jueves, 16 de julio de 2015

Alvaro Cunqueiro no fue franquista: tratarle como tal y retirar el nombre de su calle en Madrid es un error y una ofensa. Petición vía Change.org a la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena. Firma. Gracias.

Pincha aquí para ir a change.org y firmar la petición. Gracias.

   Estimada Manuela Carmena:
   Nos hemos enterado de que tiene usted la intención de cambiar el nombre a la calle Álvaro Cunqueiro de su ciudad, debido a que ese escritor gallego figura en la lista que la Asociación para la Memoria Histórica ha confeccionado, que incluye, según esa Asociación, a personajes que tuvieron relación con la sublevación militar o la represión de la dictadura franquista, a los que su Gobierno municipal quiere hacer desaparecer del callejero de Madrid.
   Pensamos y le aseguramos que considerar a Álvaro Cunqueiro un franquista y quitarle el honor de tener una calle a su nombre en Madrid por ese motivo sería un grave error por su parte, además de una ofensa a todos los gallegos.
   Los firmantes de esta petición le solicitamos encarecidamente que rectifique y que no lo haga.

   Parte informativa, para su conocimiento:
Xuntos en Mondoñedo, fai uns 25 anos.
Eu xa vou vello,
mais Cunqueiro mantíñase 
-e mantense- moi ben.
   El insigne escritor gallego (Mondoñedo, Lugo, 1911) creó en 1930 la revista Galiza, escrita sólo en gallego y en la que promocionaba el autonomismo: en esa revista escribieron Castelao, Otero Pedrayo y otros insignes nacionalistas. Cuando se instauró la II República, Álvaro Cunqueiro participó en actos de la ORGA (Organización Republicana Gallega Autónoma) e ingresó en el partido Galeguista de Alexandre Bóveda: colaboró con su órgano de expresión A Nosa Terra e hizo campaña (escritos y mítines) a favor del Estatuto Gallego.
   Cunqueiro fue uno de los miles de gallegos (y españoles en general) a los que la división que se formó tras la sublevación de Franco le pilló en la zona llamada nacional, y tuvo que hacer algunas cosas en contra de su voluntad para poder sobrevivir.
   En verano de 1936, tras el golpe de estado militar, los sublevados  franquistas se hicieron con el poder en toda Galicia. Muchos amigos de Álvaro Cunqueiro fueron asesinados, entre ellos su editor Ánxel Casal. El padre de Cunqueiro, preocupado porque a su hijo le pasara lo mismo si seguía en Mondoñedo o si iba a Santiago, le envió a Ortigueira, en la costa norte de Coruña, donde amigos de la familia le encubrieron: Cunqueiro tuvo que trabajar dando clases y le obligaron, a modo de coartada, a colaborar con los medios de publicidad y prensa de la Falange local, para lo que tuvo que afiliarse a ese partido. Debido a la facilidad de su pluma, pasó a ser director del semanario local, y el año siguiente el director del periódico El Pueblo Gallego, órgano oficial de la Falange de Vigo, le reclamó para que se incorporara a la redacción. Los artículos de Cunqueiro se fueron haciendo famosos y varios editores de revistas franquistas reclamaron sus colaboraciones, a lo que tampoco pudo negarse. A finales de 1938 fue enviado a San Sebastián, a trabajar en la revista La Voz de España; y al acabar la guerra le aconsejan ir a Madrid, donde se instaló y trabajó como escritor y periodista, durante los primeros meses en el periódico ABC.
   Durante esa etapa de su vida Cunqueiro tuvo que disimular sus verdaderas ideas y se vio obligado a componer poesías en honor de los fascistas (poesías extrañamente malas, por cierto). En 1943 abandonó Falange, y al año siguiente se le retiró el carné de periodista tras un incidente con la embajada francesa. A partir de ese momento, según afirma su biógrafo Xosé Francisco Armesto, cualquier vinculación con el franquismo «representa descoñecemento ou supón acción malévola».
   Todo el resto de su vida dejó muy claro, con fina ironía y suma prudencia durante el régimen franquista, su talante democrático y su rechazo a toda censura y dictadura. El propio Cunqueiro declaró alguna vez: “Nunca fui franquista. Fui escéptico ante él desde el primer día”. Tras su regreso a Galicia se centró en su trabajo como escritor, y fue director del diario Faro de Vigo entre 1965 y 70. Murió en 1981.
El nuevo Hospital de Vigo se llama
Alvaro Cunqueiro.

   Final.
   El Pueblo de Vigo y su gobierno (del partido socialista) han decidido que el Nuevo Hospital de Vigo, que está a punto de ser inaugurado, lleve el nombre de Álvaro Cunqueiro.
   Sabemos que no se equivocará, señora Carmena: Álvaro Cunqueiro no fue un fascista ni un franquista, por lo que considerarle como tal y hacer lo que ha previsto hacer en la calle a la que el pueblo de Madrid quiso poner el nombre del escritor gallego como reconocimiento a su obra literaria, sólo se puede deber a fanatismo o a ignorancia: usted no es lo primero, y aunque haya podido ser engañada o caído en lo segundo, eso es fácilmente subsanable.
   Gracias anticipadas por su rectificación. Contamos con que acepte tomar con nosotros, en plan informal, unas tapas de pulpo o unas ostras (ou ambas as dúas cousas), con un vino blanco gallego de los que Cunqueiro cantó, cuando venga usted a Vigo con cualquier motivo.
   Un cordial saludo.
   Petición presentada por la Plataforma Xuntos. Vigo. Galicia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario