El llamado "Nacionalismo español" y el "Nacionalismo catalán" (o el vasco, o el gallego...) sólo tienen en común que se emplea la misma palabra para referirse a ellos. Pero la palabra "NACIONALISMO" significa una cosa diferente en cada caso.
La RAE -Real Academia de la Lengua- deja claro en su Diccionario que la palabra Nacionalismo tiene dos acepciones: una indica un sentimiento, y la otra una ideología. Pero no distingue esas dos acepciones tan diferentes con dos palabras distintas. Y eso está dando lugar a confusiones y a manipulaciones interesadas del lenguaje... Por ello solicito a la RAE que solucione el problema y distinga los dos conceptos o acepciones diferentes que expresa el término "nacionalismo" con dos palabras distintas.
Los dos sentidos de la palabra Nacionalismo.
El primer sentido de la palabra Nacionalismo es su acepción CULTURAL: un SENTIMIENTO de pertenencia y de identificación con una Nación, es amor a la nación donde uno ha nacido o donde ha elegido vivir integrándose en ella, con su realidad y su historia. Y es algo personal y subjetivo (pues distintas personas en las mismas circunstancias, nacidas y residentes en la misma nación, pueden tener ese sentimiento o no: y pueden tenerlo en mayor o menor medida).
En cambio el segundo significado o acepción de la palabra Nacionalismo tiene un sentido POLÍTICO, y significa -como dice el Diccionario de la RAE- una IDEOLOGÍA: esto es, una doctrina o movimiento, que es desarrollado por un colectivo (llamado a veces "pueblo") que no se siente identificado con la Nación en la que vive, y que por ese motivo deciden unirse y actuar para intentar conseguir crear una nueva Nación que no existe, para constituir un nuevo Estado. Esos Nacionalistas (en esa acepción política de la palabra) crean Partidos Políticos, o Asociaciones (que por estrategia llaman "culturales" -como la catalana "Omnium Cultural"- pero que realmente son asociaciones políticas) y se lanzan con fervor a luchar contra el Estado de la Nación a la que pertenecen, para conseguir segregarse y crear la nación que quieren crear...
Diferencias entre un Nacionalista español y uno catalán.
Un Nacionalista español solo puede ser nacionalista en el sentido CULTURAL del término (la primera acepción de la palabra), porque no necesita -ni puede hacerlo- crear la nación española, que ya existe. Y se supone que el sentimiento correcto de todos los nacionalistas españoles es amar a España y a todos los españoles, incluidos por supuesto los catalanes, los vascos, los gallegos...
En cambio un Nacionalista catalán es nacionalista en el sentido POLÍTICO del término: pertenece a un movimiento, a un grupo político, que quiere construir una nueva Nación. Y aunque los nacionalistas catalanes digan que ama a Cataluña, realmente sólo aman a los catalanes que comparten su ideología (vivida muchas veces como un fanatismo religioso), y odian a todos los catalanes que no son nacionalistas (políticamente hablando), y al resto de españoles.
Ejemplos de Partidos Políticos Nacionalistas.
Hay Partidos que reconocen su Nacionalismo e incluyen ese término en su nombre, como el BNG (Bloque Nacionalista Gallego) y el PNV (Partido Nacionalista Vasco). Todos los gallegos y los vascos que no votan a esos partidos no es que no amen a Galicia o a Euskadi, como podría entender el que aplicara la primara acepción (cultural) al término nacionalista: simplemente es que no comparten la doctrina o ideología nacionalista y antiespañola (la acepción política del término nacionalista) y no quieren dejar de ser españoles.
Otros partidos no tienen la N de "nacionalista" en sus siglas, pero suelen incluir el nombre de la nación que pretenden crear, y habitualmente confiesan su nacionalismo político en su ideario y sobre todo en sus actuaciones. Ejemplos claros son los catalanes JxC (Junts per Catalunya), ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), PSC (Partido de los Socialistas de Cataluña..., aunque este último partido está unido de alguna manera al PSOE y eso le condiciona, por lo que disimulan su nacionalismo).
El odio a España y a todo lo español es inherente a los nacionalismos políticos que hay en diversos sitios de España.
Los nacionalistas políticos odian a la nación a la que pertenecen, en la que han nacido (de ahí viene el término "nación", de nacer). Con frecuencia se inventan un idílico pasado en el que ellos eran una nación independiente, pero fueron invadidos... y acaban creyendo sus propias mentiras. Y echan la culpa de todos sus problemas actuales a esa nación que consideran invasora y opresora, en nuestro caso España.
Pero incluso aunque fuera verdad que hubieran sido en algún momento de la historia Estados independientes y soberanos, reconocidos por el resto de los Estados (que en el caso de Cataluña, País Vasco y Galicia no lo es), eso no les daría derecho a reclamar su independencia.
