El 9 de noviembre de 2014 (9N) se celebró un referendum (o una especie de referendum) sobre la independencia de Cataluña. Era público y notorio que el Tribunal Constitucional había prohibido su celebración y ordenado paralizar todos los actos relacionados con esa consulta. Pero muchos directores de Instituto entregaron las llaves de sus centros escolares para colaborar con ciertos políticos catalanes que se empeñaron en desobedecer la legalidad. Aunque es cierto que esos directores fueron presionados, también lo es que se podían haber negado a colaborar: y de hecho hubo quien no entregó las llaves.
Dolores Agenjo, directora de Instituto de Hospitalet que se negó a entregar las llaves. |
No podemos permitir que los máximos responsables de centros docentes públicos antepongan sus ideologías políticas al ejercicio de sus funciones, incurriendo en desobediencia y desprecio al Tribunal Constitucional. Esas personas no pueden ser buen ejemplo para los alumnos y no deben tener responsabilidades en la educación: los menores de edad que tengan como referentes a profesores y directivos que incumplen las leyes y se burlan del estado de derecho corren el triesgo de convertirse en personas antidemocráticas y antisociales, que se creerán con derecho a hacer cualquier cosa aunque la ley lo prohiba: y eso supone un grave peligro para nuestra sociedad y convivencia.
Artur Más votando el 9N. |
Los profesores no pueden estar sometidos ni al servicio de ningún partido político ni ideología religiosa: y con más motivo los directores de centros escolares. Por eso exigimos una investigación que concluya en una respuesta ejemplar que conlleve la sanción, destitución e inhabilitación de todos los directores que entregaron las llaves para la celebración del ilegal 9N, demostrando su falta de idoneidad para el cargo que detentaban en aquel momento, y probablemente para ejercer una docencia independiente y de calidad.
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