domingo, 14 de septiembre de 2014

El autoritarismo en el partido de Rosa Díez, causante de una selección negativa por la que los afiliados que quedan en UPyD son "los peores".

   Voy a explicar en este artículo por qué estoy convencido de que los afiliados que quedan en UPyD son los peores: y es así sencillamente porque los mejores ya se han ido (o han sido expulsados) a consecuencia del autoritarismo que hay en UPyD. (Hago esa valoración teniendo en cuenta mi experiencia personal: me afilié a UPyD hace 5 años, participé activamente en su vida interna, y hace tres meses fui expulsado).
   El autoritarismo es propio de las dictaduras, y está muy mal visto en la democracia. Por eso es razonable y se entiende que ningún dirigente político que sea autoritario lo reconozca: se ven obligados a negarlo. Y eso es exáctamente lo que pasa en UPyD, donde presumen de ser un partido democrático y transparente (Ver). (Ver el refrán de la foto).
   Rosa Díez y bastantes dirigentes y "afiliados adictos" de su partido se han cabreado mucho por las acusaciones de autoritarismo (junto a las de sectarismo, de realizar injustas expulsiones de afiliados, de perseguir la discrepancia interna y silenciarla...) que les ha dirigido, en una carta abierta publicada en El Mundo el pasado 19 de agosto, su nº 1 en el Parlamento Europeo, Francisco Sosa Wagner (Ver).
   Desde UPyD han respondido, visiblemente molestos, diciendo que Sosa Wagner es un mezquino, un corrupto, un mentiroso, un traidor… y que lo que ha hecho es intolerable, una calumnia, un insulto… (Ver).
   La reacción tan arisca que han tenido ha sorprendido a muchos, y la han considerado una muestra más del autoritarismo que hay en UPyD (como ha expuesto brillantemente Federico Jiménez Losantos (Ver), quien en otras ocasiones había sido defensor de Rosa Díez y de UPyD). Rosa Díez y sus cómplices de la cúpula de UPyD han quedado en evidencia, y han perdido prestigio y apoyos sensibles (como el del periodista Santiago González: Ver). Y la crisis  que ha aflorado en el partido se ha hecho más grave cuando un buen número de dirigentes de UPyD, que debían estar mordiéndose la lengua desde hace mucho tiempo, se han posicionado, de una manera u otra, a favor de Sosa Wagner (Ver). Estoy seguro de que pronto presenciaremos la depuración "estalinista" que va a hacer Rosa, con sus napoleones orwelianos, de todos los que se han mostrado disidentes. De momento ayer se ha sabido que ya maquinan en el Parlamento Europeo para destituir a Sosa Wagner y a Fernando Maura de sus cargos de Portavoz de UPyD y de Vicepresidente del Grupo europeo ALDE, respectivamente (Ver).
   Desde hace años, cientos de ciudadanos que hemos estado afiliados a UPyD, de todos los puntos de España, venimos repitiendo la acusación, y damos fe del autoritarismo imperante en UPyD: porque lo hemos visto y experimentado, y muchas veces sufrido personalmente. La novedad es que ahora ha sido un alto dirigente de UPyD en activo quien ha lanzado las acusaciones, y que haya utilizado el altavoz de la prensa. Rosa ha dicho que al publicar su carta en El Mundo, Sosa Wagner había actuado con malas formas, de manera intolerable. Debe haber olvidado que hace ocho años ella misma, siendo eurodiputada del PSOE, publicó, también en El Mundo, una carta muy dura contra Zapatero y contra su propio partido (Ver).
Cuidadito: como algún afiliado más
diga que soy autoritaria, les echo
a Fabo, a Elvira y a Gorriarán.
   La estrategia de UPyD para echar a los afiliados que molestan.
