Javier Nart, eurodiputado de Ciudadanos. Muy crítico con Rosa Díez (Ver). |
Javier Nart contaba en mayo de 2014 (poco antes de celebrarse las elecciones europeas en las que encabezó la lista de Ciudadanos) que no había sido posible para su partido presentar una lista conjunta con UPyD, pese a haberlo intentado: “Nos hemos
dirigido muchas veces a UPyD proponiéndoles lo obvio: que vayamos juntos a
estas elecciones. Porque es lo mejor para todos y para la ciudadanía... Pero el
rechazo ha sido absoluto". Y añadía: "Me siento inmensamente cómodo con el pensamiento de
UPyD, pero enormemente intranquilo con la hegemonía del liderazgo: el problema
se llama Rosa Díez” (Ver entrevista).
Poco antes, en noviembre de 2013, el filósofo y fundador de UPyD, Fernando Savater, había defendido en el II Congreso de su partido que era llegado el momento de buscar la unión con Ciudadanos. Cuando lo expuso desde el estrado en la sesión inaugural plenaria, todos los afiliados presentes aplaudieron... ¿todos? No: todos menos Rosa Díez y unos cuantos miembros de su Consejo de Dirección (elegidos por ella).
La prensa se hizo eco de la propuesta de Savater, pero los dirigentes de UPyD decidieron censurar el vídeo de la intervención de Fernando Savater (Ver), y la propia Rosa Díez declaró días después del Congreso de su partido que el tema de la unión con Ciudadanos no lo había planteado nadie: "nadie ha suscitado ese debate", dijo (Ver): o estaba mintiendo o para ella Fernando Savater es "nadie".
Meses después, en agosto de 2014, el líder de los eurodiputados
de UPyD, Francisco Sosa Wagner, en un artículo publicado en El Mundo (en el que citaba y se apoyaba en esa intervención de Savater en el Congreso de UPyD, Ver), proponía, a la vista de los resultados de las europeas, que la dirección de su
partido debía reducir su autoritarismo, cambiar sus planteamientos y pactar con
Ciudadanos. Rosa Díez y varios dirigentes de UPyD reaccionaron escandalizados y agresivamente contra Sosa Wagner: y se desencadenó una grave crisis interna, que empezó con acusaciones e insultos contra el eurodiputado (quien al final se hartó del vejatorio trato recibido y de las represalias y se fue de UPyD :Ver), siguió con numerosas bajas de afiliados, muchos de los cuales se fueron a C´s (Ver) y un llamativo descenso en las expectativas de voto (UPyD pasaba a ser superado en las encuestas por C´s :Ver); y propició la creación de una corriente crítica dentro del partido, llamada Cex: un grupo de afiliados "capitaneado" por dos eurodiputados de UPyD, Enrique Calvet y Fernando Maura, que siguen creyendo en el Manifiesto Fundacional pero que reclaman que Rosa Díez dimita y quede como presidenta de honor del partido, y que se celebre urgentemente un Congreso Extraordinario para cambiar el rumbo (y a los actuales dirigentes), y tratar de evitar el desastre (Ver).
El estallido de la "crisis Sosa Wagner" dejó el autoritarismo de Rosa Díez en evidencia: y eso llevó a la dirigente de UDyD a tomar medidas para intentar minimizar sus letales efectos. Por un lado, su responsable de Organización, Juan Luis Fabo, tratando de hacer creer a la opinión pública que las acusaciones de persecución interna y de falta de libertad de opinión dentro de UPyD que había hecho Sosa Wagner no eran ciertas, dio datos falsos sobre el número de bajas y expulsiones de UPyD (Ver). Por otro lado, lanzaron el bulo de que el rechazo a Ciudadanos no era cosa de Rosa Díez, sino que lo habían decidido los representantes de los afiliados en el II Congreso del partido. Y como golpe de efecto final, Rosa Díez anunció que su partido iniciaría un proceso de negociaciones con Ciudadanos, empezando por debatir el asunto en el órgano correspondiente, lo que no era cierto, como ya he denunciado, y como comentaré en el siguiente post.
No soy el único que piensa (Ver) que la líder de UPyD cambió su discurso y se vio forzada a tomar esa decisión (abrir la puerta a negociaciones) por las críticas recibidas y por la presión mediática. Muchos observadores bien informados ya sabíamos que esa operación de imagen y marketing político de UPyD era una falacia, y que no se iba a alcanzar ningún acuerdo.
UPyD convocó una reunión de su Consejo Político el 6 de septiembre. Se votó y aprobó allí un documento de exigencias que debía cumplir cualquier partido que quisiera pactar con ellos. Muchos críticos vieron demasiadas exigencias en ese documento, y un experto político de UPyD, su eurodiputado Fernando Maura, llegó a decir que ese documento sólo permitiría a UPyD negociar con un partido que fuera igual a UPyD, con otro UPyD (Ver).
Sin embargo el partido Ciudadanos solicitó empezar negociaciones, y UPyD aceptó su petición. El 23 de septiembre se celebró la primera reunión de dirigentes de UPyD y de Ciudadanos, en la sede del partido magenta en Madrid. Se hicieron las fotos de rigor (Rosa muy muy sonriente) y se formó un Grupo de Trabajo. Hubo varias reuniones posteriores...
El 3 de noviembre, en plenas negociaciones, Rosa Díez hizo unas declaraciones asegurando que UPyD no pactaría listas únicas con C´s para las generales (Ver).
El 11 de noviembre los dirigentes de Ciudadanos anunciaban que ante la gravedad de la situación política y la proximidad de las elecciones, habían decidido plantear a UPyD llegar a un acuerdo electoral entre ambos partidos para toda España, para las municipales y para las generales de 2015, con la única condición de celebrar primarias para elegir a los candidatos (Ver).
En la siguiente reunión, celebrada el 20 de noviembre, el portavoz del Grupo de Trabajo de UPyD, Andrés Herzog, anunció que rompían definitivamente las negociaciones con Ciudadanos: se supone que el motivo era que no estaban dispuestos a llegar a ese acuerdo.
Sin embargo los dirigentes de UPyD decidieron declarar que el culpable de la ruptura de negociaciones era Ciudadanos, y trataron de justificar esa mentira aportando un documento de 42 páginas (Ver). En ese documento UPyD afirma cosas como las siguientes: "Ciutadans no ha contado con el respaldo de sus órganos sociales competentes para negociar ni para alcanzar acuerdos con UPyD" (UPyD expresaba un ridículo temor a firmar un acuerdo con los dirigentes de C´s y que después las bases de C´s no lo aprobaran); "Ciutadans ha provocado una prematura y abrupta ruptura de las negociaciones" (mentira)... Y también acusaban a Ciudadanos de cosas tales como no tener un proyecto político nacional, de aceptar y fomentar el transfuguismo político, de no tener calidad democrática, de no cumplir los estándares mínimos de transparencia...
Albert Rivera salió de la reunión diciendo: "Confiábamos en que podíamos convencer a Rosa Díez, pero hoy les debo dar la razón a aquellos que nos decían hace mucho tiempo que Rosa Díez nunca querrá un pacto con Ciudadanos" (Ver). Y también decía: "Rosa Díez nunca ha querido llegar a un acuerdo". El líder de Ciudadanos reprochó a UPyD que habían ido a la reunión de negociaciones con un documento (que ya habían hecho una o dos semanas antes de asistir a esa reunión) en el que plasmaban las conclusiones por las que rompían la negociación, y que habían entregado a los periodistas ese mismo día (Ver documento en la web de UPyD).
La diputada de UPyD Irene Lozano afirmó que lo único que Albert Rivera quería era fusionar ambos partidos (Ver). Carlos Martínez Gorriarán reiteraba esa falsedad y añadía, insultando a Ciudadanos: "UPyD invierte en decencia al no aliarse con Ciudadanos" (Ver)
El día de la primera reunión, en septiembre, la líder de UPyD se había declarado dispuesta a negociar "sin límites". Está claro que no decía la verdad.
La prensa se hizo eco de la propuesta de Savater, pero los dirigentes de UPyD decidieron censurar el vídeo de la intervención de Fernando Savater (Ver), y la propia Rosa Díez declaró días después del Congreso de su partido que el tema de la unión con Ciudadanos no lo había planteado nadie: "nadie ha suscitado ese debate", dijo (Ver): o estaba mintiendo o para ella Fernando Savater es "nadie".
Sosa Wagner, candidato de UPyD a las europeas en 2009 y 2014, con Rosa Díez. Eran tiempos de amor y felicidad.. Pero en UPyD no aguantan las críticas. |
El estallido de la "crisis Sosa Wagner" dejó el autoritarismo de Rosa Díez en evidencia: y eso llevó a la dirigente de UDyD a tomar medidas para intentar minimizar sus letales efectos. Por un lado, su responsable de Organización, Juan Luis Fabo, tratando de hacer creer a la opinión pública que las acusaciones de persecución interna y de falta de libertad de opinión dentro de UPyD que había hecho Sosa Wagner no eran ciertas, dio datos falsos sobre el número de bajas y expulsiones de UPyD (Ver). Por otro lado, lanzaron el bulo de que el rechazo a Ciudadanos no era cosa de Rosa Díez, sino que lo habían decidido los representantes de los afiliados en el II Congreso del partido. Y como golpe de efecto final, Rosa Díez anunció que su partido iniciaría un proceso de negociaciones con Ciudadanos, empezando por debatir el asunto en el órgano correspondiente, lo que no era cierto, como ya he denunciado, y como comentaré en el siguiente post.
