideas y no secundar el golpe militar contra la República. Al día siguiente, el desaparecido diario El Pueblo Gallego, con el único encabezamiento de «Comandancia Militar de Vigo», decía literalmente: «Condenados a la pena de muerte los paisanos don Emilio Martínez Garrido, don Waldo Gil Santostegui, don Enrique Heraclio Botana, don Antonio Bilbatúa Zubeldia, don Apolinar Torres López, don José Antela Conde, don Ramón González Brunet, don Ignacio Seoane Fernández y Manuel Rey, por los consejos de guerra sumarísimos celebrados en esta plaza el día 20 del actual, por el delito de traición; y aprobada la sentencia por la superioridad, previos los trámites legales, a las 5,30 horas del día de hoy han sido pasados por las armas en las inmediaciones del cementerio de Pereiró. De todos ellos sólo aceptó los auxilios de la Religión don Apolinar Torres López. Vigo, 27 de agosto de 1936. El Comandante Militar, Felipe Sánchez».
No eran las
cinco en punto de la tarde, ni la herida fue de asta de toro, como en la poesía
de Federico García Lorca (otro asesinado por las hordas franquistas en la
vorágine de la guerra); pero sí que le pido prestados al poeta los siguientes versos:
“Una espuerta de cal ya prevenida (.) Lo demás era muerte y sólo muerte”. “A
las cinco de la tarde. ¡Ay qué terribles cinco de la tarde! ¡Eran las cinco en
todos los relojes! ¡Eran las cinco en sombra de la tarde!”
Guardad las actas de nuestro proceso -dijo Botana al frente del piquete de fusilamiento-: algún día será revisado y el mundo entero conocerá el crimen que con nosotros se comete. (Galicia Mártir, Buenos Aires 1949, por Hernán Quijano).
Dedico este homenaje a los fusilados: honor y gloria a los mártires.
Continuaremos su lucha por un mundo mejor, más justo y más libre.
In memoriam:
Continuaremos su lucha por un mundo mejor, más justo y más libre.
In memoriam:
Emilio Martínez
Garrido tenía 50 años: era industrial y Alcalde de Vigo. Cuando se produjo la
revuelta militar no permitió que los sindicalistas fueran armados, confiando en
el Comandante de la Guarnición Militar de Vigo que se declaró a favor de la
República. Pensaba que el conflicto se iba a resolver rápidamente a favor del
Gobierno legítimo de la República, y quiso evitar el derramamiento de sangre. Pero
unos días después el Comandante militar se sumó a los rebeldes franquistas y le
detuvo. Me emociona y me duele especialmente pensar en que era el Alcalde de Vigo, máximo responsable de todo el pueblo...
Waldo Gil
Santóstegui, de 57 años (en algunos sitios figura como Ubaldo en vez de Waldo).
Era un médico muy conocido en Vigo: en 1913 estableció el primer aparato de
Rayos X en nuestra ciudad. Miembro del PSOE y de la UGT, fue diputado provincial
en 1921. En los años 30 fue concejal y después Teniente de Alcalde de Vigo. Le
llamaban “el Pablo Iglesias” de Vigo.
Enrique
Heraclio Botana Pérez, Tipógrafo e Impresor, fundador de la UGT en Vigo y
presidente de la agrupación socialista de Vigo. Concejal de Vigo por el PSOE y
diputado provincial. Tenía 64 años
Antonio
Bilbatúa Zubeldía, de 42 años, oficial de telégrafos, militante del PSOE y diputado
en Cortes del Frente Popular por la provincia de Pontevedra. Estuvo al lado del
alcalde de Lavadores hasta su detención.
Apolinar
Torres López, de 42 años, maestro y presidente de la Federación Española de
Trabajadores de la Enseñanza (FETE), y presidente de la agrupación socialista
de Vigo (Casa del Pueblo).
José Antela
Conde, de 36 años, nacido en Teis, industrial, socialista y Alcalde de Lavadores (municipio que años después se fusionó a Vigo).
Lavadores era una zona de población trabajadora, que fue donde se
refugiaron y armaron los defensores de la República después de que los militares
se hicieran con el poder en Vigo: montaron barricadas en los Llorones y en el
Calvario, pero en unos días tuvieron que huir o rendirse a los militares franquistas.
Ramón
González Brunet, de 50 años. Dirigente de UGT, miembro del PSOE y funcionario
de la secretaría de la Casa del Pueblo; concejal de Vigo.
Ignacio Seoane
Fernández, de 36 años. Trabajó de panadero y llegó a ser diputado socialista. Estaba
enfermo y retirado en su aldea (Cotobade), y no tuvo ninguna intervención en
los sucesos de los primeros días, pero fueron a buscarlo a su casa.
Manuel Rey, alias
“El Villagarcía”. Era un delincuente común. Le prometieron la libertad si
declaraba en falso contra los otros acusados durante el proceso, que fue lo que hizo. Pero al final también
le fusilaron.
Esos ocho socialistas, Alcaldes, Concejales y Políticos defensores de la República y del orden Constitucional, fueron detenidos en sus casas los primeros días tras
el alzamiento: no opusieron resistencia porque no habían hecho nada malo ni ilegal que les
hiciera temer por sus vidas. Antela (el alcalde de Lavadores) se entregó al saber que le buscaban. Fueron
encarcelados en la prisión de Vigo (la de la calle Príncipe). No sospechaban
que serían víctimas de un Consejo de Guerra que pretendía ser ejemplar, para atemorizar a la población y dejar muy claro que quien no estuviera con Franco y
colaborara con el golpe militar sería aniquilado.
Tras fusilarlos antes del amanecer de un día como hoy, hace 77 años, los metieron en féretros, no dejando a sus familias reconocerlos; y fueron a acabar a la fosa común de Pereiró, donde cada año se celebra un acto en su memoria.
Tras fusilarlos antes del amanecer de un día como hoy, hace 77 años, los metieron en féretros, no dejando a sus familias reconocerlos; y fueron a acabar a la fosa común de Pereiró, donde cada año se celebra un acto en su memoria.
Mi espíritu les acompaña, y allí estaré siempre que pueda.
PD1: me dio la impresión de que algunos grupos y personas que participaban ayer en el acto de homenaje al que asistí interpretan que esos mártires lo fueron por la causa de Galicia y de su independencia. Eso no es correcto. Su causa fue mucho más grande, no exclusivista ni nacionalista.
PD2: No me extraña que la Asociación por la Memoria Histórica no quiera juntarse con Abel Caballero para celebrar la efeméride, tanto por el poco caso que el Alcalde les hace en su justa reivindicación sobre la Cruz del Castro, como porque aquellos próceres vigueses asesinados representaban los valores de la democracia, la tolerancia, y la búsqueda del bien del pueblo de Vigo, algo de lo que adolece nuestro actual Alcalde.
PD1: me dio la impresión de que algunos grupos y personas que participaban ayer en el acto de homenaje al que asistí interpretan que esos mártires lo fueron por la causa de Galicia y de su independencia. Eso no es correcto. Su causa fue mucho más grande, no exclusivista ni nacionalista.
PD2: No me extraña que la Asociación por la Memoria Histórica no quiera juntarse con Abel Caballero para celebrar la efeméride, tanto por el poco caso que el Alcalde les hace en su justa reivindicación sobre la Cruz del Castro, como porque aquellos próceres vigueses asesinados representaban los valores de la democracia, la tolerancia, y la búsqueda del bien del pueblo de Vigo, algo de lo que adolece nuestro actual Alcalde.