Rosa Díez aplica el amiguismo y el enchufismo al hacer la lista de candidatos de UPyD para las elecciones europeas.

   UPyD pregona a los cuatro vientos (y lo refleja en sus Estatutos) que los candidatos que llevará en sus listas estarán puestos ahí en base a criterios de mérito y capacidad; los dirigentes de UPyD presumen de que todas sus decisiones tienen el respaldo de los afiliados, y que son ellos los que eligen a los candidatos en primarias; y en base a esto, desde UPyD se critica a los otros partidos, calificándolos a veces de "chiringuitos de amiguismo político”.
   Sin embargo he revisado la lista de UPyD para las europeas (puede consultarse en la web de UPyD, con un breve currículo de cada candidato) y he detectado que en su confección se han empleado criterios contrarios a los que UPyD defiende.

   NÚMERO UNO: FRANCISCO SOSA WAGNER. Hasta ahora ha sido el único eurodiputado del partido. Encabezó la lista de UPyD el año 2009, pero no por haber sido elegido en primarias, sino porque Rosa Díez le puso a dedo (excusándose en la juventud del partido para no organizar unas elecciones primarias). Personalmente creo que Sosa Wagner, además de una excelente persona, ha sido (y será) un excelente europarlamentario: pero eso no cambia nada el hecho de que no llegó a ese puesto elegido por los afiliados. De hecho no era ni siquiera afiliado cuando fue elegido por Rosa Díez, y figuró en la lista como independiente (afiliándose meses después). (Eso es algo que algunos afiliados criticamos: que Rosa no eligiera al candidato entre los propios afiliados, y que se decantara por una persona famosa que no se había comprometido previamente con el partido, como si en UPyD no hubiera nadie válido) (Eso es lo que se llama aprovecharse del poder que se tiene en un partido para "ofrecer un carguito").

   Para las elecciones del 25 de mayo de 2014 sí que se han celebrado primarias (el pasado mes de enero), pero sólo para elegir al cabeza de lista a pesar de que algunas encuestas ya se preveía que UPyD conseguiría cinco escaños. Otros partidos han elegido por votación a los que van a ocupar los primeros puestos de sus listas: por ejemplo Ciudadanos (eligieron a los cinco primeros en primarias), el Partido X (a todos sus componentes), Partido Pirata (idem), Vox, Compromís, Equo, Podemos, etc.

   Sosa Wagner era de nuevo el candidato preferido por Rosa Díez (que no lo disimuló, sino que hizo pública su preferencia) para encabezar la lista de las europeas; y aunque de cara al exterior en UPyD presuman de que cualquier afiliado puede presentarse a esa elección y optar a ese puesto, nadie tenía ninguna duda de quién sería el ganador, conociendo el poder de la maquinaria del aparato del partido. Sosa Wagner ganó las primarias (abiertas a todos los afiliados y a los simpatizantes que se registraron previamente) recibiendo el 59.88% de los votos emitidos (UPyD "malinterpretó" los votos nulos como si hubieran sido a favor de su candidato “oficialista”, divulgando “erróneamente” que había obtenido el 60.27% de los votos).

   Pero la sorpresa en esas elecciones internas la dio un afiliado no muy conocido (y nada promocionado por el establishment) que quedó en segundo lugar, consiguiendo el 14.58% de los votos: José María Larrea. Ese dato es muy significativo, pues los candidatos eran 41, y el tercero más votado se quedó en el 2.8% de los votos. Muchos afiliados de UPyD (yo también) han defendido que lo democrático sería colocar a José María Larrea en un puesto “elegible” (entre los cinco primeros), pues había demostrado su poder para atraer el voto, de lo que se puede deducir mérito y capacidad (al menos más que el resto de todos los afiliados de UPyD, salvo Sosa Wagner). Pero Rosa Díez despreció con su silencio la opinión de los afiliados, y José María Larrea no aparece en la lista electoral.

La dedocracia es característica
de los profesionales de la política.

   Según los Estatutos de UPyD, Rosa Díez y sus amigos del Consejo de Dirección (que son precisamente los que han confeccionado los Estatutos) son los que tienen la potestad de confeccionar el resto de la lista electoral. Veamos a quién han elegido:
   NÚMERO DOS: MAITE PAGAZAURTUNDUA. Rosa Díez ha otorgado el segundo puesto a una mujer que es su amiga y además es famosa (y eso pude venir bien a UPyD para atraer votos): Maite Pagazaurtundua. Fue elegida Parlamentaria vasca por el partido socialista en 1983 (trabajando en la política vasca junto con Rosa Díez), y ha sido varios años presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo. Personalmente he visto a Maite en un acto público en Vigo, y me parece una persona excelente y una política muy válida: pero eso no cambia nada el hecho de que no ha llegado a ese puesto elegida por los afiliados. De hecho ni siquiera es afiliada. Pero Rosa Díez es su amiga y le ha ofrecido (le ha regalado) "un carguito", nada menos que el de eurodiputada.