En la reunión del 23 de septiembre Rosa Díez le sonreía ¿demasiado? a Albert Rivera. ¿Se estaba riendo de él porque ya sabía que nunca firmaría ningún acuerdo? |
UPyD convocó una reunión de su Consejo Político el 6 de septiembre. Se votó y aprobó allí un documento de exigencias que debía cumplir cualquier partido que quisiera pactar con ellos. Muchos críticos vieron demasiadas exigencias en ese documento, y un experto político de UPyD, su eurodiputado Fernando Maura, llegó a decir que ese documento sólo permitiría a UPyD negociar con un partido que fuera igual a UPyD, con otro UPyD (Ver).
Sin embargo el partido Ciudadanos solicitó empezar negociaciones, y UPyD aceptó su petición. El 23 de septiembre se celebró la primera reunión de dirigentes de UPyD y de Ciudadanos, en la sede del partido magenta en Madrid. Se hicieron las fotos de rigor (Rosa muy muy sonriente) y se formó un Grupo de Trabajo. Hubo varias reuniones posteriores...
¿Negociaciones o la última batalla de UPyD? |
El 11 de noviembre los dirigentes de Ciudadanos anunciaban que ante la gravedad de la situación política y la proximidad de las elecciones, habían decidido plantear a UPyD llegar a un acuerdo electoral entre ambos partidos para toda España, para las municipales y para las generales de 2015, con la única condición de celebrar primarias para elegir a los candidatos (Ver).
En la siguiente reunión, celebrada el 20 de noviembre, el portavoz del Grupo de Trabajo de UPyD, Andrés Herzog, anunció que rompían definitivamente las negociaciones con Ciudadanos: se supone que el motivo era que no estaban dispuestos a llegar a ese acuerdo.
Sin embargo los dirigentes de UPyD decidieron declarar que el culpable de la ruptura de negociaciones era Ciudadanos, y trataron de justificar esa mentira aportando un documento de 42 páginas (Ver). En ese documento UPyD afirma cosas como las siguientes: "Ciutadans no ha contado con el respaldo de sus órganos sociales competentes para negociar ni para alcanzar acuerdos con UPyD" (UPyD expresaba un ridículo temor a firmar un acuerdo con los dirigentes de C´s y que después las bases de C´s no lo aprobaran); "Ciutadans ha provocado una prematura y abrupta ruptura de las negociaciones" (mentira)... Y también acusaban a Ciudadanos de cosas tales como no tener un proyecto político nacional, de aceptar y fomentar el transfuguismo político, de no tener calidad democrática, de no cumplir los estándares mínimos de transparencia...
Albert Rivera salió de la reunión diciendo: "Confiábamos en que podíamos convencer a Rosa Díez, pero hoy les debo dar la razón a aquellos que nos decían hace mucho tiempo que Rosa Díez nunca querrá un pacto con Ciudadanos" (Ver). Y también decía: "Rosa Díez nunca ha querido llegar a un acuerdo". El líder de Ciudadanos reprochó a UPyD que habían ido a la reunión de negociaciones con un documento (que ya habían hecho una o dos semanas antes de asistir a esa reunión) en el que plasmaban las conclusiones por las que rompían la negociación, y que habían entregado a los periodistas ese mismo día (Ver documento en la web de UPyD).
La diputada de UPyD Irene Lozano afirmó que lo único que Albert Rivera quería era fusionar ambos partidos (Ver). Carlos Martínez Gorriarán reiteraba esa falsedad y añadía, insultando a Ciudadanos: "UPyD invierte en decencia al no aliarse con Ciudadanos" (Ver)
El día de la primera reunión, en septiembre, la líder de UPyD se había declarado dispuesta a negociar "sin límites". Está claro que no decía la verdad.
La guinda (hasta el momento) de todo este embrollo la ha puesto Rosa Díez con sus declaraciones en Telemadrid el pasado 20 de enero: la diputada portavoz del partido que se presenta a sí mismo como la única opción para regenerar la democracia, afirmaba: "El único proyecto de Ciudadanos para España es querer destruir a UPyD" (Ver)
Una joya de la hemeroteca:
ResponderEliminarAbril de 2009, declaraciones de Carlos Martínez Gorriarán (Nº 2 de UPyD, mano derecha de Rosa Díez):
Titular de la noticia:
UPyD pierde los papeles y tilda de Burdel político a Ciudadanos
http://www.minutodigital.com/actualidad2/2009/04/26/upyd-pierde-los-papeles-y-tilda-de-burdel-politico-a-ciudadanos/