   Rosa Díez y sus cómplices quieren imponer su voluntad a toda costa. Y por eso cuando un afiliado (que no está dispuesto a tragar, a obedecer sumisamente) cae en la cuenta de la falta de democracia interna con que funciona el partido, lo que quiere Rosa y los que mandan en UPyD es que haga una de estas dos cosas: o bien denunciarlo dentro de UPyD (algo que los que lo hemos hecho sabemos que no sirve para nada, salvo para perder el tiempo y para que te expedienten y te expulsen); o bien irse del partido: para lo cual UPyD da todas las facilidades: a cualquiera que se muestra mínimamente crítico y que exija que se cumplan los principios del Manifiesto y los Estatutos y Reglamentos, desde UPyD se le dice: “si no te gusta cómo hacemos las cosas en UPyD, no nos incordies: lo que tienes que hacer es marcharte” (como me dijo en una asamblea de Afiliados en Pontevedra, hace dos años Carlos Martínez Gorriarán: Ver). Otro argumento usado por el nº 2 de UPyD, mano derecha de Rosa Díez, es decirle a los afiliados que protestan: "Yo he montado este partido: si no te gusta te vas y te montas otro".
   Mucho afiliados se marcharon del partido al escuchar esas invitaciones a marcharse, y al suponer o comprobar que no iban a conseguir arreglar nada poniendo denuncias internas ante los órganos de Control de UPyD (que están controlados por los mismos dirigentes que rodean y protegen a Rosa Díez y que son un puro paripé: Ver), y porque la gran mayoría de los ciudadanos que se afiliaron (que nos afiliamos) a UPyD eran personas con su vida ya resuelta, que se implicaban por primera vez en política sin ambiciones personales, con ganas de colaborar altruistamente para mejorar la vida política española en un partido nuevo que se ofrecía como una alternativa distinta y regeneradora..., pero que no estaban dispuestos a perder tiempo luchando contra unos políticos profesionales (con Rosa como máximo exponente) que controlaban férreamente la estructura de un partido que no era por dentro como decía ser.
   Los afiliados que tras ser conscientes de la realidad interna de UPyD no se marchaban del partido, han tenido que vivir extremando las precauciones para no ser purgados por el Aparato del partido. Es a lo que se refería Sosa Wagner en su carta (citada antes), cuando decía que las prácticas autoritarias de UPyD provocaban la "sepultura en vida (de los afiliados), cuando deciden permanecer en sus filas acogidos a un ominoso silencio".
   Otros más luchadores decidieron (decidimos) seguir dentro y tratar de arreglar los problemas de UPyD, ejerciendo y exigiendo sus derechos como afiliados, y trabajando por conseguir un partido coherente con su Manifiesto Fundacional y regido por la democracia interna (algo exigido por la propia Constitución Española). Pero contra esos que no estaban dispuestos a someterse a la despótica voluntad del Estáblisment (la estructura de poder creada por Diosa Díez), el Aparato de UPyD emplea toda su capacidad para desacreditarlos (caso Guadalajara, caso Logroño), apartarlos de las tareas de gobierno (caso Navarra), hacerles el vacío (caso afiliada de Castilla La Mancha que denunció a UPyD por mobing)... Ante esa recalcitrante actitud, la decepción y el cabreo aumentaba, y muchos afiliados acababan yéndose de UPyD, en ocasiones de forma masiva (Caso Mikel Buesa y 30 afiliados de Madrid, o caso Cantabria con el abandono de 36 afiliados).
   Esa la maquiavélica manera que tienen los inquisidores de UPyD (Gorriarán, Fabo, Elvira García, Ramón Marcos... y en lo alto de la pirámide la diva, la lideresa) de "expulsar" (de manera indirecta) a los afiliados que no quieren dentro del partido.
   El control territorial del partido y las bajas de afiliados.