   NÚMERO TRES: FERNANDO MAURA. El tercer puesto de la lista se lo ha otorgado Rosa Díez a Fernando Maura, uno de sus incondicionales amigos del Consejo de Dirección de UPyD, de los que están ahí desde el principio del partido apoyando el indiscutible liderazgo de Rosa. Fernando Maura es un auténtico profesional de la política (lleva más de 30 años dedicado a eso en diversos partidos: candidato al Senado en 1982, Concejal de Bilbao el 83...), y ya había sido colocado por Rosa en el segundo puesto de la lista europea de UPyD el año 2009. Maura es un magnífico escritor y político; pero eso no cambia nada el hecho de que va a ser eurodiputado gracias a la dedocracia. (¿Qué hubiera pasado si los afiliados hubieran tenido que elegir entre José María Larrea (recuerden: el segundo más votado en las primarias) y Fernando Maura?)
   NÚMERO CUATRO: BEATRIZ BECERRA. En el puesto cuarto de la lista Rosa Díez ha colocado a dedo (lo que equivale a regalarle el puesto de europarlamentaria) a otra miembro del Consejo de Dirección de UPyD: Beatriz Becerra. Dedicada al marketing, se afilió a UPyD el año 2008, y se encargó de las campañas electorales, causando tan buen efecto en Rosa Díez que el año 2009 la eligió como miembro del Consejo de Dirección (supongo que también en parte porque necesitaba mujeres para disminuir su falta de paridad). En este Blog he denunciado la falta de idoneidad de Beatriz Becerra para ser candidata, en base a su comportamiento autoritario y antidemocrático, que ocasionó que los dirigentes de UPyD de Galicia dimitieran en bloque debido a las censura y trabas que ella y otros dirigentes de UPyD pusieron a su trabajo (ver).
   Dado que es casi seguro que Fernando Maura y Beatriz Becerra se conviertan en eurodiputados, a partir de estas elecciones europeas la mayor parte de los 21 integrantes del Consejo de Dirección de UPyD estarán ocupando también un escaño político en distintos Parlamentos, y de ellos la mayoría lo habrán logrado siendo colocados a dedo en las listas electorales de UPyD, por su cercanía y amistad con Rosa Díez.

   NÚMERO CINCO: ENRIQUE CALVET. El quinto puesto de la lista europea de UPyD ha sido adjudicado al afiliado Enrique Calvet, quien también forma parte de la dirección del partido al ser miembro de la Oficina de Control de Buenas Prácticas, un órgano auxiliar del Consejo de Dirección de UPyD. (Ya he contado en este Blog mi decepcionante experiencia al denunciar varias veces, dentro del partido, comportamientos irregulares, inmorales y antiestatutarios de varios miembros del Consejo de Dirección de UPyD: los órganos de control (en los que "trabaja" Enrique Calvet) hicieron el paripé, encubriendo a los corruptos amigos de Rosa Díez: ver).

   No deja de sorprenderme el comportamiento antidemocrático y ciertamente cínico de los dirigentes de UPyD y de sus seguidores. La lista de las europeas se ha confeccionado en base a criterios de proteccionismo al candidato oficialista, de amiguismo y de enchufismo, colocando en los puestos elegibles a amigos y a dirigentes del partido que ya se encuentran en el círculo de poder la lideresa Rosa Díez (por lo tanto, elegidos previamente a dedo por ella). ¿Es eso compatible con las ideas de UPyD, con lo que de verdad quieren los afiliados? Es paradójico y sorprendente que en el Manifiesto Fundacional (propuesta nº 5), y entre las bases de UPyD (doy fe de ello) siempre se ha defendido, como una medida fundamental para la regeneración democrática, introducir el sistema de listas abiertas: pero dentro del propio partido Rosa Díez y su Consejo de Dirección han rechazado el sistema de listas abiertas, y de manera reiterada.
   A la vista de su lista para las europeas, si UPyD funciona así ahora, podemos razonablemente temer que cuando lleguen al poder harán lo mismo que hacen todos los demás partidos: colocar a sus amigos. Por eso no hacía falta crear este partido. Salvo que fuera creado (como muchos ahora pensamos) como una plataforma electoral al servicio de Rosa Díez y de sus amigos, alimentada con mentiras que explotaron la necesidad que teníamos muchos de encontrar una salida, de regenerar la democracia. Por suerte ahora ya hay otras alternativas democráticas al bipartidismo y a UPyD. Esperemos que en esas opciones se imponga la meritocracia: que podamos ser representados por los mejores, no por aquellos que las cúpulas de los partidos nos imponen en sus listas (pura partidocracia, como es el caso), en base muchas veces a la selección negativa: colocando a personas mediocres cuyo único mérito es estar cerca del líder, no discutirle nada y hacerle la pelota.

   Si en UPyD fueran coherentes con lo que realmente hacen deberían declararse oficialmente a favor del amiguismo institucional. Hasta que eso ocurra, cualquier afiliado de UPyD que lo sea de buena fe debería denunciar la lista de los amigos de Rosa Díez que UPyD presenta para las elecciones europeas: apestosa e infumable para quien crea en la democracia.
   PD. Resulta interesante y oportuno recordar el testimonio de Álvaro Ballesteros, quien iba situado en el puesto número tres de la lista de UPyD en las europeas del año 2009, y que fue además quien confeccionó el programa de UPyD para esas elecciones europeas. Álvaro Ballesteros abandonó UPyD en 2010, escribiendo (junto con otro ex dirigente del partido) un demoledor artículo crítico titulado: “UPyD: la verdadera cara del proyecto de Rosa Díez" (ver). Califica a UPyD en esa carta de "negocio político", "teatro", "más de lo mismo"…; y por eso pide “disculpas a la sociedad por haber (inconscientemente) propagado una mentira muy peligrosa”; y añade que “la Historia recordará a Rosa Diez y a su galera precisamente por el gran daño hecho a la confianza de tantos que se acercaron por primera vez a la política”; y anima a denunciar el autoritarismo en UPyD, las malas artes y la falta de transparencia de sus dirigentes, porque “desenmascarar a los impostores es tan solo el primer paso para intentar impulsar una política nueva, limpia y mucho más transparente”.