Sería irrisorio que ahora Granada reclamara un supuesto derecho a independizarse si lo deciden los granadinos (lo que llaman derecho a la autodeterminación) alegando que ellos, como herederos de al-Ándalus fueron un reino soberano durante casi ocho siglos. Las fronteras se cambiaba antiguamente con guerras o mediante pactos diplomáticos y legislativos.... Y ahora pasa lo mismo.
Algunos partidos nacionalistas asocian a sus reivindicaciones nacionalistas la existencia de una lengua peculiar, distinta del español, que se habla en su territorio (en todo o en parte del mismo, pues por ejemplo el vasco no se habla en gran parte de Euskadi). Y los políticos nacionalistas se dedican a fomentar el uso de esa lengua peculiar, a la que llaman "lengua propia": ese término es impropio para aplicarlo a una lengua, porque ni los territorios ni las naciones tienen lenguas, y es innegable que los que tienen lenguas y los que hablan son las personas: y como mucho se puede declarar la lengua "oficial" en un Estado o Región, pero no lengua propia. (Hace años solicité a la RAE que hiciera esa aclaración, pero todos los Académicos -menos uno que me contestó- resultaron ser cobardes y/o incongruentes).
Los nacionalistas se empeñan en tratar de conseguir que nadie que habite en la que consideran "su Nación invadida" hable otra lengua que no sea "la suya" (a la que por eso podemos llamar "lengua nacionalista"), para ir profundizando las diferencias y barreras con España, y para crear un sentimiento en los ciudadanos que viven en esa Comunidad de no pertenecer a España: forma parte del proselitismo nacionalista. Y como parte de su estrategia política se dedican a imponer su lengua nacionalista, para hacer incómoda o imposible la vida a los españoles que hablan español y que viven en esas Comunidades, y que no comparten su ideología política, a los que los nacionalistas consideran malos catalanes, o malos vascos, o malos gallegos... Y cínicamente los nacionalistas niegan que haya imposición. Pero todos los que la sufrimos damos fe de ello, y hay datos objetivos que lo demuestran.
Hay una gran diferencia de tolerancia entre los Nacionalistas (en su segunda acepción, políticos independentistas) y los mal llamados "nacionalistas españoles: un Nacionalista catalán grita "¡A Catalunya en catalá!" ("En Cataluña en catalán"), y uno gallego grita "Na Galiza en galego!"... Pero ningún nacionalista español grita "¡En España en español!"
El Nacionalismo político es respetable.
Cualquier español tiene derecho a ser nacionalista y a pertenecer a un Partido Político que sea nacionalista. Puede luchar para conseguir la independencia de la que siente como su nación. Pero en esa lucha no puede incumplir las leyes, y su camino pasa por tratar de conseguir por vías legales modificar la Constitución para lograr su objetivo. Porque España es una Nación cuya soberanía nos pertenece a todos los españoles: y todos los españoles debemos autorizar -en su caso- un cambio de fronteras, y cualquier modificación de la Constitución...
En el mundo hay nacionalismos que no necesitan mentir para defender su derecho a constituirse en nación, y tenemos los ejemplos de los Saharauis (invadidos por Marruecos), y de los Kurdos, actualmente viviendo en territorios de Turquía, Iran, Irak y Siria, y que reivindican crear su propio Estado. La historia de Timor Oriental, que primero se independizó de Portugal y después de Indonesia (en 2002, tras una sangrienta guerra) es un ejemplo del triunfo de un nacionalismo.
A los españoles que amamos España no nos gusta que nos llamen nacionalistas españoles, por el carácter peyorativo que ahora tiene la palabra nacionalista, que en España traduce odio y xenofobia, y muchas veces se equipara a defensa de la violencia y de la ilegalidad. Los nacionalismos sobre todo el vasco y el catalán han mantenido y mantienen estrechas relaciones con grupos terroristas y que no respetan la legalidad
Hay muchos españoles "nacionalistas" en el sentido cultural, amantes de España, a los que podríamos llamar patriotas españoles. Desgraciadamente la palabra patriota en España tiene un sentido peyorativo, asociado al franquismo y a las ideas de derecha: y la gente se olvida que en 1936 los Republicanos y los partidos de izquierdas se lanzaron a luchar contra los golpistas apelando al amor a la Patria, al patriotismo... Pero ninguno de esos patriotas o nacionalistas españoles es nacionalista en el sentido político del término: porque no quieren crear ningún estado o Nación nueva (como quieren hacer los nacionalistas)... Sencillamente porque ya tenemos a España.
Los españoles que amamos España sabemos que tenemos un pasado histórico y cultural común como nación, y estamos orgullosos de ese pasado, que incluye -de manera integradora- el pasado de todos los territorios que componen nuestra Nación. Las glorias de los vascos y de los catalanes y de los gallegos son glorias de España.... Y además los españoles tenemos una lengua común que hablamos todos, y que es la segunda o la tercera en importancia en el mundo, y que nos une y nos permite entendernos y colaborar para crear un futuro mejor.
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