   Después de disolver un Consejo Territorial (caso Cataluña, seguido del abandono del partido de todos sus integrantes), o de forzar a algún Coordinador o ConsejoTerritorial para que se fueran (casos Zaragoza, AndalucíaGalicia)..., Organización de UPyD colocaba al frente del partido en ese sitio a una Gestora, con afiliados sumisos elegidos a dedo, que siguiendo las órdenes de UPyD-Madrid (del triunvirato Rosa - Gorriarán - Fabo) empezaban a presionar a los afiliados o grupos de afiliados considerados críticos, no adictos al régimen (a mi por ejemplo los de la Gestora me quisieron censurar lo que escribía en mi Blog, y dejaron de publicar noticias sobre UPyD-Vigo en la Web de UPyD Galicia) para desgastarlos. Tampoco convocaban la Asamblea de afiliados que los Estatutos de UPyD exigen que se haga antes de dos meses (Ver) (porque en UPyD no quieren que los afiliados puedan reunirse y discutir, sobre todo actuaciones reprobables de los jefes: y por eso impiden y controlan mucho los contactos internos o webs no oficiales de afiliados), y además prolongaban el mandato de esa Gestora más tiempo del establecido en los Estatutos, en una maniobra de agotamiento para que muchos afiliados críticos se cansaran y se fueran del partido (Ver). Y entonces convocaban elecciones internas, que eran organizadas por esa misma Gestora, que en muchos casos promovía de candidato a uno de los miembros de esa Gestora, que era promocionado por UPyD-Madrid: y Organización hacía todo lo que hiciera falta para que su candidato preferido ganara: controlando y manejando el censo de afiliados (se niega su acceso a las demás candidaturas, y se han denunciado casos de manipulación en Huelva, Guadalajara, Vigo... Ver) o cometer fraude electoral (casos Valencia y Galicia), se hacía... También ha sido habitual las presiones desde el aparato para que afiliados considerados críticos no presentaran candidaturas alternativas (como en Madrid), con posteriores represalias si lo hacían (como hicieron en el País Vasco). Y si no ganaba el candidato oficial, se machacaba al nuevo CT elegidos por los afiliados hasta que se hartaran (caso Cataluña y Galicia) o se declaraban nulas las elecciones alegando motivos absurdos (caso Murcia) y se imponía a dedo otra Gestora. El apoyo del aparato del partido al candidato oficialista que hace reiteradamente UPyD (el caso más reciente el de Madrid) supone una adulteración de las primarias democráticas que cínicamente defienden (y de las que presumen) en UPyD, y además eso hace que gane muchas veces un afiliado incapaz e incompetente, cuyo único mérito era estar arrimado al poder del partido: algo que va mermando cada vez más el nivel y la valía de los líderes del partido. Y como consecuencia de esas elecciones internas "teledirigidas" o fraudulentas, más afiliados (de los que quedaban) caían en la cuenta de la falta de meritocracia y de verdadera democracia interna en UPyD, y abandonaban el partido, muchas veces haciendo públicas sus críticas: (Ver). (Ver otro ejemplo).
   Como consecuencia del agobiante autoritarismo que se vive en UPyD, son pocos los afiliados que han quedado en el partido. Y a los que a pesar de todo han seguido dentro y han decidido intentar arreglar esos problemas, luchado contra los abusos cometidos por miembros de la dirección de UPyD, se les ha acabado expedientando y expulsando. En mi caso he contado que el motivo de abrirme expediente fue ridículo (escribir una carta al director de un periódico para pedirle que informara bien sobre UPyD: Ver), y que en el proceso incumplieron los Estatutos y violaron mis derechos constitucionales, sin responder legalmente a mis recursos y encubriendo (la Comisión de Garantías) las mentiras de la inquisidora de UPyD Elvira García (por todo ello espero que pronto nos veamos las caras ante los tribunales de la justicia ordinaria). Otros casos sonados de expulsiones de afiliados fueron las de Javier Carroquino, que era Coordinador de UPyD en Aragón y se atrevió a pedir que el Consejo de Dirección se eligiera con listas abiertas, y el caso de Valia Merino, que osó presentar una candidatura alternativa a Rosa Díez en el primer Congreso del Partido, el año 2009. La mayoría de los afiliados que estaban a favor de las listas abiertas (algo que Rosa Díez se negó a aceptar a pesar de ser una idea reflejada en el Manifiesto fundacional) negó abandonó el partido.
   En algunos casos UPyD simplemente expulsó a afiliados por la vía rápida, sin expediente previo, por motivos absurdos o ilegales: como deber unas cuotas de afiliación en el caso de José Luis Morato, concejal de Getafe (Ver más sobre el Caso Getafe, donde la imposición a dedo de una enchufada por parte del Consejo de Dirección causó el abandono de muchos afiliados); o como declarar en una entrevista haber sido maltratada por la dirección, en el caso de Mª Fernanda Linares, concejala de Santoña.
