He leído con agrado el texto de la conferencia del Presidente de Extremadura, el médico Guillermo Fernández Vara, impartida recientemente en la Real Academia de Medicina, sobre salud y economía.
Ya me cae bien cuando reconoce que se había comprometido con los médicos de su Comunidad a algunas cosas, y viene a pedir disculpas porque con la crisis no ha podido cumplirlas. Otros políticos se dedican a negar sistemáticamente que hicieron muchas promesas que después no han podido o querido cumplir.
También critica que España sólo dedique a sanidad el 9% de su PIB (por debajo de lo que dedican otros países de nuestro entorno) y que los medicamentos sean gratis para todos los pensionistas sin tener en cuenta las rentas de cada uno. Y valora positivamente la sanidad privada, en la medida en que ahorra muchos gastos a la pública.
También defiende que el Estado se haga cargo de un calendario vacunal y de una cartera de servicios sanitarios única, acabando con la “carrera desenfrenada hacia ningún lado” que han supuesto las transferencias a las Autonomías. Va por el buen camino, aunque no se atreve a asumir la solución definitiva: la devolución de las competencias de sanidad al Estado. Que es lo que UPyD pretende conseguir.
Fernández Vara critica a la clase política por no conseguir llegar a pactos sobre cuestiones de Estado en estos temas vitales, y concluye: “el problema es que hay muchos más políticos pensando en las futuras elecciones que en las futuras generaciones”.
Me causa la impresión de ser un buen político, pero que desgraciadamente para él y para la sociedad extremeña está en un partido, el PSOE, donde difícilmente podrá buscar sólo el bien común y ejercer la política de manera ética. No me extrañaría que se acabara afiliando a UPyD.
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