   A raíz de la denunia de Sosa Wagner de "expulsiones constantes de afiliados", UPyD sólo ha reconocido haber expulsado a 54 afiliados: pero si su responsable de Organización, Juan Luis Fabo, miente al dar el número de bajas, como he demostrado (Ver), es razonable pensar que también miente en el número de expulsiones. En cualquier caso, para un partido con menos de 6.000 afiliados, ese número de expulsiones supone un record, y no creo que haya ningún otro partido político en España que estos años haya expulsado a tantos afiliados, por supuesto en números relativos, pero ni siquiera en números absolutos. Y recuerdo que el truco de UPyD es forzar con prácticas maquiavélicas e inmorales (cuando no ilegales), como he explicado arriba, que los afiliados que han sido puestos en la lista negra se vayan ellos solos, antes de tener que expulsarles...
   La fuga de afiliados de UPyD: la selección negativa.
   Esa degeneración de UPyD ha ocasionado que el 80 % de los 127 fundadores de UPyD hayan abandonado el partido que contribuyeron a crear (Ver artículo con la lista), por culpa del autoritarismo de Rosa Díez y de los altos cargos que la rodean.Y a pesar de las mentiras de Juan Luis Fabo (que sólo reconoce 9.200), son más de 16.000 los afiliados se han marchado estos años de UPyD (Ver), y muchos de ellos se han ido realizando las mismas acusaciones de autoritarismo y de fraude. Negar esa realidad y negar que en UPyD tienen un grave problema supone fanatismo sectario o cinismo: que es exactamente lo que hay en UPyD (Ver).
   Como consecuencia de esa fuga de afiliados se ha ido produciendo en UPyD una selección negativa: ya sólo quedan en UPyD, junto con los caciques que detentan el poder, los peores afiliados, los pasivos, los pelotas y paniaguados, los sumisos que dicen a todo que si y esperan alcanzar algún día un carguito en el partido... Y si queda dentro algún afiliado de buena fe, ingenuo y despistado, o al que la cúpula del partido nunca ha tratado de manejar, tampoco es un digno afiliado de UPyD: pues si lo fuera debería detectar las injusticias que se cometen dentro de su partido y denunciarlas: lo contrario (no enterarse o mirar para otro lado, como ha hecho muchos años Sosa Wagner hasta que no ha aguantado más y ha saltado) supone traicionar al verdadero y originario UPyD, pues se supone que al afiliarse a UPyD uno se compromete a luchar por la verdad la justicia y la democracia, y ninguna de esas tres cosas se dan ya en UPyD. Y seguir dentro y apoyarlo supone hacerle el juego a sus mendaces dirigentes: porque no puede regenerarse la democracia española con un instrumento político que ha degenerado y se ha convertido en un timo, como es el caso de UPyD. (Ver mi Carta abierta a los afiliados críticos de UPyD, donde desarrollo esa idea).
   La situación de degeneración en UPyD ha llegado a límites insospechados y quizá irreversibles: los afiliados que quedan, a los que califico de "los peores" (por supuesto que hay excepciones que muchos conocemos, que siguen tratando de regenerar UPyD, pero a los que no puedo elogiar porque serían mal vistos y purgados) son mayoría en todas las agrupaciones, y ganarán todas las supuestas elecciones democráticas que se celebren en UPyD. Es un círculo vicioso de selección negativa.
   Se ha señalado que muchos afiliados y dirigentes han arremetido violentamente contra Sosa Wagner esperando ser recompensados por la lideresa del partido. Así lo expresaba el dirigente de UPyD y también eurodiputado Fernando Maura en su artículo El Linchamiento (Ver) hablando de la reciente reunión del Consejo Político de UPyD: "Es muy triste que los más de entre los que componían el grupo de lapidantes lo hacían para ganar mérito para mejor conseguir sus aspiraciones futuras. Sabedores quizás que los escaños no se obtienen por la competencia sino por el servilismo a las aspiraciones de sus jefes, administrarían su saña en idéntica proporción a sus ambiciones más próximas".
   Y para colmo, los nuevos afiliados que se apunten a UPyD ya no serán (en su mayoría) tan genuinos ni válidos (en general) como fuimos los de los primeros años, cuando UPyD era más un proyecto de futuro que una realidad presente: ahora que el duro trabajo de los comienzos está hecho vendrán muchos atraídos por las posibilidades de encontrar cargos en una fuerza política nacional ya conocida... Porque esas personas que se apunten ahora a UPyD (si es que se apunta alguien más) si realmente creen en el mensaje de UPyD ¿por qué no se afiliaron hace años? Esta opinión ya había sido expuesta por otros afiliados críticos con anterioridad: "el partido se ha descapitalizado de su mejor activo para lograr sus fines regeneradores: la gente íntegra y preparada" (Ver). Los mejores afiliados de UPyD estaban entre los primeros. Pero la mayoría de ellos se han ido o han sido expulsados.
   Si alguien todavía tiene dudas del autoritarismo que hay en UPyD, de que Rosa Díez, junto con un reducido grupo de cómplices, lo controla todo en el partido y abusa de su autoridad, sin dejar participar en las decisiones importantes a los que no demuestran una sumisión incondicional a la líder y al núcleo duro del partido, imponiendo siempre su voluntad, forzando la legalidad o cayendo en la ilegalidad (se creen con derecho a ello apelando el bien del partido y la salvación de la patria, porque en UPyD se creen los nuevos Mesías de la nueva democracia, en plan hitleriano), para esos ingenuos o desinformados, pueden buscar en la red y leer en este Blog (en artículos pasados y futuros) muchos ejemplos que le ayudarán a valorar a UPyD en su justa medida. Y cuando se informen bien, probablemente coincidan conmigo y con muchos otros en que el principal problema de UPyD, lo que ha quedado al descubierto con esta crisis, no es pactar o no con Ciudadanos, sino su autoritarismo y su corrupción política. Rosa Díez y sus cómplices habían conseguido hasta ahora mantener engañados a la mayoría de los ciudadanos. La única duda que nos queda es saber si UPyD tiene remedio. Dependerá de las decisiones que tome estos meses Rosa Díez.

2 comentarios:

  1. Una afiliada de UPyD que me sigue en FB me comenta dolida: "Hombre, Pedro, pues gracias por lo que me toca"
    Esto es lo que le he contestado.
    No es nada personal ni es una valoración de cada afiliado en concreto. En el mejor equipo de cualquier deporte puedo valorar a los que yo considero mejores y peores, y a lo mejor los peores de ese equipo son mejores que los mejores de los demás equipos.
    En cualquier caso seguir en UPyD es hacerle el juego a Rosa Díez y a sus cómplices, y yo no lo veo positivo. Cada afiliado es libre de seguir donde quiera, pero yo animo a los afiliados de UPyD a revalorar su situación y a marcharse hablando claro.
    UPyD puede valer para un ciudadano normal, pero no para cualquiera que quiera regenerar la democracia.
    Un saludo.

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  2. He recibido un comentario de un Anónimo fanático de UPyD.
    Dice que considera un insulto que yo piense y diga que los que quedan en UPyD sean los peores.
    Pasa a criticarme por asuntos personales y me amenaza.
    Selecciono tres frases de su comentario:
    "Y si algún día hablo, vas a tener que tragarte muchas de las cosas que afirmas en tu blog"
    "Tienes mucho que callar"
    "Si tienes huevos, publica esto".
    Como el lector comprenderá, no lo publico.
    Pero no por falta de huevos: una paciente me ha regalado dos docenas esta mañana (huevos de casa, de gallina feliz y sana)
    Afiliados como ése refuerzan la valoración que he hecho.
    PD: me permito darte un consejo, Anónimo enfadado: si quieres publicar en un periódico o en un Blog no ofendas al director o al autor del mismo: no lo conseguirás. Y si vas de anónimo, aporta algún dato interesante (que se pueda contrastar y analizar) para que tu escrito tenga algún valor; o al menos cuenta un chiste...
    De nada.

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